La desigualdad inicia el debate demócrata por la presidencia de EE.UU.
La aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, prometió hoy, martes, luchar para reducir la desigualdad en su país así como subir el salario mínimo y lograr uno equitativo entre hombres y mujeres.
Clinton arrancó así su intervención en el primer debate presidencial demócrata que se celebra hoy en Las Vegas, una presentación en la que también prometió otorgar a las familias bajas por paternidad, cuya concesión aún depende de las propias empresas.
'Haré todo lo posible para unir de nuevo a mi país económicamente', aseguró la exsecretaria de Estado.
La también exprimera dama insistió en la necesidad de 'fortalecer a la clase media' y se declaró 'progresista, pero una progresista que quiere que se logren hacer las cosas', en referencia a las propuestas más izquierdistas de su máximo rival para las primarias, el senador Bernie Sanders.
Además, Clinton indicó que Estados Unidos necesita 'cambiar el sistema fiscal' y obligar a los más ricos a que contribuyan 'de una manera justa' a las arcas públicas, así como a hacer que las empresas compartan sus beneficios con los trabajadores.
Preguntada por su opinión sobre el sistema capitalista, Clinton consideró que hay que ponerle ciertos límites para no incrementar la desigualdad, pero también reconoció que no se le puede 'dar la espalda al sistema que convirtió a la clase media de Estados Unidos en la más pujante'.
Por otro lado, Clinton consideró que el Gobierno estadounidense ha de 'dejar claro' al presidente ruso, Vladímir Putin, que no puede estar en Siria para crear 'más caos'.
'Estados Unidos debe dejar claro a Putin que es inaceptable que esté en Siria para crear más caos, afirmó la candidata demócrata.
De igual modo, aplaudió la decisión del Gobierno de Barack Obama de restablecer conversaciones diplomáticas con Moscú sobre el asunto.
La también exsecretaria de Estado fue la única entre los cinco aspirantes demócratas que apostó por la creación de 'zonas de exclusión aérea' en Siria, una idea que algunos legisladores demócratas del Congreso ya están respaldando y que ha sido bien recogida por la mayoría de los miembros de la oposición republicana.
A este respecto, y criticada por sus oponentes, el senador Bernie Sanders y el exgobernador por Maryland, Martin O'Malley, quienes consideran esta opción como 'un error', Clinton indicó que Estados Unidos ya está 'volando' sobre Siria como lo hace sobre Irak, y esto ayudaría a atraer a la mesa de negociación a los rusos por la vía diplomática.
Sanders, hasta el momento el rival más fuerte de Clinton según las encuestas, rechazó cualquier intervención militar estadounidense en Siria que implique el envío de soldados sobre el terreno, un aspecto en el que también coincidieron el resto de aspirantes.
El senador llamó a crear a una coalición internacional y apoyar a 'aquellos que luchan contra (el presidente sirio, Bachar al Asad) y que también lo hacen contra el Estado Islámico (EI)', apuntó el senador.
'Necesitamos crear coaliciones, no adoptar acciones unilaterales' desde el Gobierno de Estados Unidos, insistió Sanders.
En este sentido, Clinton coincidió con su rival, pero subrayó que es importante que en esas coaliciones internacionales estén incluidos los países árabes, y manifestó su preocupación por el hecho de que el EI esté 'ganando más territorio' en la zona y suponiendo una 'verdadera amenaza' para la región.
Mientras, Sandersaseguró que el Congreso estadounidense no es el que regula a las corporaciones de Wall Street, 'sino que es Wall Street quien controla el Congreso'.
El senador subrayó que las grandes corporaciones controlan la política del país pese a las medidas del Gobierno del presidente Barack Obama para regular el sistema financiero tras la crisis de 2008.
'Fue un error pedir a la clase media que pagara la deuda de Wall Street', añadió el senador, fuerte valedor de fortalecer las leyes para aumentar el control en el sistema bancario estadounidense.