Testifica primera víctima de accidente contra ciclistas en Loíza
Efraín Díaz Robles transita ciertas mañanas con su bicicleta las rutas de Dorado o de Piñones, y desde hace un año toma la ruta de Isla Verde hacia Loíza por la carretera 187. Lleva seis años inmerso en el ciclismo. 'Me ayuda a despejar, me da salud', dice.
Ahora se encuentra en silla de ruedas, en la sala 103 del Centro Judicial de Carolina, y habla desde el micrófono de testigo. Díaz Robles es uno de los ciclistas que recibió grave daño corporal cuando a las seis de la mañana del pasado 19 de noviembre, la conductora Vanessa Pizarro Marrero, mientras transitaba con licencia vencida y bajo los efectos del alcohol por la carretera 187 de Piñones en dirección a Loíza, impactó a un grupo de ciclistas provocando la muerte de uno de ellos.
Del justo momento del accidente, Díaz Robles recuerda muy poco. Solo que iba en el grupo y de repente, uno de sus compañeros emitió un grito de prevención, algo como 'Cuidado, carro'. Lo próximo que recuerda es despertar en Centro Médico tras la primera operación a la cual fue sometido en su brazo derecho. Luego recibiría intervenciones en el fémur, el tabique, y el brazo izquierdo, bajo la supervisión de ortopedas, especialistas en las manos, fisiatras.
Con su testimonio, arranca en la mañana de hoy, lunes, el desfile de prueba de la vista preliminar del caso de Pizarro Marrero, de 40 años. Enfrenta un cargo por homicidio negligente debido a la muerte del ciclista e ingeniero de computadoras José Marcel Rodríguez Rivera, además de cargos por provocar grave daño corporal al resto de los ciclistas y por conducir sin licencia vigente y bajo los efectos del alcohol.
Aquella mañana, relata Díaz Robles, junto al grupo de ciclismo Los Piques salió desde La Gallera en Isla Verde hacia El Cocotero en Loíza, una ruta que frecuentemente transitaban, y en la que participaban unas 30 personas que se iban sumando durante el trayecto. Su bicicleta estaba 'en perfectas condiciones', y como de costumbre, había inspeccionado que las gomas estuvieran en buen estado y que la cadena de la bicicleta estuviese bien aceitada. Con su casco y su protector, emprendió la marcha.
Fue al regreso, unos veinte minutos después de salir de El Cocotero de regreso a La Gallera, que ocurrió el impacto. Alegadamente, Marrero Pizarro perdió el control de su vehículo, chocó contra un poste de electricidad y terminó impactando a los siete ciclistas.
La imputada está sentada en una silla al lado de sus abogados de defensa, los licenciados Víctor Ramos y Wilfredo Díaz Narváez. Callada, casi sin moverse, escucha al primer testigo interrogado por el fiscal Alexis Carlo que le pregunta cómo ha cambiado su vida desde el accidente. 'Ya no puedo realizar físicamente las labores que realizaba… Trabajar, y hacer mi deporte', responde el empleado de seguridad de Banco Popular de 30 años.
El abogado Víctor Ramos, en su contrainterrogatorio, hace hincapié en las condiciones de la carretera 187 para los ciclistas. A pesar de que el primer ciclista en declarar resalta que la ruta está habilitada con señales de tránsito deterioradas y bicicletas pintadas en el pavimento para denotar que la carretera está compartida entre vehículos de motor y bicicletas, admite que carece de un carril exclusivo como en la ruta de Dorado, y que la carretera solo tiene dos carriles pequeños para vehículos en ambas direcciones.
'Tenemos que correr lo más pegado a la esquina y correr en fila', dice el ciclista. Nunca fue puntero, siempre se mantuvo con ciclistas frente a él. No recuerda haber visto el carro de Pizarro Marrero, ni que alguien haya sonado el pito de alerta. Solo aquel grito de cuidado. 'Todo fue muy rápido, no lo recuerdo bien', dice con la voz baja, que varias veces le piden que alce para entender sus recuerdos.
El desfile de prueba continúa con el agente Javier Cabrera, técnico de escena, de la Unidad de Servicios Técnicos, quien pasa a identificar las fotos que tomó aquella mañana en el kilómetro 12.1. De las 84 fotografías, el Ministerio Público elige seis como parte de las pruebas.
Las fotografías retratan el Honda Fit de Pizarro Marrero impactado con la bicicleta que pisadesplomada debajo del vehículo, enfoques desde lejos del área y hasta dos piernas tumbadas sobre el pavimento, que la Defensa intenta retirar por 'valor inflamatorio', pero la jueza decide permitir que se mantenga como parte de la evidencia.
El desfile de pruebas continuará el miércoles a las 8:30 a.m. con el testimonio de otro de los ciclistas impactados, Esteban Iturbe Sterling, de 34 años, quien comparece con sus dos brazos enyesados. El resto de los ciclistas también asisten como testigos, aunque el testimonio de uno de ellos no se utilizará en esta etapa, por lo cual podría servir para el juicio en caso de que la vista preliminar determine que hay causa para juicio.
La jueza Yazdel Ramos Colón, quien preside el caso, denegó el pasado 21 de diciembre la petición de la defensa de Pizarro Marrero que, amparada en la regla 240 del Procedimiento Criminal, solicitó que un perito en psiquiatría del Estado evaluara a la acusada para determinar si estaba apta para enfrentar el proceso judicial en su contra.
La imputada Pizarro Marrerose encuentra libre bajo arresto domiciliario con supervisión electrónica, y solo puede salir a trabajar en el horario establecido por el Tribunal y comparecer ante las vistas judiciales.