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Opiniones

Fue más revelador lo que no dijeron

La Editora en Jefe de NotiCel, Dennise Pérez, comenta sobre las debilidades y fortalezas de los candidatos a la gobernación en el primer encuentro de la recta final de las elecciones generales.

Aunque el primer debate de los candidatos a la gobernación arrancó algo lento, tomó impulso conforme los candidatos calentaban motores.
Foto: Juan R. Costa / NotiCel

El primer debate de los candidatos a la Gobernación comenzó lento y, por momentos, uno no sabía si seguir sintonizando o irse a bañar. Es normal. Por mucho tiempo los candidatos lucieron como boxeadores estudiándose arriba del cuadrilátero, inseguros de cuándo y a quién darle el primer cantazo.

No hubo muchas sorpresas en cuanto al manejo de los temas y las respuestas. A fin de cuentas, todos, incluyendo los candidatos de partidos pequeños tienen su libro, y a esos debates no se llega con las páginas vacías.

Es imposible decir objetivamente quién ganó. A mi juicio quedaron más exhibidas las debilidades, que las fortalezas de cada cual.

Pedro Pierluisi y Charlie Delgado llegaron al debate con la mayor expectativa. Después de todo, hace tan sólo unos días se alzaron victoriosos en las primarias de su partido. No me parece que el debate les ayudó mucho a presentar sus propuestas. Charlie Delgado lució lento, cosa que ya conocíamos de sus recientes debates en el PPD. Al alcalde le urge grandemente terminar de formular una definición coherente sobre el ELA. Eso de que es soberanista hoy y mañana no se sabe porque lo define según quién le pregunte, tiene que cambiar. De lo contrario, es la sombra y el talón de Aquiles hasta el día de la elección. El momentum de su avasallante victoria mermó anoche y es urgente que lo retome.

Por su parte, en ocasiones Pierluisi parecía esquineao’ en el salón de clases con todos los compañeros atacándolo y él miraba para todos lados como diciendo qué pasó aquí. Los ataques en su contra son los esperados. La bendita Junta. Es una cosa que tendrá que explicar todos los días de su vida. Pierluisi tiene amplio dominio de temas por su experiencia, pero tiene que aprender a manejar sus reacciones ante los ataques porque aunque es elegante y conciliador, es evidente que le logran sacar el mostro, como cuando Eliezer Molina le señaló repetidamente que era parte de una élite. Los ataques de Alexandra Lúgaro los tomó más con calma, seguramente porque es un caballero, pero su rostro denotaba gran incomodidad.

Ni Charle Delgado ni Pedro Pierluisi tuvieron turnos sólidos o de propuestas por culpa de los careos repentinos y en el caso de Delgado, por momentos lució como determinado a sobrevivir.

Juan Dalmau, por su parte, llegó, como Pierluisi y Delgado, impecablemente vestido. Fue el candidato que más lució estar en su agua. Estuvo exento de ataques, fue el primero en tirar el cantazo con aquello de que en el asunto de la corrupción el que menos puja, puja un coco o una pava. Lucía cómodo hasta cuando tiraba sus jabs. Los tiraba sin cargo de conciencia, contrario a Pierluisi y a Delgado que se notaba que lo pensaban más. Sus intervenciones tuvieron contenido, hablaba de propuestas y de trabajo realizado como legislador y sacó un momento para dirigirse a la comunidad sorda en lenguaje de señas, que es un proyecto insignia suyo.

Lúgaro estuvo cómoda en todo momento, hasta cuando negó haber sido demandada por discrimen, por cobros, y cuestionada por el plagio. Tiene una facilidad impresionante de virar la tortilla a cada contestación sin pestañear y logró sacar partido en temas como el estatus- que aunque su movimiento no promueve ninguno, ha dejado en libertad de elegir, y tomó la batuta con ventaja en la discusión de perspectiva de género eligiendo su batalla contra el doctor César Vázquez, del Proyecto Dignidad. Literalmente, no hubo un tema del que no habló.

Vázquez, de hablar en extremo pausado, quizás no expresó la posición más simpática entre ellos sobre ese tema (tampoco se expresó sobre estatus cuando todos sabemos que es estadista y apoyó a Ricardo Rosselló- aunque luego se arrepintió), pero en ese tema lo interesante hubiera sido escuchar las posiciones de Pierluisi y de Delgado. Son temas sensitivos para ambos y nos quedamos con las ganas de saber qué piensan. Estoy segura de que no les habría favorecido el tema porque tienen una inclinación natural a ser conservadores y a no meterse en temas que los ponen en aprietos. Su silencio fue importante.

Eliezer Molina, por su parte, demostró que no le teme a nada ni a nadie. Ingeniero, empresario, repartió a todos por igual y se expresó con efusividad, haciendo énfasis constante en el tema económico como el problema principal que enfrenta la isla. Mucha gente que no lo conocía, lo conoció ayer. Y usted puede estar o no de acuerdo con sus posiciones o propuestas, pero quedó claro que no fue allí a perder el tiempo.

Falta poco para que la gente vaya a las urnas. Hay que lograr que propongan más y ataquen menos.

Egresada de la Universidad de Puerto Rico. Periodista con 23 años de experiencia en los medios de comunicación. Mamá de Manu, portavoz de la adopción de niños grandes y creadora de #primerizayqué