Luego del testimonio de la policía municipal con quien sostuvo una relación amorosa y con quien transó una demanda por acoso sexual, el exalcalde de Guaynabo, Hector O'Neill García, renunció a su derecho a vista preliminar, razón por la cual la jueza Sariely Rosado Fernández le encontró causa para juicio.

Los siete cargos se componen de cinco imputaciones graves entre violentar la Ley 54, en su modalidad de maltrato y agresión sexual, la Ley de Ética Gubernamental, por aprovechamiento de su posición para obtener beneficio sexual, y al artículo 144 del Código Penal.

A eso se suman dos cargos menos graves de exposición deshonesta y acoso sexual, por lo que podría recibir una condena de al menos 25 años de cárcel.

Al repasarle los derechos a los que dimitía, la jueza Rosado Fernández preguntó al acusado si había sido amenazado o intimidado para tomar la decisión, cosa que fue respondida a la negativa.

'¿Lo está haciendo de forma libre, inteligentemente y voluntaria?', añadió la magistrada.

'Inteligentemente', contestó O'Neill García, siendo estas las únicas expresiones que emitió en el Tribunal de Primera Instancia de Bayamón.

Así las cosas, la lectura de acusación de O'Neill García será el 24 de mayo, mientras que su juicio tendrá lugar el 28 de junio.

El anuncio llegó al reanudarse la vista preliminar del jueves, luego de un receso.

La magistrada Rosado Fernández ordenó la pausa para que la representación legal del exfuncionario --Harry Padilla y Melanie Carrillo Jimenez-- revisara una serie de documentos sometidos por el ministerio público.

De inmediato no se especificó el contenido, pero más adelante se reveló que fueron la motivación principal para que O'Neill García tomara la decisión de renunciar a la vista preliminar.

Padilla apuntó a que haría unos 'planteamientos de derecho' sobre los datos para refutarlos, pero no quizo entrar en detalles. Solo añadió que se trataba de más de 40 documentos voluminosos, que podrían incluir expedientes de personal y declaraciones juradas.

'A eso de las once de la mañana, el señor fiscal nos entregó una serie de documentos. Entendimos que la posición más adecuada para resolver este asunto era hacer unos planteamientos de derecho a raíz de esos documentos y otros documentos que hay un compromiso con el fiscal de entregarnos', declaró Padilla a su salida de la sala.

Padilla rechazó la percepción de que se tratara de un primer paso hacia una negociación con el Panel del Fiscal Especial Independiente (FEI), o que fuera una determinación reaccionaria al testimonio de la policía municipal Yentamine Díaz Zayas.

Díaz Zayas fungió como la testigo principal de fiscalía, ya que es la primera denunciante sobre la conducta de O'Neill García. Según descrita en sala, la relación de cuatro años entre ambos fue 'violenta'.

'No es el testimonio porque ella no dijo nada. Eso lo tengo yo en los documentos desde el primer día. En mi ánimo, no pesó en nada eso', aseguró el licenciado.

Testigo irrumpe en llanto tras ver a O'Neill

Al entrar en sala, Díaz Zayas irrumpió en llanto en dos ocasiones tras reencontrarse con su presunto agresor, cosa que suscitó un receso.

'¡Yo no quiero verlo, honorable! ¡Por favor!', exclamó Díaz Zayas. La víctima estuvo acompañada por una intercesora de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres.

En todo momento, O'Neill García la miraba fijamente, con la frente en alto.

La silla que ocupaba la testigo fue acomodada de tal manera que no pudiera mirar directamente al exfuncionario. Del mismo modo, el fiscal Guillermo Garau Díaz se mantuvo posicionado frente al podio para que su cuerpo bloqueara posibles miradas entre la mujer y el imputado.

La testigo relató cómo conoció al exalcalde y la manera en que surgió la relación amorosa entre ambos.

De acuerdo a Díaz Zayas, su primer encuentro con el exfuncionario se dio en el 2009, año en que comenzó a laborar como supervisora de la División de Reglamentación de Asuntos Ambientales, con solo 20 años.

Entre sus tareas diarias se encontraba el manejo de cuatro trabajadores, la coordinación de querellas sobre el ornato del municipio y aquellas referentes a permisología y patentes.

La mujer solicitó la ayuda del entonces alcalde para matricular a su hija con necesidades especiales en el 'head-start' de Guaynabo. Según el recuento, O'Neill García le preguntó si tenía novio y le pidió el número de telefono con el pretexto de comunicarle los arreglos en favor de la niña y su cuidado.

'Yo le di el número de mi casa. Él llamó en la tarde y contestó mi mamá. Ella le dio mi número celular y ahí empezó a llamarme', aseguró Díaz Zayas.

La niña fue aceptada al 'head-start'. Entonces, durante las llamadas que se tornaron más frecuentes, O'Neill García le preguntó a Díaz Zayas si esta 'quería ver su oficina' en forma de 'tour', cosa que la testigo rechazó.

Ante la insistencia, Díaz Zayas accedió. 'Se me acercó e intentó besarme en su oficina. Dije que no y luego me fui. Él me pidió disculpas y dijo que no volvería a pasar', contó la mujer.

Posteriormente, una ayudante especial del exalcalde --identificada como Yolanda Rodríguez-- era quien llamaba a la mujer policía para concretar citas para almorzar o cenar entre O'Neill García y Díaz Zayas. De acuerdo al relato, la ayudante especial tambien asistía a esos encuentros.

'Accedí a la relación por miedo a perder mi trabajo. Él era tan poderoso, yo le tenía terror. Al año, la relación se tornó violenta. Él me golpeaba y me obligaba a tener relaciones sin que yo quisiera', expresó Díaz Zayas, antes de irrumpir en llanto nuevamente.

Al inicio de los hechos, la alegada víctima constató que el exejecutivo municipal tenía entre 64 y 65 años y estaba casado.

La relación duró unos cuatro años, con punto final en octubre de 2013. Al hacerlo, Díaz Zayas afirmó que fue relevada de su título como supervisora.

Pese a que el Tribunal Supremo permitió la transmisión por televisión, radio, Internet y Twitter de la vista, la visualización de los testimonios contaba con especificaciones particulares, como el de la policía municipal.

En su caso, los recursos de imagen tanto del Tribunal de Bayamón como de la prensa no tenían permitido grabarle el rostro. La única herramienta en esa instancia era el audio. Por tal razón, la prensa fue trasladada a un salón aledaño para escuchar los procesos.

Al culminar la vista, el fiscal Garau Díaz y su compañera Leticia Pabón Ortiz confirmaron que la testigo estalló en llanto, pero relató con firmeza.

'Estaba llorosa, pero estaba testificando muy bien y muy coherente. Hubo que tomar un receso, pero estaba bien', señaló Garau Díaz.

Por otra parte, ambos no mostraron asombro por la decisión de la defensa y se reafirmaron en la solidez de su caso contra O'Neill García. Asimismo, subrayaron la existencia de apertura para la negociación, pero 'nosotros estamos preparados para verlo [en juicio]'.

De continuar el curso de la vista preliminar, el ministerio público hubiera sentado a al menos diez testigos y sometió 12 documentos de prueba.

O'Neill García aún porta el grillete que le fue puesto a mediados de diciembre del año pasado.