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Vida

Unidad y valores como receta para pasar de los 100

Rufina Rosado Jimenez inculcó a sus hijos, nietos y bisnietos. Siempre les enseñó a estar unidos y como en otras ocasiones, hoy se unieron todos en Cidra para celebrar los 100 años de vida a 'Boro', como de cariño la llaman.

A mediados del siglo XX, no debió ser tarea fácil alimentar a 17 pequeños; 15 hijos y dos de crianza.

Pero contra toda vicisitud y de la mano de su esposo Nicolás Rivera González, doña Rufina echó hacia adelante a una numerosa familia en el barrio Rabanal de Cidra. Hasta hoy, el número de miembros de la familia de Rufina alcanza los 359 integrantes, así explicó Elifredo Rivera Rosado, hijo menor de Rufina, quien llevaba un papel con el cálculo específico de la descendencia de sus padres. En total, 73 nietos y 111 bisnietos. 'Y la familia sigue creciendo. Los más recientes, dos tataranietos que apenas tienen dos semanas de nacido, para un total de 43 tataranietos. También 114, que son las parejas que se han unido para fomar sus propias familias'. Explicó que su familia se caracteriza por la unidad.

'Mi mamá y mi papá fueron siempre muy unidos. Gracias a lo que ellos nos pasaron nosotros hemos seguido esa huella, esos valores. El amor de la vieja mía... eso es cosa aparte'. Así describió Elifredo a sus progenitores, resaltando también la sencillez y humildad que les caracterizaba.

Actualmente doña Rufina sufre la enfermedad de Alzheimer y siguiendo el ejemplo de unidad que sus padres les enseñaron, sus hijos e hijas se han organizado para brindarle a su progenitora todas las atenciones que ella necesita en todo momento.

Tanto Zulmarie Rivera Carrasquillo como Carlos Cruz Rivera, bisnieta y nieto de 'Boro', coinciden en que son los valores los que mantienen a su familia unida. 'Siempre ha sido una persona que respeta mucho. Ha sido una abuela que siempre estuvo pendiente. De pequeño cuando hacíamos actividades navideñas, ella recibía a todos por igual y sacaba tiempo para ti y te preguntaba como estabas', comentó Carlos. 'Por su condición, ella siempre está pensando en los viejos tiempos, y yo creo que eso es lo que rescatamos de ella, esas vivencias.' abundó Zulmarie, quien es psicóloga de profesión. 'Nos sentimos muy orgullosos de pertenecer a una familia que conserva sus tradiciones y sus valores' añadió Carlos, economista y que actualmente se desempeña en el campo de la administración.

A media tarde y en un sencillo protocolo, hizo su entrada la cumpleañera de la mano de su hijo menor y uno de sus nietos. No faltaron las muestras de cariño, los besos y sobretodo las fotos. También las anécdotas y recuerdos sobre 'Boro' sentada en su sillón haciendo sus oraciones de las dos de la tarde como ejemplo de su gran fe cristiana, el café tostado y colado por ella de las tres, sus suculentas habichuelas hablandadas en el fogón y que luego guisaba con patitas de cerdo y su amor por las flores y su buena mano para sembrarlas.

Como en toda reunión de la familia de Rufina, no faltó la comida que indudablemente con la aportación de cada integrante alcanzaría para todos.