Recientemente en nuestro hogar se nos daño una cafetera expresso cuyo costo de reemplazo estaba en los $50. En el pasado, lo común era salir corriendo y comprar una nueva. Pero como dirían en Cuba estamos viviendo en un Período Especial y no podíamos darnos el lujo de comprar una nueva, así que me puse a buscar las alternativas de poder reparar la misma.

Cuando acudo al centro de servicio de la cafetera en Puerto Rico y le hacen un diagnóstico lo que encontraron fue que la misma estaba tapada y el arreglar la misma costaba sólo $15.

Por eso cada día más los consumidores nos hacemos la siguiente pregunta: Lo boto o lo arreglo?. Esto sucede cuando se nos daña algún enser eléctrico, el vehiculo de motor o la ropa. Quién diría que los consumidores nos estaríamos haciendo esta pregunta? Todos recordamos que en la época de la abundancia si algo se dañaba lo primero que uno hacía era ver dónde estaría comprando el nuevo. Ahora muchos consumidores desconocen cuándo es meritorio arreglar o no el bien dañado.

En una economía que vive del consumo, donde los productos se hacen prácticamente desechables, la falta de conocimiento de los consumidores sobre las posibilidades de poder reparar el bien los llevan en muchas ocaciones a deshacerse del mismo, acudir a la tienda a comprar uno nuevo, haciendo malabares cuando no contaba con el dinero presupuestado para hacerlo.

En www.doctorshoper.com nos hemos dado a la tarea de ofrecerles unos consejos que le sirvan de herramientas en determinar si lo bota o lo arregla.

-Buscar si el producto tiene o no remanente en su garantía por el fabricante, o por un contrato de servicio mejor conocido como garantía extendida. Ver si la reparación del problema lo cubre la misma. Importante tener copia del recibo de compra y de registrar el producto con el manufacturero.

-Buscar si existen centros de reparación accesibles. Esto lo puede hacer a través de las siguientes fuentes de información: guía telefónica, por el internet visitando la página del manufacturero del producto, o por referencia de otra persona.

-Determine si reparar el producto cuesta básicamente los mismo que comprar uno nuevo. Esto sucede mucho en los efectos electrónicos, por ejemplo, en los televisores. En www.doctorshoper.com recomendamos que hasta un 60% de lo que costaría uno nuevo vale la pena repararlo.

-Determine el tiempo que estaría el producto en reparación versus el tiempo que estaría dispuesto a sacrificarse de no tenerlo disponible.

Un dato significativo que encontramos en nuestra averiguación en www.doctorshoper.com para determinar si lo boto o lo reparo fue que muchos electrodomésticos manufacturados en el pasado, como por ejemplo licuadoras, fueron hechas de mejor calidad que las del presente, lo cual significa que reparar las mismas es una alternativa a considerar.

Si nos vamos al renglón de la ropa existen buenos sastres y costureras que podrían servir como alternativa para evitar botar la misma. Un ejemplo de esto es cuando aumentamos una libritas y salimos como locos a comprar pantalones nuevos. Cuando los que usted ya tiene se les puede soltar algunas pulgadas. O cuando se les gasta la suela a uno zapatos caros y con poco dinero, en comparación con el comprar uno nuevo, usted puede ponerle suelas nuevas y seguir con un buen par de zapatos.

El poder arreglar cualquier artículo dañado además de ser un alivio a su bolsillo también alivia el ambiente ya que es uno menos que llega al vertedero.

Para mas información puede visitarnos en nuestra página www.doctorshoper.com, así como sintonizarnos de lunes a viernes a las 2:00 pm por la Cadena del Consumidor (WQBS 870 am, WGIT 1660 am y WUPR 1530 am), además de por www.wqbsradio.com.