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SAN JUAN WEATHER
Por Invitación

Qué estamos esperando?

Los severos y mortales efectos del cambio climático no son ya predicciones ni aproximaciones. Dejaron de ser teorías, el hecho no es debatible. Ya está ocurriendo. Así lo concluyó el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en ingles) en su informe del pasado mes de abril.

Los impactos esperados son de naturaleza tan catastrófica que se afirma que a la civilización como la conocemos le quedan apenas unas cuantas décadas de vida. Demasiado pocas para que los ya nacidos suframos lo que en otros tiempos parecían escenarios exclusivos de películas. Sequías, hambrunas, falta de acceso al agua potable e inundaciones por marejadas son solo algunos ejemplos de lo que nos espera. Los impactos, cuyos costes económicos asociados son astronómicos, fueron descritos como 'severos, constantes e irreversibles'.

El secretario de Estado de los EE.UU., John Kerry reaccionó indicando que 'al menos que actuemos de manera dramática y rápido, la ciencia nos señala que nuestro clima y estilo de vida están literalmente en peligro'.

Más recientemente, el Gobierno de los EE.UU publicó el National Climate Assesment, que aunque se concentra en su territorio nacional (Puerto Rico no aparece en gran parte de los mapas) hace algunas alusiones importantes sobre nuestro presente y futuro. La parte este de Puerto Rico, al igual que en el mapa del Servicio Geológico, evidencia que toda la porción este de la isla presenta sequía en lo que va del año.

Es pertinente mencionar algunas de las conclusiones del mencionado informe, que se refiere a impactos que ya están ocurriendo y que se estima empeorarán en las décadas venideras: calor extremo; sequías o lluvias excesivas al grado de causar daños; huracanes más poderosos; crisis en los abastos de alimentos; inundaciones costeras severas; la reubicación permanente de poblaciones enteras; daños a la infraestructura; falta de acceso al agua potable, entre otras.

No podemos pasar por alto que en las costas más vulnerables de Puerto Rico (norte y oeste) hay una densidad poblacional significativa. Tenemos que recordar además, que nuestra infraestructura más importante se encuentra dentro de las áreas demarcadas como sensitivas a las marejadas y ascenso en los niveles del mar. El aeropuerto internacional, plantas de procesamiento de aguas sanitarias y las termoeléctricas de la A.E.E. por mencionar solo algunas.

El informe enfatiza en la necesidad de que sus hallazgos sean informados a la ciudadanía para las acciones preventivas y de protección correspondientes. Qué pasa que aquí el tema (tratado repetidamente por todos los medios internacionales) no se toca ni de lejos?

En Puerto Rico creemos vivir en otro planeta, en otra galaxia. Un asunto de tal envergadura y urgencia debería estar discutiéndose a diario y el Estado implantando medidas de prevención inmediatas. Las más importantes, una política de siembra para el sustento de la población y su seguridad alimentaria (en lugar del monocultivo del siglo XIX con el que hoy se coquetea), embalses para el almacenaje de agua, sistemas de irrigación de cosechas y la remoción de estructuras en las costas más vulnerables.

Habrá notado la falta de lluvia que ha padecido la zona norte en lo que va del año, o las temperaturas tan altas que nunca llegaron los 'aires navideños', léase nuestro invierno. Con estos patrones es de esperarse que muy probablemente y de manera repetida, volveremos a los tiempos del racionamiento del agua. Por qué no se le informa al país, por qué no se está exigiendo la limitación en el uso del recurso? El gobierno conoce la respuesta.

El mar ha ocupado nuestras costas a niveles alarmantes. Pase por Rincón, Vega Baja, o más cerca, por Isla Verde, entre otros, y encontrará que donde una vez hubo una playa robada al pueblo, hoy yacen estructuras hechas pedazos, abatidas como cadáveres que atestiguan el crimen.

Como bien aseverara el profesor de física de la Universidad M.I.T., Alan Lightman: 'Nuestra preocupación debería ser protegernos, porque solo nos tenemos a nosotros para hacerlo'. Estando rodeados por el mar, en una isla en avanzado estado de erosión e inundaciones costeras, nuestra preocupación debe ser aún mayor. La advertencia mundial está dada y nosotros, qué estamos esperando?

Los tiempos de negación e ignorancia deben ser trascendidos. Continuar como el avestruz equivale al suicidio colectivo.

Puede descargar el informe en el siguiente enlace: http://nca2014.globalchange.gov/downloads y el del Panel Intergubernamental en este: http://ipcc-wg2.gov/AR5/report/final-drafts/

*La autora es catedrática en la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana y enseña las materias de Derecho Ambiental, Introducción al Derecho y Responsabilidad Profesional.

 

Estructura en Rincón afectada por el aumento del nivel del mar. (Suministrada)
Foto:
Estructura en Rincón afectada por el aumento del nivel del mar. (Suministrada)
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Estructura en Rincón afectada por el aumento del nivel del mar. (Suministrada)
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