La Plaza Mayor de Madrid cumple 400 años y se reivindica como espacio festivo
Creada para acoger un mercado que abasteciese a la ciudad con la llegada de la corte de Felipe III, la Plaza Mayor de Madrid celebra su cuarto centenario este año reivindicándose como espacio festivo, despues de ser escenario de múltiples actividades, desde autos de fe a corridas de toros.
La icónica plaza, a escasos metros de la céntrica Puerta del Sol, no ha tenido siempre el aspecto actual desde que se colocó su primera piedra el 2 de diciembre de 1617.
Su configuración de plaza cerrada con arcos de entrada lleva la firma de Juan de Villanueva, también arquitecto del Museo del Prado, quien fue el encargado de reconstruirla tras un devastador incendio en 1790, el tercero que presenciaron los vecinos.
Testigo de corridas de toros, de representaciones teatrales o de ejecuciones de la inquisición española, la plaza ha vivido múltiples cambios.
Por su empedrado pasaron los primeros tranvías de la ciudad y los transeúntes pudieron disfrutar de la sombra de un arbolado que se perdió en el siglo XX con la construcción de un aparcamiento subterráneo y que se recuperará con macetas en el cuarto centenario.
Su historia se proyectará en sus propias fachadas con un 'vídeo mapping' en 360 grados que inaugurará el 17 de febrero el programa municipal de celebraciones y también quedará recogida en una web: www.plazamayor.madrid.es.
La plaza, para cuya construcción hubo que desecar un lago en el que los monarcas cazaban patos, celebrará su cuarto centenario con eventos como un baile de máscaras por carnaval (25 de febrero) o una fiesta barroca (7 octubre) que recupera las comedias mitológicas del Madrid de los Austrias (dinastía que reinó en España en los siglos XVI y XVII).
La programación, elaborada por una comisión especial por el cuarto centenario, fue presentada hoy en el salón de actos de la Casa de Panadería -uno de los edificios que conforman la plaza- por la alcaldesa, Manuela Carmena, y se extenderá también a 2018.
Su función de mercado la convertió en un enclave 'vital' de la ciudad, próximo al Palacio Real y a la Puerta del Sol, centro neurálgico de Madrid y el ensanche de la ciudad en el siglo XVIII, con el rey Carlos III, no le restó protagonismo en la vida de los madrileños.
En su pavimento murieron ejecutados los héroes del 2 de mayo de 1808 por 'su defensa de la libertad' frente a la invasión francesa y desde su escalinata se daban 'arengas' 'llamando a la revuelta', un capítulo menos tópico de su historia, reivindicado hoy por Carlos Soto, de la Asociación Amigos del IV Centenario, en la presentación de las celebraciones.
Cuatrocientos años después, es uno de los atractivos de la ciudad y sus terrazas acogen a cientos de turistas que visitan la capital.
Además de su renovada agenda cultural, que los hosteleros piden que sea permanente y no puntual, en este año se renovará su iluminación ornamental, se mejorará su entorno y el funcionamiento de los mercados navideño y de filatelia, que se celebra cada domingo en sus soportales.
Con un logotipo que reproduce los arcos de la plaza, la celebración del cuarto centenario, con un presupuesto de 2 millones de euros (2,1 millones de dólares), albergará también poesía los fines de semana a modo de 'mercado de palabras', así como música y teatro.
La alcaldesa pidió hoy aprovechar el cuarto centenario para fomentar 'el amor por Madrid' que 'nos falta' -dijo- y para acabar con el 'desconocimiento' de la ciudad y de sus 'rincones', y defendió la simbiosis entre 'lo reivindicativo y lo participativo'.
Madrid -añadió Carmena- es el 'rompeolas de todas las Españas', parafraseando al poeta Antonio Machado en sus versos: 'Madrid, Madrid, qué bien suena tu nombre/ rompeolas de todas las Españas!'
Según la alcaldesa, la capital tiene la capacidad 'que tiene el mar', la de 'unir'.