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Opiniones

En la boca del ladrón

Columna de Víctor García San Inocencio

El licenciado Víctor García San Inocencio, columnista de NotiCel.
Foto: Archivo/Juan R. Costa

Dejemos en el título lo del león a un lado, porque lo leonino no quita lo de asaltante.

A Puerto Rico lo han metido en el saco de los acreedores y de su Junta de Control Fiscal alcahueta, quien anunció esta semana o presagia en su "plan del plan" fiscal, aumentos eventuales en el agua, la electricidad, las matrículas en la Universidad, recorte adicional del presupuesto al cual le habrán tumbado en cuatro años la mitad, con 94 millones menos el año que viene; reducción a las pensiones, y siga sumando.

La Junta (de Supervisión Fiscal) no sólo carretea a los acreedores de una deuda que ella misma ha reconocido que una parte es ilegítima, pero que comoquiera dice que hay que pagarla, sino que carga a depredadores ---los tuvimos antes con ONDEO en Acueductos, en tiempos PPD--- que van a hacer fiesta con la entrega del monopolio eléctrico de cinco sextos de la Autoridad de Energía Eléctrica. Hace dos décadas en contratos que están por vencer o revisarse, la administración Rosselló I, cedió parte de la generación ---un 30% a una carbonera contaminante, y a otra generatriz de gas natural--- quedándose con la generación del 70% de la energía.

De hecho, la AEE, sólo retendrá "por el momento" la parte de la generación, aunque esté en planes de Pedro Pierluisi I, traspasar también esa sexta parte que ha retenido de las operaciones. El resto, ha sido pactado, y el primero de junio será entregado a LUMA, a la trágala, sin una evaluación adecuada, que sea completa y participativa, y en unos términos tan fatalmente entreguistas que hacen sospechar a muchos por lo nebuloso, y a clasificarlo como un atraco, por todos los demás.

Hizo falta un contrato que le garantiza a LUMA, 1,500 millones por quince años, y la facultad de hacer y deshacer, junto con la administración y reparto del bacalao de sobre 10 mil millones de dólares de fondos de reconstrucción, para que LUMA se acercara al panal. Pero eso no fue todo, necesitaron también una garantía inicial de 750 millones de dólares que fue dada con presteza, cual alfombra para pisotear por el ocupante de Fortaleza. Fue necesario también, que sin poner un clavo, se le pagasen a LUMA más de cien millones de dólares el año pasado, que se les permitiera destasajar a la AEE, echar la antigüedad de sus empleados por la borda y sus derechos adquiridos, e intentar meterlos a trabajar con LUMA a la fuerza, o arriesgarse a un traslado tortuoso y desigual a un empleo en cualquier lugar del sector público. Para colmo, se ha diseñado este contrato entre LUMA y la AEE como una camisa de fuerza de la que no se puede salir, siempre gananciosa para LUMA, cuyos dueños son expertos en cañonear y litigar en otras partes. De modo que donde pisen, no crecerá nunca más la autoridad, ni la función, ni el interés público, sino el mercado "libre", es decir, el que permite hacer y deshacer a manos llenas.

Por lo menos la mitad de los empleados no aceptaron y se resistieron al chantaje y al contubernio ---chanchullo--- entre LUMA, Pierluisi y la Junta. Muchos han sido trasladados a puestos de relleno que no corresponden con sus cualificaciones. Otros, han sido enviados a oficinas que no existen, o a puestos que desaparecieron hace años, todo ello con la anuencia genuflexa de una Junta de Directores y gerencia de la AEE, que confiesa con cada acto, su crasa incompetencia ---no leyeron el contrato nos enteramos..., lo evaluaron en 45 minutos..., no revisaron estos elementos básicos de la transición, y siga sumando--- lo que ha permitido que justo cuando empieza la temporada de huracanes, sin suficientes empleados, sin estar preparados, sin haber siquiera cambiado el número de teléfono, los magnates que dirigirán LUMA ---los nuevos Natalie Jareskos con cientos de miles de dólares anuales cada uno en sueldos--- tomen posesión de la em-"presa".

Detrás de todo esto, además del enorme sufrimiento humano que supone para los descartados empleados, hay mucho más. Se cede la AEE, a una empresa y a sus corporaciones dueñas sin que hayan aportado nada ---y aún aportar mucho o todo sería detrimental e inaceptable--- la facultad de controlar e instaurar de facto la política energética del país, el monopolio natural sobre la electricidad que revertiría a la AEE, la potencial provisión de internet más barata y amplia al país, la capacidad para sacar el factor ganancias privadas de las facturas mensuales, entre otras. Añadamos y no es menos importante, el hecho de que las compañías matrices o dueñas de LUMA, un engendro de reciente creación, guisarán en la subcontratación, produciendo un efecto de que una porción mayor en la economía de la AEE se evapore y emigre.

Si quiere seguir sumando, añada la eventual congelación de la conversión a energías renovables de la producción eléctrica y la próxima dependencia al gas natural. LUMA es el instrumento engendrado por la Junta de Supervisión Fiscal, el cabildeo en el Congreso y poderosos intereses energéticos, para seguir saqueando los activos que generaciones de puertorriqueños crearon. Cada uno del millón y medio de abonados de la AEE, seremos rehenes cada mes de las facturas y de los costos de este abordaje de piratas. El pasado abogado de la Junta, el gobernador Pierluisi ---quien parece haber echado ya su suerte política--- es ahora la comadrona de este parto. Ponen a todo Puerto Rico en la boca del ladrón. Hay que detener esto.

El autor es abogado, exrepresentante y excandidato a comisionado residente por el Partido Independentista Puertorriqueño. Posee un bachillerato en Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico y un Juris Doctor de la Facultad de Derecho de la misma institución. Tiene además un doctorado de la Universidad del País Vasco (2016).