Concierto de Madonna: Pulseras rosas para apoyar minorías sexuales rusas
San Petersburgo - Madonna repartirá hoy pulseras rosas en el concierto que ofrecerá en San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia, para que el público exprese su apoyo a las minorías sexuales.
'La pulseras serán parte del espectáculo. Estad preparados para levantar las manos en señal de apoyo', se afirma en la página web de la cantante estadounidense, que ha pedido respaldo para el colectivo de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales de San Petersburgo.
El concierto de hoy será el segundo de Madonna en Rusia en el marco de la gira mundial para presentar su nuevo álbum M.N.D.A. y se celebrará en medio de protestas de grupos conservadores, que acusan a la cantante de hacer propaganda de la perversión.
El Sindicato de Ciudadanos Rusos (SCR) convocó para esta noche a un mitin contra Madonna en la Plaza de Palacio, que incluye la bendición del lugar por un pope.
'Ha llegado la hora de bendecir la plaza', dijo un portavoz del SCR, en alusión a que en ese emblemático sitio tuvo lugar el primer concierto de Madonna en la antigua capital de los zares.
El SCR, que se pronuncia contra el 'genocidio de la moral' y asegura que los extranjeros no tienen derecho a enseñar normas de vida a los rusos, al tiempo que sostiene que la cantante es un 'arma ideológica de Occidente'.
Madonna podría ser incluso multada por hacer propaganda homosexual durante su concierto en San Petersburgo, cuyo Gobierno aprobó este año una ley que prohíbe promover las actitudes y comportamientos de las minorías sexuales.
Este martes, en su presentación en Moscú, Madonna también generó polémica al pedir abiertamente la liberación de las tres componentes del grupo punk ruso Pussy Riot que son juzgadas por cantar en la catedral de Cristo Salvador contra el presidente ruso, Vladímir Putin.
Horas antes, Madonna ya había pedido a Putin que perdonara y liberara a las componentes de Pussy Riot, que podrían ser condenadas a varios años de cárcel.
'Madre de Dios, echa a Putin', decía la canción interpretada en el templo por el grupo punk, en cuya defensa han salido los opositores rusos y numerosas estrellas de la música como Sting, Peter Gabriel o Red Hot Chilli Peppers.