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A veces la vida está a la vuelta de la esquina

Hace apenas 11 años Faustino Rosario, un porteador público retirado del pueblo de Carolina recibió el mejor regalo que se puede recibir, una nueva vida. Faustino sufrió un ataque al corazón en abril de 1986 que fue el comienzo de su deterioro físico. Ese ataque desencadenó en una cardiomiopatía dilatada que lo llevó al punto de necesitar un trasplante de corazón. Su vida se apagaba, funciones sencillas eran ya casi imposibles de realizar para el. Hasta caminar era un reto. Llegó el momento en que no salía de su casa para nada que no fueran sus citas medicas y en un momento dado entró al hospital y quedó recluido.

Mientras Faustino esperaba por ese corazón que lo devolvería a la vida, muy cerquita de él, otra familia lloraba la partida de un ser querido. Tan cerca como a dos calles de su casa, una tía sufría la muerte de su sobrina en un hecho de violencia doméstica. Esa familia dijo sí a la donación y gracias a ese gesto Faustino puede hoy disfrutar de la vida, de su familia y servir como voluntario en LifeLink de Puerto Rico llevando a otros el mensaje de la importancia de donar nuestros órganos y tejidos cuando ya no los necesitemos.

La historia no termina ahí, porque la vida le deparaba más sorpresas. Faustino recibió su trasplante el 19 de febrero de 2003 en el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe. Cuando aún no terminaba de recuperarse de su trasplante ya su familia sabía de dónde provenía su nuevo corazón. La familia del donante de había comunicado con la familia de Faustino y les habían expresado su deseo de conocerlo. Ese maravilloso encuentro se dio y lo que en un momento fue un inmenso dolor se convirtió en el más milagroso proceso de sanación para la familia del donante. Ahora Faustino conoce a 'su familia del corazón' como él les llama y se mantiene en constante comunicación con ellos. Dice tener una deuda moral con esta familia porque gracias a ellos él vive. Faustino vive su vida a plenitud, disfruta de sus hijos y de sus nietos. Es un hombre alegre que siente y vive su recuperada salud.

Esta hermosa casualidad que llenó de alegría a Faustino y a la familia de su donante no es lo común. El proceso de la donación es uno completamente confidencial en el que ambas partes – la familia del donante y el recipiente – tienen que estar de acuerdo en conocerse. Para que pueda llevarse a cabo ese encuentro, es necesario que haya transcurrido un año desde el momento de la donación. Una vez transcurrido ese año, deberá comenzar un proceso de comunicación en el que ambas partes participen y es decisión de ellos el posterior encuentro. Tienen ambas partes que estar de acuerdo. En muy importante conocer este proceso ya que dada la cobertura mediática, muchas personas piensan que este no es un proceso confidencial.

Para obtener más información sobre como donar órganos y tejidos cuando ya no los necesite comuníquese a LifeLink® de Puerto Rico a través del 1-800-558-0977 a puede acceder a la página de internet www.lifelinkfound.org.