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Tecno

Robots no acabarán con el trabajo, pero urge prepararse para el futuro del empleo

Informe de MIT llama la atención sobre tendencias en la digitalización y robótica que las plataformas de los partidos no atienden directamente.

La robótica, inteligencia artificial y digitalización van a galope transformando industrias completas en todo el mundo y planteando el temor de que su avance acabe con la fuerza laboral, pero un estudio de referencia sin precedente publicado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) concluye que estos desarrollos tecnológicos no solo eliminan empleos sino que los crean, pero se requiere política pública y legislación para minimizar el impacto negativo en la fuerza laboral.

El estudio, “The Work of the Future: Building Better Jobs in an Age of Intelligent Machines”, fue publicado la semana pasada y es materia de discusión a nivel mundial. Abarcó en su equipo editorial a 18 profesores de MIT, una junta asesora de 22 personas, 14 investigadores académicos y 20 estudiantes graduados.

“El apocalipsis laboral empujado por robots no está en el horizonte inmediato. A la vez que quita empleos, la tecnología provee nuevas oportunidades, alrededor de 63% de las ocupaciones que existían en 2018 no existían en 1940”, se indica en el estudio al tiempo que advierte que, sin embargo, que hay que desarrollar políticas públicas para evitar lo que la automatización ha provocado en los Estados Unidos, que los ingresos laborales estén extremadamente polarizados con los empleos de cuello blanco y alta especialización llevándose la mayor parte de los beneficios y la clase media socavada.

La pandemia es un tipo de adelanto en la medida en que los trabajadores más diestros en tecnología, con acceso a equipo e internet y con ocupaciones que dependen más de destrezas creativas e intelectuales que manuales han podido generar una permanencia en su empleo, mientras que los obreros que dependen de destrezas manuales que tienen que realizarse en conjunto con otros se han visto más afectados.

Algunas de las áreas que hay que examinar para que la sociedad y la fuerza laboral se adapten al nuevo mundo laboral incluyen: aumento de salario mínimo (posiblemente atándolo a la inflación), refuerzo de la red social (servicios esenciales gratuitos de parte del gobierno), darle más protecciones a los empleados frente a sus patronos (lo contrario al empleo “at will” que comenzó a implantar el exgobernador Ricardo Rosselló Nevares a instancias de la Junta de Control Fiscal), revisión a la forma en que se calcula el seguro por desempleo para acomodar modos de empleo como el “freelancing”, hacer más favorable la sindicalización, y reconfigurar el ecosistema de educación para que, en vez de tener como meta solo darle educación universitaria en un área del conocimiento, que sea un sistema enfocado en impartir de manera rápida las destrezas nuevas que el mercado comenzará a requerir a lo largo de toda la vida del trabajador.

Al mirar las plataformas de los cinco partidos que concursaron en las elecciones generales del 3 de noviembre pasado en Puerto Rico, y que todos tendrán representación en la legislatura del próximo cuatrienio, se nota que ninguno aborda directamente los escenarios y alternativas que se definen en el estudio (que salió final el 17 de noviembre pero su tema se discute hace meses en círculos empresariales y laborales del mundo).

Distinto a otras jurisdicciones, Puerto Rico tiene una oportunidad única para introducir políticas públicas y estrategias que modernicen el área laboral debido a la inyección de fondos federales para la reconstrucción por los huracanes Irma y María. Pero los programas de gobierno que tocan esta área no tienen planteamientos directos y abarcadores sobre esto.

“Fortaleceremos los adiestramientos y capacitación laboral y vocacional para dotar a la ciudadanía con las destrezas y conocimientos laborales correctos para los trabajos del Siglo 21”, indica el programa del gobernador electo, Pedro Pierluisi, del Partido Nuevo Progresista (PNP), en lo que puede ser su expresión más concreta sobre este tema. Por su parte, el Partido Popular Democrático (PPD), que perfila como la mayoría en la legislatura, plantea “crear el ambiente necesario, dentro del ecosistema industrial, para servir de centro de diseño y desarrollo de nuevas tecnologías”, lo que conlleva “elevar el grado de conocimiento a nivel vocacional para proveer el capital humano que se requiere para poner en práctica esta nueva manera de llevar a cabo los procesos industriales”.

El programa “Patria Nueva” del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) propone “[r]estituir los derechos usurpados a la clase trabajadora -tanto en el sector público, como en el privado- mediante las ‘Reformas Laborales’ del 2017”, mientras que el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) también propone derogar esa reforma de 2017 pero añade objetivos más específicos, y más cónsonos con lo que recomendó MIT, en materia de sindicalización de empleados en el sector privado y de atar el salario (y las pensiones) a la tasa de inflación.

Proyecto Dignidad no propone en su plataforma medidas que directamente atiendan la digitalización del trabajo pero buscan “medidas dirigidas a la industria privada y al sector público para que eduquen a sus empleados y profesionales, brindándoles herramientas para el ahorro; y equiparlos para la planificación y seguridad financiera en el retiro”.

El estudio de MIT tiene seis conclusiones:

1) El cambio tecnológico reemplaza ocupaciones, sustituyéndolas con nuevas, pero no elimina el trabajo. Lo que sí ha generado el cambio es polarización de salarios, con la productividad de los Estados Unidos aumentando desde 1978 en 66%, pero la compensación solo 10%. De la misma manera, los empleos de destrezas mínimas en Estados Unidos pagan solo 79% de lo que pagan empleos similares en Canadá, 74% en Inglaterra y 57% en Alemania. Para Puerto Rico, la comparación es aún peor ya que la mediana de ingreso por familia aquí es una tercera parte de lo que es a nivel de todo Estados Unidos.

2) El impacto de la tecnología es gradual. La mayoría de las veces son innovaciones para complementar las destrezas de los empleados y no para sustituirlos completamente. Por tanto, hay una oportunidad para que los diseños de la nueva tecnología se hagan de manera que tengan el mayor beneficio social.

3) El aumento en productividad laboral no se ha traducido a aumento en ingresos porque han fallado las políticas públicas laborales y las instituciones que las manejan. Si la transformación laboral de hoy se sigue atendiendo con políticas diseñadas para el siglo pasado, se repetirá la desigualdad entre producción e ingresos. El ingreso bruto por hora ajustado de un obrero de destrezas mínimas en Estados Unidos en 2013 promedió $10.33, pero promedió $24.28 en Dinamarca, $18.18 en Alemania y $17.61 en Australia.

4) Mejorar la calidad de los empleos requiere innovación de las instituciones del mercado laboral. Esto incluye una reestructuración del salario mínimo y el seguro por desempleo, así como más protección sindical, formas de sindicalización que vayan más allá del sistema actual de uniones y fomentar la representación colectiva de ocupaciones como los cuidadores, trabajadores agrícolas y contratistas independientes.

5) Fomentar la oportunidad y movilidad económica requiere cultivar y refrescar las destrezas de los trabajadores. La constante adquisición de destrezas debe ser algo accesible y costoefectivo, con herramientas como la educación en línea, instrucción supervisada por máquinas y ambientes educativos de realidad virtual y aumentada. Esto es especialmente importante para los trabajadores sin grado universitario.

6) Invertir en innovación acelera la creación de empleos, el desarrollo y la capacidad de responder a retos competitivos. Pero en Estados Unidos la parte pública de esa inversión ha bajado de 40% en 1985 a 25% en 2015, por lo que se hace un llamado a que el gobierno vuelva a invertir fondos públicos en innovación para investigación tecnológica, para que la innovación llegue a más lugares de la federación y para que existan políticas de inversión no solo de capital sino en empleados.

Para ver el informe de MIT, pulse aquí.

PDF: Final Report “The Work of the Future: Building Better Jobs in an Age of Intelligent Machines”
Periodista y abogado con 25 años de experiencia. Cofundador, o miembro de los equipos fundadores, de NotiCel, el Centro de Periodismo Investigativo, Red 96, Primera Hora y El Nuevo Día Interactivo.