Excontratista de AAA se canta víctima de extorsión en caso Anaudi
Un contratista dedicado a labores sanitarias para la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) debe esperar cerca de 45 días para cobrar lo que le toca por contrato. De repente, se reencuentra con una vieja amiga de la adolescencia que resulta ser la hermana de una alta funcionaria de la corporación pública. Esta le propone agilizar el pago de los cheques y a cambio cobrará el 10% de lo que el contratista recaude.
Este es el esquema que se definió en la jornada del viernes en el juicio conocido como el casoAnaudi. En el duodécimo día del desfile de prueba por finafloró- y con fuerza -MarielisFalcón Nieves, contra la cual pesa el cargo 17 de extorsión por miedo a daño económico. Hasta el momento, brillaba por su ausencia el nombre de la hermana de la coacusada yexvicepresidentade la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA),IvonneFalcón Nieves.
Sentado a la silla de testigo, Ramón Crespo, residente de San Juan de 41 años, miraba con detenimiento al jurado, el techo iluminado de la sala, la alfombra azul grisácea. Vertía agua en un vaso y se lo tomaba mientras las partes se reunían en el estrado. Vestía una camisa azul turquesa y chaqueta negra, y el bigote resaltaba sobre un rostro compungido.
Cuando Ramón Crespo tenía 14 años conoció a Marielis Falcón. Esta era dueña de un negocio llamado La China que vendía desayunos y jugos de naranja. Más de dos décadas después, en la primavera del 2012, se reencontraron en un restaurante en Caguas. Fue entonces cuando Crespo le contó que era dueño de la empresa IA MECH CHEM, a través de la cual eracontratista de la AAA lo cual'tenía sus altas y bajas', a lo que Falcón respondió que 'la que pagaba' era su hermana, entonces tesorera de la agencia.
Para ese entonces, Falcón quería alquilar dos apartamentos, a los cuales en el patio de atrás le crecían 'palos gigantes de meaítos', o árboles de tulipanes africanos, que se debían derribar con cuidado pues podían caer contra las verjas vecinas. Crespo se ofreció a hacerle el trabajo con 'sus muchachos' - personas que subcontrataba para hacer las labores - como un trabajo por el lado.
Así lo hizo y preparó una factura, la cual Falcón ni miró, a palabras del testigo. A cambio de los $2,500 que costaba el trabajo que le habían hecho por el sueldo de 'los muchachos' y la incineración, Falcón ofreció ayudarlo y así cuadraban.'Me preguntó que cuánto me debían en AAA, le dije que unos $20,000 y ella hizo una llamada', contó el hombre.
A preguntas del fiscal Timothy Henwood,Crespo afirmó que su empresahabía atravesadoel proceso de subasta con laAAAy ganó el contrato al ofrecer el trabajo de desyerbar, recoger animales y demás tareas 'que nadie quería hacer' por el precio más barato. Sin embargo, los cheques se le demoraban, hasta a veces tener que 'implorar' que finalmente le entregaran los $20 mil asignados. Con una llamada, Falcón resolvió el asunto.
'Cuando tú tienes elpoderde sacar un cheque en cinco minutos por teléfono, tú tienes el poder también de detenerlo', agregó el testigo en salarefiriéndosea lo que observó aquella tarde con Falcón y que le dio paso a pagarle decenas de miles de dólares poragilizarlelos cheques.
Ambos comenzaron a comunicarse por teléfono 'casi todo el tiempo' y en el testimonio se dejó saber que incluso se habían visto en Cataño en salidas donde estaba presente la familia del sujeto.Un día se encontraron a las afueras de Doral Bank, y ahí Falcón le entregó un cheque.
'Viste cómo se maneja esto, yo puedo ayudarte, por esto cobran el 5 o el 10%', le dijo Falcón al testigo. Fue entonces que el entonces contratista comenzó a pagarle Falcón cada vez más y los cheques incluso, llegaron cada vez más nutridos, ascendiendo a los $150,000. En este detalle no se ahondó durante el testimonio. El testigo trató de dar un estimado de cuánto le pagó a Falcón y supuso que sumarían unos $100,000 en total.
En un momento dado, luego de dialogarlo con su socio Steve Alicea, decidió no darle el pago completo del 10% a Falcón en uno de los pagos. Esa vez, Falcón cobró $2,000 en vez de los $10,000 que le tocaban por por ciento. Después de eso, se cortó la comunicación: Falcón no lo llamó más para cobrar o para avisarle que otro pago de la AAA salía. Los cheques dejaron de ser emitidos con prontitud, hasta que Crespo retomó el contacto con Falcón, le pagó nuevamente, y entonces regresaron los cheques expeditos.
Entran Anaudiy Eder Ortiz al panorama
Tras el cambio de Gobierno en noviembre del 2012, 'todo cambió' para Crespo, pues le cortaron los contratos con el Gobierno. En una carta fechada el 4 de abril del 2013, la encargada de contratos y subastas de la AAA le explicó que el comerciante estaba facturandopor servicios que no le eran requeridos: debía abstenerse a reparar conexiones y no líneas individuales.
Sin embargo, Crespo fue enfático en que su labor nunca obtuvo un señalamiento negativo, por lo que la cancelación del contrato era injustificada. Fue entonces que se puso en contacto con Rey Rivera, un conocido de su socio, quien se presentó como 'la mano derecha de Eder Ortiz' y dijo que podía ayudarlo.
Animado por Rivera, el testigo adquirió un boleto por $2,500 a una 'comida' en el Hotel Vanderbilt, donde estarían el gobernador Alejandro García Padilla, el excomisionado electoral EderOrtiz y el empresario Anaudi Hernández. Con estos quizás encontraría respuestas en lo que a todas luces era una actividad de recaudación de fondos. Fue ignorado, dijo. 'Me fui con $2,500 menos y con mucha hambre', se escaparon algunas risas.
'Usted lo que quería era la conexión política', increpó en el contrainterrogatorio el abogado de Falcón, Francisco Adams. 'Yo no soy una persona política', dijo una y otra vez el testigo. No obstante, lo dejó en evidencia su primera impresión de Anaudi Hernández.
'Cuando ves a alguien sentado con el Gobernador a su derecha y Eder Ortiz a la izquierda, entiendes que tiene poder', sostuvo Crespo.
En comidas en el restaurante El Buen Café en Hatillo y en Pelayo's en San Juan fue que se reunió con el empresario Anaudi, declarado culpable de 14 cargos de corrupción, entre los que figura extorsión por miedo a daño económico.
Anaudi le indicó a Crespo que le debían $1 millón y que para gestionar la salida de ese cheque, le cobraría el 10%, equivalente a $100,000. En su testimonio, Anaudi confirmó que las ganancias se dividirían entre Eder Ortiz, Rey Rivera y él.Por la falta de fondo, elexcontratistaacordó pagarle a Anaudi la cifra que pedía pero luego de que le pagara su cheque.
Al final, Crespo le pagó unos $50,000 en seis cheques separados de $7,000 a $8,500, que quedaron en evidencia para mostrar en sala. En los cheques emitidos en mayo del 2013, aparece el nombre de la empresa IA MECH CHEM. Los $50,000 restantes los pagó en 25 fajas de $2,000 cada una, los cuales Rey Rivera guardó en un bulto a las afueras del banco.
En el juicio, Crespo admitió arrepentirse de haberle pagado a Falcón, a Ortiz, a Hernández. 'Yo fui el que trabajé y mis muchachos, no fue Eder ni ninguno de ellos', declaró el testigo.
Más adelante, Crespo demandó a la AAA por daños y perjuicios e incumplimiento de contrato, por lo cual exige $9 millones de retribución. Ya Crespo no tiene negocio y afirma que sufrió daño económico.
'No le pude pagar a la gente y tampoco recibí el dinero completo. Me vi forzado a vender el equipo que tenía. En mi casa no tenía agua ni luz, vendí los carros y perdí a mi pareja en el interín porque no es fácil vivir un año sin agua y luz', dijo el testigo con voz cortada.
Contradicciones y preguntas en el aire en testimonio de Crespo
El abogado de defensa de Marielis Falcón, licenciado Francisco Adams, comenzó su contrainterrogatoriopreguntándole a Crespo si había radicado planillas en el período del 2013 al 2014. Crespo contundentemente dijo que todos los años había radicado las planillas tanto suyas como de su negocio.
Sin embargo, Adamsle presentó en sala una certificación del Departamento de Hacienda que indicaba que no radicó planillas en ese tiempo, lo cual un dudoso Crespo adjudicó a su contador público. También, Adams demostró que Crespo incumplía con la ley al no retener el 7% de impuestos a las personas que subcontratabapor servicios personales.
Además, IA MECH CHEM, a pesar de tener abreviaturas de mecánica y química en sus nombres, no poseía personas con conocimiento, bagaje o experiencia en esas áreas. Al contrario, quienes único componían la compañía eran Crespo, su entonces esposa y su contador público.
En cuanto a la relación deFalcón con Crespo, Adams indagó sobre supuestas salidas a Cabo Rojo y a Cataño. Crespo negó haber salido con ella pero admitió que en Cataño, la ahora acusada estuvo presente.
Una pregunta que se quedó en el aire fue sobre dos cheques que Crespo emitió para Falcón en junio del 2013, luego de que este hubiese hecho su transacción conAnaudi y compañía, uno por $10,000, otro por $8,000, ambos dedicados a una supuesta remodelación. Crespo no respondió con certeza a qué se debió este cheque.
También, Adams intentó probar intenciones ocultas sobre las acciones que tomaba Crespo, al cuestionarle sobre sus intereses políticos y sobre si le interesaba ser millonario al ganar la demanda contra la AAA. Ambas cosas las negó el testigo.
Por último, se notaron contradicciones entre el testimonio de Crespo y el de Anaudi sobre cómo surgió la relación de negocio entre ambos. Crespo ubicó el primer acercamiento en el Hotel Vanderbilt, Anaudi en el Sheraton. Además, Anaudi nunca mencionó las reuniones en El Buen Café y en Pelayo's, ni habló de extorsión ni apuntó a Marielis Falcón.
Sí mencionó que Ivonne Falcón le explicó que habían surgido problemas con el contrato y los cheques de Crespo porque este 'no sabía llenar facturas' y facturaba más de la cuenta por servicios que no estaban descritos en su contrato. En un momento, Crespo se enteró que en la Autoridad consideraban que su contrato era 'un zafacón', donde se había desperdiciado mucho dinero.
El juicio continúa el lunes a las 9:00 a.m., cuando prosiga el contrainterrogatorio a Crespo en la sala 3 del Tribunal Federal de Hato Rey, presidida por el juez Pedro Delgado.