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Kerry pide al Congreso de EE.UU. aguantar sanciones contra Irán

El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, pidió hoy al Congreso que retrase el voto para imponer nuevas sanciones a Irán mientras se llevan a cabo las negociaciones sobre su programa nuclear con el Grupo 5+1.

Kerry se reunió este miércoles a puerta cerrada con los miembros del Comité de Finanzas del Senado a quienes instó a suspender de momento esas sanciones, dado que las posturas entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, Gran Bretaña, Francia, China, más Alemania) están 'extremadamente cerca' de alcanzar un acuerdo.

'El riesgo es que si el Congreso actúa de forma unilateral para aumentar las sanciones podría romper la confianza en las negociaciones y, de hecho, paralizarlas o acabar con ellas', dijo el secretario de Estado antes de entrar a la reunión.

Según explicó hoy la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, imponer nuevas sanciones 'no sólo podría poner fin a las negociaciones, sino que además enviaría el mensaje absolutamente equivocado a la comunidad internacional' de que Estados Unidos no se toma en serio la vía diplomática.

'Y nuestra preocupación en este sentido es que esto podría tener el impacto contrario a lo que queremos. (...) Es evidente que nos gustaría seguir adelante con este acuerdo', insistió la portavoz.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, insistió hoy de nuevo en que las sanciones ya impuestas a Irán han servido para llegar a este punto en las negociaciones y es tiempo de darle una oportunidad a la vía diplomática para llegar a un acuerdo sobre su programa nuclear, aunque no descartó otras opciones.

El presidente estadounidense, Barack Obama, telefoneó en las últimas horas a su homólogo francés, François Hollande, así como al primero ministro británico, David Cameron, para respaldar lo convenido por el Grupo 5+1 y reforzar el proceso diplomático conjunto.

Aunque las partes convinieron en no dar detalles sobre los asuntos discutidos, diversas fuentes apuntan a que está aún por resolver la forma y el grado de control de las actividades nucleares de Irán, a través del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), así como la interrupción del enriquecimiento de uranio.

El logro de un acuerdo aliviará las sanciones económicas y políticas que sufre Teherán y el temor de la comunidad internacional de que las autoridades iraníes prosigan con su plan para obtener el arma atómica.

La llegada al poder, en agosto pasado, del nuevo presidente iraní, Hasán Rohaní, considerado un moderado, supuso un impulso a un entendimiento, al que no llegó su antecesor, Mahmud Ahmadineyad.

Las negociaciones que tuvieron lugar la semana pasada en Ginebra no lograron un acuerdo final exitoso, pero fijaron la fecha del 20 de noviembre para una nueva ronda de conversaciones.