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Reseña: El Caballero Negro se levanta en alta definición (galería)

Imágenes cristalinas de un secuestro aéreo inician el torbellino de acción y suspenso que nuevamente pone en peligro a la ciudad Gótica. Rompiendo su propio récord, The Dark Knight Rises, la última cinta de la trilogía del director Chistopher Nolan, fue filmada en su mayoría utilizando la tecnología de las cámaras IMAX cuyos efectos transportan al espectador a un mudo de alta definición y gran impacto visual.

En esta tercera película, ocho años de paz en la ciudad han sumido al hombre murciélago en un abismo de depresión, enfermedad y remordimiento. Atormentado por la muerte de su amada Rachel y asumiendo el antagonismo de quitarle la vida a Two Face, el millonario Bruce Wayne, interpretado nuevamente por Christian Bale, ha envejecido, está cojo y amargado.

Bane, un corpulento y perspicaz terrorista representado por Tom Hardy, logra sacar a Wayne de su encierro cuando se apodera de una bomba nuclear. A diferencia de otros villanos, Bane es físicamente superior a Batman, pero el carácter burdo del personaje lo hace aburrido y predecible en ocasiones.

La siempre veraces actuaciones de los veteranos Michael Caine, como Alfred el mayordomo, Gary Oldman, como el comisionado Gordon y Morgan Freeman, como el artillero y confidente Lucius Fox, mantienen el interés y la autenticidad de una trama que al complicarse detiene la tensión y a veces resulta morosa.

Gatúbela, invariablemente egoísta y traicionera, reaparece personificada por Anne Hathaway, quien logra proyectar la prepotencia del personaje pero se queda corta en la sensualidad que debe tener una 'femme fatale'. A la antagonista femenina se le une la exquisita Marion Cotillard como Miranda Tate, una aparentemente inofensiva socialité con una agenda oculta. En medio de magnas explosiones las pelinegras aportan su dosis de encanto aunque carecen del erotismo perverso del felino encarnado por Michelle Pfeiffer en Batman Returns.

Un policía buenazo interpretado por Joseph Gordon-Levitt hace del héroe humano, caritativo, y abre la posibilidad de que en una secuela (sin la dirección de Nolan) regrese como Robin.

En secuencias estruendosas de acción se destruyen aviones, edificios, puentes y un campo de fútbol, dejando humeante la ciudad Gótica. Entre otros efectos especiales espléndidos, en este film el Batimóvil es más bien un cohete que atraviesa los cielos.

Al igual que varios de los actores, el director de fotografía Wally Pfister es ganador de un Oscar, y su enfoque magistral se hace presente desde esa primera escena del avión sobrevolando los campos de Inglaterra. Los encuadres de las imágenes de la India, Escocia, Nueva York y los Ángeles, añaden belleza a los efectos especiales. En Puerto Rico, sin embargo, no tenemos cines con pantalla IMAX así que no tendremos la visión de Nolan con 100% del impacto intencionado. Pero si recuerda lo logradas que estuvieron las escenas de Tokío en la segunda entrega, The Dark Knight, sabrá lo que le espera.

Aunque con algunos desaciertos en los giros del libreto y las actuaciones, el largometraje inspirado en los personajes de DC Comics hay que verlo en la pantalla grande. En esta película, diferente a las demás del Caballero Negro, la vulnerabilidad del ser humano rebasa la grandeza del héroe, retratando lo que es hacer el bien sacrificando la vida misma.