Ser atrevido puede significar la diferencia en un viaje de placer
Sin estar en nuestra agenda ni tener la información de antemano de repente nos encontramos con un sarcófago con los restos del profeta Juan el Bautista en el museo ''The Residence'' en Munich.
Estas sorpresas de gran valor cultural se presentan al viajero que en adición a lo planificado, se aventura a indagar, improvisar y rebuscar a los alrededores a donde viaja, en adición a dejar salir el niño que se lleva a dentro cuando las circunstancias lo permiten.
Esta filosofía nos ha acompañado durante los últimos 12 años en nuestros viajes a la mayor parte de los países europeos y hemos experimentado experiencias y sensaciones de mucho enriquecimiento personal. No importa la duración, destino o si viaja en excursión o turista independiente, está a su alcance decisiones y comportamientos que al final de la experiencia le ofrecerá una sensación mayor de disfrute y menos remordimiento por no atreverse.
Como turista independiente surgen experiencias bien diferentes a las que se dan en los viajes con grupos(clarificando que en ningún momento subestimo la utilidad y necesidad de viajar en excursiones organizadas y que estas son la mejor opción para muchas personas.). Entre las ventajas de viajar individual, están que te permite por ejemplo, disfrutar a cámara lenta salas de museos, sentarte a disfrutar un mantecado o una cerveza en algún local poco turístico, merodear por calles y vecindarios de interés que no están al alcance del turista tradicional, visitar pueblitos y villas pequeñas que intentan ser mantenidas en secreto para evitar las avalanchas de turistas, participar de alguna actividad religiosa en su Iglesia de predilección y muchas otras actividades que te permiten saborear mas de cerca la cultura y las costumbres del diario vivir del lugar visitado.
Ahora bien, este tipo de experiencia requiere dejar la timidez, prejuicios y miedo a un lado y atreverse a indagar y a preguntar superando el temor a no ser correspondido. Es de gran ayuda llevar por escrito palabras y frases claves en el idioma del lugar que uno va a visitar y si no las puede pronunciar enseñársela por escrito a la persona que le estamos solicitando ayuda. Con esta actitud y técnica tuvimos magníficos resultados para encontrar la Casa Museo de Freud en Viena, una hermosa y pintoresca villa en Austria, el Museo de Hermitage en San Petersburgo, lo que fuera el campo de Concentración Dachao en Munich y muchísimas otras experiencias.
En el caso especifico del pensamiento estereotipado de los franceses hacia los turistas americanos, no se inhiba, aprenda por lo menos a decir las palabras mágicas ‘'bonjour, monsier, madame, merci''. Tan pronto ellos perciben el intento del turista a hablar su idioma, te tratan de corregir, pero rápido se ríen e intentan ayudarte. No así con el turista soberbio y arrogante que dice aquí estoy yo hablando inglés y gastando el dinero americano, atiéndanme. A ese le viran la cara y se limitan a lo mínimo. Así que en su próximo viaje sáquele el máximo a su inversión y atrévase para que vea como sus memorias y recuerdos gratos se multiplican.