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Las dos Coreas acuerdan un histórico reencuentro de familias separadas

Corea del Sur y Corea del Norte acordaron hoy celebrar el primer encuentro en tres años de familias divididas por la guerra, un gesto que abre la esperanza de iniciar el camino de la distensión tras un conflictivo 2013.

Cien familias de cada lado tendrán la oportunidad de reunirse con sus parientes entre el 20 y el 25 de febrero en el complejo turístico del monte norcoreano Kumgang, según el acuerdo alcanzado hoy entre representantes de Seúl y Pyongyang.

El próximo encuentro de familiares separados será el primero desde octubre de 2010 y, por tanto, podría marcar un punto de inflexión en las relaciones entre las dos Coreas.

'Esperamos que las reuniones sirvan para abrir una etapa duradera de distensión' después de tres años marcados por constantes conflictos, indicó a Efe una portavoz del Ministerio de Unificación de Seúl, tras concluir con éxito las negociaciones de hoy.

Ya antes del inicio de las mismas uno de los representantes norcoreanos, por su parte, habló de 'un importante punto de partida para mejorar las relaciones entre Norte y Sur'.

Los encuentros se dividirán en dos sesiones de tres días cada una en las que los parientes podrán reencontrarse tanto en grupo como de manera individual según el horario programado, aunque no podrán compartir habitación, explicó la portavoz.

Destaca que en el acuerdo alcanzado hoy en la aldea fronteriza de Panmunjom las dos Coreas 'se han comprometido a desvincular completamente este evento humanitario de la situación política y militar', según la portavoz de Seúl.

Esta cláusula, aclaró, pretende evitar que una de las dos partes cancele de forma unilateral el reencuentro de familias.

Ambas Coreas ya programaron uno de estos eventos para el pasado octubre, pero a última hora el régimen de Kim Jong-un lo declaró cancelado tras acusar a Seúl de usar las negociaciones como mecanismo de confrontación.

Además, en esta ocasión la cita entre parientes de ambos lados llegará poco antes del inicio del ejercicio militar conjunto Key Resolve que Seúl y Washington llevarán a cabo desde finales de febrero.

Corea del Norte ha invitado en las últimas semanas al Sur a abrir una etapa de distensión, aunque a su vez ha condenado las próximas maniobras militares y ha amenazado con duras represalias si los aliados siguen adelante con ellas.

Es una incógnita si ambas partes serán capaces de dar periodicidad a los encuentros de familiares separados por la guerra, una hipótesis sobre la que 'es demasiado pronto para hablar', comentó la portavoz de Seúl.

Y es que las doscientas familias que se reencontrarán a finales de este mes suponen un reducido porcentaje con respecto a las 129.264 personas que solo en Corea del Sur han solicitado participar en los eventos en las últimas tres décadas.

De ellas solo están vivas a día de hoy unas 71,000 personas, según datos del Ministerio de Unificación, y ocho de cada diez tienen más de 70 años.

Así, cientos de ancianos fallecen cada año sin poder volver a ver a sus parientes del otro lado de la militarizada frontera del paralelo 38, un hecho que refleja la urgencia de este tipo de reuniones.

La Guerra de Corea (1950-53) confirmó la división en dos de la península coreana entre el Sur capitalista y el Norte comunista, que hasta 1985 no organizaron el primero de estos encuentros de familias divididas por el conflicto.

Desde la segunda reunión en 2000 se celebraron otras 18 en los que más de 3.800 coreanos volvieron a reunirse brevemente con sus parientes tras décadas de separación.

La última cita tuvo lugar a finales de octubre de 2010 y desde entonces no se han celebrado más debido a la casi constante tensión política y militar entre los Gobiernos de Norte y Sur.

Jefe de la delegación surcoreana Lee Duck Hang (d) mientras estrecha la mano de su par norcoreano, Park Yong-Il (i), antes de una reunión en la aldea fronteriza de Panmunjom. (EFE)
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