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Política

DCI no es el único cabildero cuestionable con contactos en PR

Uno de ellos está en la mirilla pública hoy.

Las movidas del cuestionable grupo de relaciones públicas y cabildeo DCI para acercarse a figuras rojas y azules del Gobierno de Puerto Rico en la lucha por el pago de la deuda de la Isla llaman la atención ahora, pero no son las únicas movidas de figuras cuestionables de la política federal.

Uno de ellos inicia hoy, lunes, su tercer día de espera por el veredicto de un jurado federal en relación a cargos radicados por evasión contributiva.

Los lazos de Paul Manafort con Puerto Rico remontan a la decada de los 80 cuando la Administración de Asuntos Federales (PRFAA) figuraba como uno de los clientes de la firma de consultoría Black Manafort Stone & Kelly. La firma cobró gran renombre pues sus socios, Charles Black, Roger Stone y Peter Kelly sirvieron como consultores políticos para la campaña presidencial de Ronald Reagan. Durante su carrera, Manafort se ganó el mote del 'cabildero de los torturadores' por su cartera de clientes internacionales que incluyó a dictadores, despotas y grupos guerrilleros.

Posteriormente, Black se convirtió en uno de los principales cabilderos para administraciones del Partido Popular Democrático (PPD), recibiendo $1,550,000 en contratos de su firma Black Kelly Scruggs Healey & Associates durante la administración de Aníbal Acevedo Vilá y $1,971,000 entre el 2013 y el 2016 durante la administración de Alejandro García Padilla, según el registro de contratos de la Oficina del Contralor.

No obstante, hasta hace poco y mientras era investigado por las autoridades federales, se reportó que Manafort consultó para un fondo del gobierno chino denominado 'the China Development Fund' y supuestamente perseguía una inversión de $30,000 millones en bonos de Puerto Rico e infraestructura crítica. Según trascendió en el portal Politico, el 12 de mayo del 2017 Manafort se reunió con representantes del gobierno de Puerto Rico y del China Development Fund en la ciudad de Nueva York por un espacio de cuatro horas.

Tres días antes de ese encuentro, el presidente Donald J. Trump estremeció la nación estadounidense al anunciar el despido del jefe del Negociado Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en ingles) James Comey, quien llevaba una investigación sobre los señalamientos de colusión entre la campaña presidencial del titular y el gobierno de Rusia. En un principio, el presidente Trump negó que el despido fuese motivado por la investigación de Comey, pero posteriormente dio reves y confirmó en entrevista con NBC News que lo despidió por la investigación.

Poco antes que Trump asumiera el poder de la nación estadounidense, Manafort y sus socios Carter Page y Roger Stone fueron señalados como individuos con lazos cuestionables con Rusia y bajo investigación por el FBI, reportó el diario The New York Times. Ya para marzo del 2017, el trio fue objeto de una investigación del Comite de Inteligencia de la Cámara federal.

Cinco días despues del encuentro entre Manafort y los representantes del gobierno de Puerto Rico, el 17 de mayo, el subsecretario del Departamento de Justicia federal, Rod Rosenstein, designó al exdirector del FBI, Robert Mueller III, como fiscal especial independiente en la investigación sobre Rusia y la campaña de Trump.

Durante la reunión, la cual supuestamente fue organizada por el empresario Hector Hoyos, el representante del China Development Fund, Benjamin Ng, indicó que interesaba adquirir entre $30,000 y $45,000 millones en deuda de Puerto Rico y posiblemente tambien la Autoridad de Energía Electrica (AEE). Aunque un abogado con conocimiento del asunto señaló que Manafort se mostró confiado de que lograría tal acuerdo, Hoyos rechazó el planteamiento y señaló que trajo a Manafort por su experiencia.

Según el medio digital, las conversaciones se disiparon posteriormente ante sospechas de ambas partes y falta de interes. Cinco meses despues, el 30 de octubre, Mueller III anunció la radicación de cargos contra Manafort y su socio durante la campaña presidencial, Rick Gates.

El gobierno alega que Manafort lavó millones de dólares mediante compañías fantasmas, evadiendo impuestos a la vez. Manafort se declaró no culpable y estuvo libre bajo fianza hasta el 15 de junio de este año cuando fue arrestado por intentar influenciar el testimonio de testigos del gobierno en el caso en su contra.

Como director de campaña de Trump, Manafort reclutó a Doug Davenport para ayudarlo en el esfuerzo que llevó a Trump a la presidencia. Davenport es parte del equipo de cabilderos de DCI Group a favor de los fondos buitre en la controversia por la deuda de Puerto Rico.

El 31 de julio comenzó el juicio contra Manafort, celebrado en el Tribunal Federal de Distrito en la ciudad de Alexandria en el estado de Virginia. El pasado martes fiscalía terminó su presentación y la defensa de Manafort optó por recesar, sin presentar testigos.

Manafort enfrenta 18 cargos por evasión contributiva y de obtener un veredicto de culpabilidad, podría enfrentar hasta 305 años en cárcel. El jurado comenzó a deliberar el pasado jueves.

Paul Manafort

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