Sánchez Betances ofrece su versión en vista de Ética
Durante el cuarto día de las vistas administrativas que realiza la Oficina de Ética Gubernamental (OEG) en contra del exsecretario del Departamento de Justicia, Luis Sánchez Betances, este justificó el uso de las escoltas y de su vehículo oficial la noche en que acudió a ayudar a su 'amigo del alma', el licenciado Jaime Sifre.
Sifre fue arrestado el pasado 6 de diciembre cuando un oficial de la Policía lo detuvo por el uso del celular mientras guiaba y se percató que el abogado conducía bajo los efectos del alcohol.
Durante su extenso testimonio, Sánchez Betances narró que esa noche estaba compartiendo con Sifre y otras personas en el restaurante El Mesón Gallego de la avenida Roosevelt, cuando le propuso transportación a su amigo, quien no tenía su vehículo en el lugar. Aunque andaba en transporte oficial, Sánchez Betances aseguró que una Orden Ejecutiva firmada por el gobernador Alejandro García Padilla el pasado 3 de enero de 2013 le permite el uso de escoltas y de vehículo oficial para fines personales, aun fuera de horas laborables. Para reforzar la postura de Sánchez Betances, la defensa trajo a la atención una carta de la secretaria de la Gobernación, Ingrid Vila, que establece que esa era la política pública de la presente administración.
A preguntas de la licenciada Miriam Matos, representante legal de OEG, Sánchez Betances admitió que mientras fue Secretario de Justicia llegó a utilizar su vehículo oficial y los escoltas para asuntos personales, como ir a vacacionar a Fajardo.
De otro lado, el extitular de Justicia expuso que cuando se disponían a salir hacia la casa de Sifre, recibió la llamada de uno de sus hijos (Omar), quien estaba en el garaje del bufete del segundo, pero no podía salir porque no tenía el 'beeper' (control). Fue entonces que se dirigió al bufete de Sifre, donde Sánchez Betances lo dejó con su hijo.
Aunque por un lado, Sánchez Betances indicó que cuando salió del restaurante El Mesón Gallego no notó que Sifre estuviera incapacitado para manejar, de otra parte, planteó que su impresión era que su hijo llevaría a su exsocio a su casa.
De acuerdo a Sánchez Betances, si se imaginaba que Sifre tenía más de 0.8% del alcohol en la sangre, pero 'una cosa es el límite legal para poder manejar, pero eso no quiere decir que estuviera imposibilitado o incapacitado para guiar'.
En otros aspectos, Sánchez Betances aclaró las versiones contradictorias entre los testimonios de Sifre y del inspector Jimmy Ortiz, sobre con quién estaba hablando su exsocio al momento de ser detenido por el agente Gilberto Santiago Ortiz.
Según Sánchez Betances, esa noche habló por celular en dos ocasiones con Sifre. La primera fue que cuando este lo llamó para notificar que se le había quedado su maletín en el restaurante donde compartían. Y en la segunda, cuando ya había llegado a su casa, para notificarle que había sido detenido, que lo iban a poner a soplar, y que fuera a recoger su Lexus.
A juicio de Sánchez Betances, Sifre iba a soplar. De esta manera, niega la versión de Santiago Ortiz de que Sifre no quiso soplar en el lugar de la intervención por recomendación de un 'amigo'.
Por otra parte, el exfuncionario admitió que su exescolta, René Molina, había encendido las luces empotradas del vehículo oficial cuando se dirigió nuevamente hacia la avenida Roosevelt. Destacó que permitió que permanecieran encendidas al llegar al lugar de la intervención porque la guagua Ford Expedition en la que era transportado era de color oscura y quería que los policías no sintieran que ellos representaban una amenaza. En ese sentido, explicó que no quería que los agentes pensaran que quien llegaba era un 'truhan'.
Explicó, además, que cuando llegó a la avenida Roosevelt entre el restaurante de comida rápida McDonald's, y el edificio de la Compañía de Fomento Industrial, el agente Giovanni Vázquez estaba con la puerta cerrada dentro del auto de Sifre y con la llave en la mano. Se le acercó para ver si podía llevarse el vehículo, como una de las alternativas que se utiliza en este tipo de casos, pero no obtuvo respuesta.
Entonces se acercó al sargento Luis Rodríguez Hernández, quien estaba cerca de una de las patrullas, porque pensaba que era el agente a cargo de la intervención.
Sánchez Betances se dirigió a Rodríguez Hernández, 'Buenas noches oficial, puedo hablarle?' De momento se ha virado hacia mí un tipo fuera de control gritando: sálgase de aquí, usted no puede estar aquí'. A lo que le respondió, 'Cálmese, solo quiero hablarle', pero Rodríguez Hernández le gritaba que no tenía nada que hablar con él.
Posteriormente, Rodríguez Hernández le hizo señas a una de las patrullas, que acto seguido se fue del lugar.
Sin embargo, Sánchez Betances asseguró que no sabía que dentro de la patrulla estaba Sifre. Tras partir la patrulla, Rodríguez Hernández se viró y con la 'misma agresividad y grito' le manifestó al exfuncionario que no podía estar allí, que allí estaba habiendo una intervención, y tenían a una persona arrestada.
Durante ese intercambio es cuando Rodríguez Hernández le advirtió a Sánchez Betances que lo arrestaría por obstrucción de justicia. El exfuncionario le ripostó que esa no era manera de dirigirse a un ciudadano y le requirió su nombre y número de placa, pero el oficial le expresó que iría hacia el cuartel de Tránsito de San Juan.
Sánchez Betances resaltó que al llegar al cuartel y ser atendido por el Sargento Silva, nunca exigió hablar con un coronel o un teniente para quejarse por las actuaciones de Rodríguez Hernández, sino con el supervisor de este último. De igual modo, el exfuncionario le requirió a Silva el nombre y número de placa de Rodríguez Hernández.
Mientras esperaba la llegada del Supervisor, fue que por primera vez vio a Sifre. Luego, el capitán Reynaldo Rodríguez llegó al cuartel, y Sánchez Betances observó que a las afueras de la estación policiaca dialogaba con los agentes, entre quienes entiende estaba el sargento Rodríguez Hernández.
En ese proceso, el capitán Rodríguez se acerca a Sánchez Betances, y le informa que se había llamado al inspector Jimmy Ortiz, quien venía de camino. Según Sánchez Betances, siempre pensó que el supervisor de Rodríguez Hernández era el inspector Ortiz.
El miércoles, Ortiz testificó que se personó al cuartel porque el capitán Rodríguez se negó a entrevistar a Sánchez Betances porque era el secretario de Justicia.
Al arribar Ortiz al cuartel, Sánchez Betances, le expresó que estaba allí para buscar el carro de Sifre y asegurarse que su amigo estuviera bien. Pero sostuvo que en el lugar de la intervención ocurrió un incidente con Rodríguez Hernández, quien tuvo una actitud atropellante contra él y su escolta.
Sánchez Betances le indicó que estaba 'indignado', y le afirmó que en eso momento no estaba en disposición de radicar una querella contra Rodríguez Hernández, pero que la haría después bajo las canales correspondientes.
Tras llegar el licenciado José Olmos, quien acudió a asistir a Sifre luego de ser llamado por el exfuncionario, Sánchez Betances permaneció afuera del cuartel dialogando con el capitán Rodríguez.
Sánchez Betances dice que mientras conversaba con el capitán Rodríguez, llegó al cuartel el teniente Ferreira, quien fue presentado por el oficial como la persona que atendía los casos 'VIP' en la Uniformada. Pero el Secretario de Justicia en aquel entonces le dijo que su intención no era recibir un trato preferencial, y le manifestó que siguiera el procedimiento normal en el caso contra Sifre. Por último, abandonó el cuartel cuando Sifre salió y le indicó que Olmos se llevaría su vehículo.
Al día siguiente, cuando se empieza a circular en las redes sociales que había estado en un cuartel supuestamente tratando de intervenir en favor 'de un borracho', fue que por primera vez llamó al exsuperintendente de la Policía, James Tuller, para explicarle él mismo el incidente, de modo que no se enterara de la situación en los medios. En ese entonces, Tuller le detalló que ordenaría una investigación.
También admitió que habló con la secretaria de la Gobernación, Ingrid Vila, y que el 'consenso' fue que no presentara una querella contra Rodríguez Hernández por el impacto que esto tendría sobre la Reforma de la Policía.
Según el extitular de Justicia nunca el Gobernador le pidió que regresara de Costa Rica, sino que volvió a Puerto Rico por la situación que se había suscitado. Abundó que ante la celeridad con la que OEG empezó su investigación, decidió renunciar a su cargo para salvaguardar la imagen de la agencia que dirigía. De igual forma, negó que le pidieran la renuncia. Y asegura que cuando le comunicó su intención de renunciar al Gobernador, lo notó afectado.
Mañana viernes se espera que continúe el contrainterrogatorio de Sánchez Betances, y se sienten a testificar el exjuez del Tribunal Supremo, José Andreu, y el juez federal José A. Fusté.