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Fallece la demandante del histórico caso sobre el aborto Roe v. Wade

La demandante anónima en el histórico pleito que llegó al Tribunal Supremo federal en el 1973 y que dio paso a la legalización del aborto en los Estados Unidos y sus territorios, Roe v. Wade, murió la mañana del sábado en Katy, Texas.

Norma McCorvey murió a los 69 años de edad por un fallo cardiaco en el hogar asistido en el que residía en una zona rural del estado de Texas, mismo estado al que demandó hace más de 40 años reclamando su derecho a poder abortar.

La información fue hecha pública por el periodista Joshua Prager, quien en 2013 redactó una historia de la mujer para la revista Vanity Fair y que actualmente redacta un libro sobre McCorvey y el caso federal que incoó.

McCorvey, quien tenía 22 años cuando su caso llego al Supremo, pasó casi toda su vida en el centro del debate sobre el aborto en Estados Unidos, primero como icono y activista de los derechos reproductivos y, a partir de 1995, como férrea opositora al aborto tras bautizarse como católica.

Cuando presentó la demanda en 1970, McCorvey buscaba poder abortar legalmente tras un embarazo no deseado, por lo que apeló una ley estatal de Texas que -como la mayoría de los estados entonces- solo permitía la práctica en caso de que peligrara la vida de la mujer.

Lo que no se esperaba era que su caso acabaría pasando a la historia con la sentencia del Supremo que abrió la puerta a la legalización del aborto en el país.

El Supremo dictaminó que una mujer, junto con un equipo médico, puede optar por abortar en los primeros meses de embarazo sin cortapisas legales, aunque con restricciones si el estado de gestación es más avanzado.

El fallo técnicamente no indicó que el aborto sea legal, sino que declaró inconstitucional la interferencia del Estado en la decisión de la mujer sobre la continuación de su embarazo.

En la década de 1980, Norma McCorvey hizo público su nombre y se convirtió en una figura del movimiento a favor del aborto con su trabajo en clínicas que practicaban la interrupción del embarazo.

Sin embargo, en 1995 dijo que su demanda había sido una equivocación y se declaró contraria al aborto, tras ser bautizada como católica por un reverendo líder de un grupo anti-abortista.

Desde entonces, se convirtió en activista del movimiento anti-abortista en Estados Unidos, donde el debate sobre la interrupción del embarazo sigue siendo uno de los asuntos sociales más divisores.

Este movimiento celebra una marcha en Washington cada año el 22 de enero, en el aniversario de la histórica sentencia 'Roe v. Wade', para pedir que se revoque esta decisión judicial.

Desde el fallo del Tribunal Supremo, se han realizado unos 50 millones de abortos legales en los Estados Unidos. Sin embargo, decisiones posteriores y nuevas leyes tanto en los estados como en el Gobierno federal han impuesto más y más restricciones.

Igualmente, reporta elNewYork Times, la cantidad de abortos realizados ha ido en disminución desde que sepopularizóel uso de las pastillasanticonceptivas, otro asunto que al igual que el aborto genera mucho debate en el país debido a conflictos que van desde la ética hasta lo religioso.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, indicó durante la campaña estar a favor de ese reclamo y de que la decisión sobre el aborto 'vuelva a los estados', además de comprometerse a nominar jueces del supremo antiabortistas.

Mike Pence fue este año el primer vicepresidente en el cargo en intervenir en la marcha anti-abortista de Washington el 22 de enero, donde declaró que 'el movimiento provida está ganando' en EE.UU. con la victoria de Trump, las mayorías republicanas en las dos cámaras del Congresos y el poder conservador en los estados.

*Esta nota fue actualizada luego de su publicación.

Norma McCorvey. (Suministrada)
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