Jefa de la misión ONU para desarme de Siria celebra logros del primer mes
La jefa de la misión internacional para el desmantelamiento del arsenal químico en Siria, Sigrid Kaag, celebró hoy los 'progresos' obtenidos desde que comenzó su trabajo hace un mes y destacó la cooperación constructiva de las autoridades sirias en el proceso de verificación y destrucción de las armas.
'Después del primer mes de trabajo, puedo hablar de progresos logrados por la misión trabajando en circunstancias difíciles y puedo hablar de cooperación constructiva de las autoridades sirias', dijo ante la prensa Kaag tras reunirse a puerta cerrada con los miembros del Consejo de Seguridad en la sede de Naciones Unidas.
La responsable holandesa recordó este martes que será el próximo 15 de noviembre cuando el Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) deberá pronunciarse sobre el plan de destrucción presentado hace semanas por el régimen de Siria para eliminar su arsenal químico.
Durante las consultas, que se celebraron a puerta cerrada, la jefa de la misión conjunta de la OPAQ y la ONU para Siria trasladó a los miembros del Consejo de Seguridad la necesidad de ampliar en el futuro la ayuda internacional para que los expertos puedan continuar con su trabajo, 'sujeto a la aprobación del comité ejecutivo'.
Kaag detalló que en este momento disponen de recursos financieros por un total de $2 millones procedentes del fondo de la ONU y de otros $10 millones del fondo de la OPAQ con los que, según dijo, son 'suficientes' para seguir operando 'hasta final de año', aunque reconoció que en el futuro hará falta más dinero.
El desarme químico sirio forma parte del acuerdo alcanzado en septiembre pasado entre Moscú y Washington para evitar una intervención militar de EE.UU. en Siria tras el ataque químico del pasado 21 de agosto en la periferia de Damasco que causó más de mil muertos, según denunció la oposición y cuya autoría negó el régimen.
Los expertos internacionales no han podido acceder todavía a dos de los lugares que habían pactado con las autoridades sirias debido a la situación de inseguridad en la zona, pero la jefa de la misión OPAQ-ONU confió en poder hacerlo una vez que mejoren las condiciones sobre el terreno.
El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, advirtió de que la situación humanitaria en Siria sigue siendo 'dramática', por lo que instó a todas las partes a que ejerzan su influencia sobre el régimen de Bachar al Asad y sobre los rebeldes para que se pueda celebrar 'lo antes posible' la conferencia de paz de Ginebra prevista para noviembre.
Casi al mismo tiempo, el mediador internacional para Siria, Lajdar Brahimi, comparecía ante la prensa en Ginebra tras reunirse con representantes de EE.UU. y Rusia para anunciar que todavía no han sido capaces de fijar una fecha concreta para ese encuentro, pero confió en que pueda hacerse 'antes de fin de año'.
Por su parte, la embajadora estadounidense, Samantha Power, dijo que hasta la fecha la misión ha visitado 21 de los 23 lugares pactados, donde accedieron a 39 de los 41 complejos mencionados en el plan presentado por las autoridades sirias, que ya han destruido el 'equipamiento crítico' de sus plantas de producción de armas.
En este sentido, insistió en que EE.UU. recibió con 'escepticismo' el plan de desarme presentado por el régimen 'después de dos años de promesas rotas' por parte de las autoridades sirias, pero en la Casa Blanca continúan revisando la propuesta, recogida 'en un documento de 700 páginas repleto de datos muy técnicos'.
'Todavía no tenemos nada que celebrar pero es significativo que hayamos logrado quitar de las manos de Asad y sus fuerzas este tipo de armamento', dijo Power, quien advirtió al mismo tiempo que aún que 'mucho trabajo por hacer' para garantizar que la lista de lugares es 'completa' y el proceso 'marcha según lo previsto'.
La representante estadounidense insistió en que a pesar de los últimos progresos que se han logrado, la posición de su país sobre Bachar Al Asad 'no ha cambiado', y reiteró que 'un hombre que gasea a su propio pueblo' no puede estar preparado para dirigir los destinos de Siria.