Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Mundo

Trump, contra todos en respuesta al dossier de sus 'trapos sucios' en Rusia

El presidente electo estadounidense, Donald Trump, volvió a cargar hoy contra los servicios de inteligencia de EE.UU. y sus adversarios políticos republicanos y demócratas por el escándalo del dossier gestado durante dos años con supuestos 'trapos sucios' en Rusia.

A primera hora de la mañana y en Twitter, como suele hacer, Trump criticó a 'enemigos políticos y un espía fracasado con miedo de que lo demanden' por haber elaborado un informe, filtrado por la web Buzzfeed el martes, con escándalos sin verificar que podría hundir al futuro presidente o permitir a Moscú chantajearlo.

Trump reiteró que los hechos recopilados en el dossier, que comenzó a elaborarse en 2015, son 'totalmente inventados por operativos políticos depravados, tanto republicanos como demócratas'.

En su arrebato, el presidente electo, que asumirá su cargo dentro de una semana, volvió a cargar contra los servicios de inteligencia a los que pronto dirigirá y los responsabilizó de filtrar los rumores sin verificarlos.

Por el contrario, sí dio credibilidad a la versión del Kremlin sobre el asunto -'Rusia dice que nada de eso existe'-, mientras que volvió a repetir que las revelaciones (contactos con representantes del Kremlin o encuentros con prostitutas) son 'noticias falsas'.

Trump prometió que en 90 días, tras tomar posesión, su equipo presentará un 'informe completo' sobre ciberataques y filtraciones, lo que le permitiría ofrecer su versión de un escándalo que parece no tener fin y que comenzó con la infiltración, orquestada -según EE.UU.- por Moscú, en las comunicaciones del Partido Demócrata, con la intención de influir en el resultado de las elecciones de noviembre.

El dossier publicado esta semana es el último capítulo de una historia que se está tornando sórdida y que ha puesto bajo la lupa la 'guerra sucia' de las élites políticas de Washington para destruir carreras y desprestigiar a competidores.

El famoso documento de 35 páginas fue elaborado por el exespía británico de los servicios secretos británicos (MI6) Christopher Steele, socio de la empresa de inteligencia Orbis Business Intelligence, con prestigio cuando se trata de obtener información relativa a Rusia.

Steele, que trabajó encubierto en Rusia durante los años 90, fue contratado por Fusion GPS, una empresa de Washington fundada por el experiodista de investigación Glenn Simpson, dedicada, entre otras cosas, a elaborar los llamados 'oppo research', compilaciones de posibles puntos débiles en la vida de un político.

El informe comenzó a elaborarse en septiembre de 2015 con el apoyo de un contendiente republicano de Trump, durante el proceso de elecciones primarias para elegir a los candidatos a la Casa Blanca, que se mantiene en el anonimato.

Tras la resolución de las primarias, Fusion GPS siguió trabajando en el dossier, esta vez con el apoyo financiero de algún donante u operativo demócrata, una práctica habitual en las bambalinas de la capital política de Estados Unidos.

Según un artículo del diario The New York Times, tras la victoria electoral de Trump, Fusion GPS y Orbis siguieron trabajando por cuenta propia en el dossier por lo jugoso de sus revelaciones, que acabaron en manos de miembros de la inteligencia estadounidense, periodistas y congresistas hasta que se hicieron públicas el martes.

El contenido del informe, que incluye imprecisiones verificadas por medios estadounidense e historias de fuentes anónimas que es imposible corroborar, revela un supuesto complot ruso para obtener información comprometida de Trump.

La fuentes anónimas hablan de episodios sórdidos como el encuentro de Trump con prostitutas en la habitación de un hotel de Moscú pinchada con cámaras y micrófonos de los servicios de inteligencia rusos o suculentas ofertas de negocios en Moscú o San Petersburgo para influir en el ahora presidente electo.

El jueves, Trump aseguró que el director de la Oficina Nacional de Inteligencia, James Clapper, lo llamó para 'denunciar el informe falso y ficticio', sobre cuyo contenido los servicios de espionaje informaron a miembros del Congreso y al propio presidente Barack Obama.

Los rumores sobre la supuesta relación de cercanía de Trump con la Rusia de Vladímir Putin, la posibilidad de que Moscú tenga material para chantajearlo, y la animadversión del presidente electo con las agencia de inteligencia de su propio país podrían complicar, pese a que el dossier sea falso, los primeros días de mandato del nuevo mandatario.

Además, la postura del presidente electo con respecto a Rusia dista mucho de la expresada esta semana en las audiencias de confirmación en el Senado de sus nominados del Departamento de Estado, Defensa y la CIA, que apuntaron a Moscú como un adversario que conspira contra los intereses estadounidenses.