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Mundo

Batalla contra cierre parcial la agencia de seguridad nacional de EE.UU.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en ingles) de EE.UU. se enfrenta a un cierre parcial desde esta medianoche por la batalla de los republicanos contra los decretos migratorios del presidente Barack Obama en el Congreso, si no se alcanza algún tipo de solución a última hora.

La financiación de esta agencia federal, responsable -entre otras tareas- del control fronterizo y la respuesta a emergencias, quedó en el limbo cuando los demócratas y la facción más conservadora de los republicanos, el 'Tea Party', rechazaron una propuesta para extender la dotación de fondos tres semanas, con 224 votos en contra y 203 a favor.

Los demócratas se oponían a un proyecto de financiación que no se extendiera hasta el final del año fiscal, el 30 de septiembre, mientras que los ultraconservadores no querían una ley que no incluyera bloqueos a los decretos de alivio migratorio de Obama.

Unos 200,000 empleados del DHS se verán obligados a acudir a sus puestos de trabajo pese a que no se les abonarán los sueldos por falta de autorización para nuevos fondos, mientras que otros 30,000 empleados no esenciales serán puestos en cese de empleo y sueldo temporalmente.

El presidente Obama reaccionó inmediatamente al revés legislativo en Twitter para asegurar que 'ya es suficiente' y exigir 'un proyecto de ley de fondos bipartidista'.

La imposibilidad de aprobar una propuesta de fondos para el estratégico DHS es un duro varapalo para el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, que no consiguió agrupar a los miembros de su propio partido.

La líder de la minoría demócrata, Nancy Pelosi, recordó a Boehner que hubiese conseguido los votos necesarios contando con los demócratas y apoyando una propuesta de financiación 'a largo plazo y limpia', es decir, sin medidas para bloquear las medidas de alivio migratorio aprobadas por Obama.

Mediante el uso de su poder ejecutivo, el presidente decidió aprobar medidas para regularizar temporalmente a más de 5 millones de indocumentados el pasado año en varias fases.

El motivo fue la incapacidad del Congreso para ponerse de acuerdo en una reforma migratoria, que en el Senado contó con apoyo de ambos partidos, pero que en la Cámara de Representantes chocó, al igual que hoy, con la facción del 'Tea Party'.

Obama se había comprometido a firmar la ley que extendía el presupuesto del DHS por tres semanas, ya que, pese a no ser la solución que pretendía, evitaba que se vean afectadas las operaciones de la agencia.

La jornada caótica y contra el reloj de hoy comenzó con el Senado aprobando una propuesta presupuestaria para financiar el DHS hasta el fin del año fiscal y sin condicionantes a los decretos migratorios de Obama, que posteriormente fue desplazada por una propuesta de la Cámara baja para autorizar fondos hasta el día 19.

Sin una estrategia clara y sin los votos necesarios, la incertidumbre se apoderó de los líderes del Capitolio, que deben buscar una salida para evitar que el DHS, encargado de la seguridad interior y de agencias como la Patrulla Fronteriza, el Servicio Secreto y la Guardia Costera, no vea afectada sus operaciones.

El congresista demócrata Chris Hollen recordó que la propuesta 'limpia' del Senado aún puede ser una salida al entuerto.

'Tienen hasta la media noche, pueden hacerlo en un segundo', opinó Hollen, a pesar de que esa propuesta no contaría seguramente con el apoyo de la bancada republicana en la Cámara baja.

'Van a tener que encontrar cualquier vía posible, como medida de último recurso', opinó el representante republicano John Fleming.

El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, ha advertido de que, si el desacuerdo presupuestario se prolonga, podría afectar seriamente a la capacidad de Estados Unidos de defenderse de amenazas externas.

Capitolio de Washington (EFE/Archivo)
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