Para los candidatos independientes o de partidos emergentes, el ruedo político es injusto y desigual a juzgar por las expresiones de los tres ciudadanos que aspiran a la Gobernación sin pertenecer a los tres partidos que tradicionalmente se han presentado a las urnas puertorriqueñas.

La candidata independiente Alexandra Lúgarotronó contra la desigualdad con que se trata a los seis aspirantes a la Gobernación en un vídeo que colgó en su página de Facebook el pasado 30 de julio, a raíz de la cancelación de un foro en el Centro de Convenciones en que los seis subirían a escena para delinear sus estrategias en aras de fortalecer las pequeñas y medianas empresas.

El foro organizado por el Centro Unido de Detallistas cambió su formato debido a que tres candidatos que aparentan haber sido Ricardo Rosselló, del Partido Nuevo Progresista (PNP); David Bernier, del Partido Popular Democrático (PPD); y María de Lourdes Santiago, del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), pidieron hablar de forma independiente.

'Yo me pregunto si un candidato independiente o de un partido emergente solicitara lo mismo si se alteraría todo el formato de una actividad que ya estaba preestablecida, y la contestación es que no, siguen saliéndose con la suya los candidatos de los partidos de mayoría que pretenden convertir cada espacio para debatir las ideas en foros de relaciones públicas', cuestionó Lúgaro.

La licenciada se atuvo a las nuevas reglas de formato no sin antes dirigirse a su audiencia en las redes sociales, que sobrepasa los 279,000 seguidores, y hacer un llamadoa no someterse a las exigencias de los candidatos de mayoría.

'Por qué es tan importante esto? Para que unos a otros podamos desenmascarar todas las mentiras que los candidatos de los partidos de mayoría dicen para obtener votos, estrategias que no son viables, estrategias fantasiosas, estrategias que no están sostenidas con data', sostuvo la candidata.

Por esa misma línea, el profesor Rafael Bernabe, candidato a la Gobernación por el emergente Partido del Pueblo Trabajador (PPT), aseguró que los candidatos de mayoría simplemente le huyen al debate.

'Lo menos que quieren hacer los partidos grandes es debatir. Debaten porque no les queda más remedio, los candidatos de partidos grandes lo que quieren es el 'desfile', cada cual dice lo que quiere, nadie le pregunta, nadie le hace un señalamiento, y se van, pero no hay debate... Porque no tienen ideas, no tienen propuesta, en cinco minutos tú dices cualquier superficialidad y ya, pero dos horas para hablar sobre un tema no pueden zafarse con lugares comunes, ni evasivas, ni ideas bonitas que no contienen nada. Ellos no tienen mucho que decir', criticó el candidato.

Por su parte, el también candidato independiente Manuel Cidre, fundador de la empresa Los Cidrines, comentó que más que injusto para los aspirantes minoritarios, el ruedo político 'no es justo para el país'.

Cidrereconoció que carece de la estructura y el andamiaje político que poseen como armas los demás partidos, lo cual puede presentarse como una desventaja ante un país en que las figuras son 'emblemáticas'. 'No es que yo sea menos, o que ellos sean más, sino que su estructura es más', se apresuró a añadir.

'Esta dádiva electoral de que si yo levanto $5 millones te doy $5 millones, eso automáticamente crea una diferencia muy abismal entre el acceso que pueda tener la ciudadanía a los mensajes. Yo creo que una forma justa es quemaximicemosyoptimicemoslos servicios que tiene el gobierno de Puerto Rico, el canal 6,WIPR, y que con tiempo igual cada uno de nosotros pongamos las ideas para que el pueblo pondere esas ideas', recomendó el empresario en pro de una nueva política electoral.

Bernabe coincidió en que deben surgir cambios en la forma que operan las elecciones en Puerto Rico.

'Nosotros insistimos que debemos tener un sistema electoral en que se eliminen los fondos privados, y donde todo el mundo recibe un fondo electoral y se le da a cada partido ciertas horas en la televisión, tantas horas en la radio, tantas columnas en el periódico, quizás dinero o materiales para hacer propaganda escrita, hojas sueltas, folletos, y que cada partido utilice esos recursos como considere apropiado', sugirió el profesor universitario.

Otra de sus propuestas es que las elecciones incluyan un calendario intenso de debates entre los candidatos, para evitar los breves debates en los que 'se discuten los temas de manera muy breve y superficial'. Debates semanales especializados - uno sobre salud, otro sobre energía, otro sobre los derechos de la comunidad LGBT, etcétera - y transmitidos por WIPR es una de las sugerencias más específicas.

Por otro lado, como miembro fundador de un partido emergente,Bernabetambién señaló que en cuanto a la inscripción de partidos y los derechos a los cuales tienen acceso, 'la legislación actual esdiscriminatoria'.

Entre estasdisposiciones legales, criticó que solo los tres primeros partidos en quedar inscritos tienen acceso a todos los derechos de la Comisión Estatal de Elecciones, entre estos, contar con un representante y un empleado en cada una de las Juntas de Inscripción Permanente que ubican en los 78 municipios.

Objetótambién que en el proceso deinscripción del partido tenga que recoger decenas de miles de endosos, los cuales son evaluados por los partidos ya inscritos - los de mayoría -, que tienen la capacidad arbitraria para invalidar endosos.

Por último, apuntó a que la Ley Electoral se enmendó en el 2014 para que, en vez de tener derecho automático a los recursos económicos con los que cuenta el Fondo Electoral, los partidos nuevos se ven obligados a buscar fondos privados en la calle, y de esa búsqueda dependen los fondos públicos que adquiera.

'Para los partidos nuevos es mucho más difícil buscar fondos privados, no tienen la maquinaria política para recoger los millones de dólares que recogen los partidos grandes, y se basa en el criterio de que el partido tiene que demostrar que tiene gente, pero para mí tener gente es tener votos o endosos. El criterio para saber si uno tiene gente es si tiene dinero, 'si tengo dinero existo'. Eso es convertir la política en una cuestión de dinero y no de electores', sentenció Bernabe.