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Salud

Cuestionado el potencial cierre total

Otro 'lockdown' provocaría el cierre de negocios y que miles de personas pierdan sus empleos.

Muchos restaurantes podrían cerrar si se decreta otro cierre total.
Foto: Archivo

Otro cierre total de la actividad pública en Puerto Rico sería “nefasto” y “detrimental” para las industrias de los restaurantes y el turismo, y tendría como consecuencia una nueva ola masiva de despidos.

Así reaccionaron por separado Ramón Leal, expresidente de la Asociación de Restaurantes (ASORE) y Tomás Ramírez, vicepresidente de la Asociación de Dueños de Paradores de Puerto Rico, a las expresiones del secretario de Salud Lorenzo González, quien ayer anticipó la posibilidad de que se vuelva a un ‘lockdown’ completo al concluir la actual orden ejecutiva el 2 de octubre, debido al alza en el número de casos de COVID-19 que han llegado a una alerta naranja.

"Los números nos ponen en una alerta naranja, que es mucho más restrictivo que lo que iniciamos en esta orden ejecutiva. Si los números siguen como se estaban proyectando deberíamos ver restricciones en la próxima orden ejecutiva. Si seguimos viendo estos números podríamos ir al nivel crítico y el nivel crítico es un 'complete lockdown”, manifestó González el lunes en una entrevista radial (Noti Uno).

Ante estas expresiones, la reacción del sector empresarial fue contundente.

“Muchos negocios no van a aguantar otro cierre. Con la gran cantidad de restaurantes que hay cerrados, estarían cerrando aun más. En este momento pensamos que es prematuro tomar una decisión que tendría un impacto nefasto en la industria de los restaurantes y en sus empleados. Con otro cierre total podríamos dejar en la calle otra vez de 15,000 a 20,000 personas. Estamos hablando de empleos directos e indirectos”, dijo Leal a NotiCel.

"Un cierre de la actividad económica turística sería detrimental para el sector y para Puerto Rico. Estamos hablando de sobre 80,000 empleos, sobre 6,000 empresas, la mayoría (de los paradores) son pequeñas y medianas empresas. También para los ingresos del gobierno, ya que la industria turística genera sobre 60 millones mensuales de ingresos al erario”, expresó por su parte Ramírez.

Leal agregó que por los pasados meses muchos comerciantes han estado haciendo un gran esfuerzo por mantener sus restaurantes operando, pero con otro ‘lockdown’ podrían cerrar permanentemente.

“Lo que hemos visto es que ha habido una mezcla de restaurantes que abren y cierran, porque muchos de los restaurantes cuando le cambian el por ciento (de capacidad) no hace sentido mantenerlos abiertos especialmente si no tienen servicarro. Hasta la ultima orden ejecutiva no podíamos vender bebidas alcohólicas después de las siete de la noche, no podíamos vender alcohol los domingos, no podíamos abrir los comedores los domingos. Entonces todas esas restricciones hacían que muchos restaurantes no abrieran. Se estima que va a haber alrededor de un 30 por ciento de restaurantes que cierren de manera permanente en el 2020. Y eso ya se esta viendo”.

El vicepresidente de International Restaurant Services dijo que la actual orden ejecutiva “le ha dado un respiro” a la industria de los restaurantes y ellos han puesto de su parte para no volver atrás a lo que fue la primera orden ejecutiva emitida en marzo por la gobernadora Wanda Vázquez Garced.

La orden ejecutiva vigente permite hasta un 50% de capacidad en los comedores, así como apertura hasta las 10:00 p.m. y los domingos (incluyendo la venta de bebidas alcohólicas).

“La industria de los restaurantes en Puerto Rico fue una de las primeras en preparar y presentar el protocolo al ‘task force’ y a la gobernadora personalmente. Ese protocolo se hizo con unas restricciones muy por arriba de las que tenían en Estados Unidos en ese momento. Y hubo muchas empresas que fueron más allá. Incluye recomendaciones del CDC, la FDA, el USDA, el protocolo de Salud para todo Puerto Rico y es más restrictivo que en Estados Unidos, ya que el uso de la mascarilla es un requisito así como el distanciamiento social. Por eso pensamos que como industria hemos sido responsables y hemos cumplido con los requisitos del gobierno”.

Leal espera que la información que recopile el gobierno en los próximos evite ese ‘lockdown’.

“Hay que ver como se comporta (los números de contagios, hospitalizaciones y muertes) para ver que procede basado en esa data. Es de gran preocupación que se esté hablando de cierre total cuando estamos ya a más de seis meses de este proceso”.

Los paradores no son el problema

Ramírez afirmó que los paradores llevan operando solo dos fines de semana, por lo que no pueden ser contados en el aumento de los contagios.

“El crecimiento de casos que estamos viendo no está directamente relacionado a la industria de hoteles y paradores, son casos que vienen de antes. Así que cuando escuché al secretario de Salud, a quien conozco y respeto, hablando al respecto, me sorprendió ya que los hoteles y paradores endosados llevamos solamente doce días abiertos”, dijo Ramírez, quien apuntó hacia otro tipo de actividad turística como una que puede propiciar los positivos al virus.

“Necesitamos vigilar todos los alojamientos independientes y las casas de renta a corto plazo (Airbnb). En estas casas están ocurriendo fiestas de grupos de 20 a 30 personas y por las razones que sea, el gobierno no ha querido intervenir con ellas. Se le ha notificado, se han identificado y no han querido tomar las acciones pertinentes”.

Según Ramírez el pasado fin de semana los paradores estuvieron ocupados casi en su totalidad, lo que es una muestra del golpe económico que sería un nuevo cierre total.

“Abrimos el fin de semana anterior con un 40 porciento (de ocupación). El fin de semana pasado estuvimos al 100 porciento en la gran mayoría y algunos un 70 a 80 porciento. Y este fin de semana que viene anticipamos un 60 porciento de ocupación”.

El lunes en la mañana el Departamento de Salud reportó cuatro muertes por coronavirus, 88 casos positivos confirmados y 36 sospechosos. Eso elevó el total de contagios durante la pandemia a 20,399.

Graduado de Comunicaciones en el 1998 en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico en su natal Ponce. Desde ese año labora como periodista con experiencia en radio, televisión, prensa escrita y digital.