La Mer.... du Nord, o una historia francesa sobre el frío
Una de las cosas que me hace más feliz en Puerto Rico, es vivir cerca del mar. Y además con buen clima todo el año. (Otra contestación posible a la recurrente pregunta : ' ¿Tú eres francesa? Pero, ¿Que haces aquí?')
Cada vez que voy a la playa por la mañana antes de ir a trabajar, o que me doy un chapuzón por el atardecer, siempre pienso en la gran mayoría de mis pobres compatriotas que se la pasan teniendo frío en Francia, y les rindo un homenaje silencioso celebrando que aquí, estoy viviendo en un verano eterno.
Asi, cuando en pleno 'invierno' me meto en el mar, siempre me recuerdo a mi misma :
'Hoy es martes 4 de febrero, y me estoy bañando en el mar',
'Hoy es domingo 20 de diciembre y me estoy bañando en el mar'
dedicando un minuto a pensar en todos los que se están congelando en Europa y que, de saber en lo que yo ando, estarían odiándome.
Les entiendo. (Sonrisa diabólica....)
Claro que les entiendo porque vengo del norte de Francia, de un pueblo situado a 30 minutos de La Mer du Nord- El Mar del Norte. (Ya solamente con este nombre, uno entiende que el agua está frío todo el año...)
Pero, aun así, mis recuerdos de la niñez relacionados con el mar siempre están llenos de aventura:
Desde jugar a Cache-cache (escondite) en las dunas de arena, peleando con el viento frío del otoño que limpia cada esquina de tus pulmones ;
Hasta ir paseando por estas inmensas playas que se crean cuando la marea está baja, y que uno puede tener que caminar durante 10 minutos antes de llegar al agua... (a veces un poco frustrante !)
También recuerdo lograr percibir las costas de la vecina Inglaterra, las cuales algunos días se ven tan claras que uno siente que podría llegar nadando. (Nunca lo intentan... solamente algunos profesionales de la natación altamente cualificados lo han logrado.)
Y la locura de llegar a la playa, en verano, y no encontrar un solo espacio libre donde poner la toalla porque, obviamente, los 4 millones de habitantes del Norte de Francia han decidido darse cita para disfrutar de las pocas semanas de sol que tienen en todo el año...
Ahora, después de 4 años en Puerto Rico, me sorprendo a veces en sentir frio en la playa de Ocean Park y decir : ' no, no me voy a bañar... estamos en invierno... el agua está fría!!!'
Fría??? Ya con eso, no hay la menor duda en que me 'boricuaizado'.
Así que trato de acordarme siempre de aquellos fines de semana de la adolescencia, cuando la juventud hacía olvidar la temperatura del agua, y uno se tiraba feliz en pleno invierno sobre las olas desmontadas de la Mer du Nord.
Y para cerrar en beauté (con broche de oro), una canción francesa divina sobre el Mar:
La Mer, de Charles Trenet
El mar
El mar
que se ve bailar a lo largo
de claros golfos
tiene reflejos de plata.
El mar
con reflejos que cambian
bajo la lluvia.
El mar
en el cielo de verano se confunden
las nubes blancas
con los ángeles puros
el mar, pastor azul sin límite.
Mirad,
cerca de los estanques,
esos grandes rosales mojados.
Mirad
esos pájaros blancos
y esas casas enmohecidas
El mar
los a acunado a lo largo de los golfos claros
y de una canción de amor.
El mar
ha acunado mi corazón para la vida
*La autora es Gestora Cultural de la Alianza Francesa. La AF es una institución sin fines de lucro, presente en Puerto Rico desde 1937, cuya misión es estrechar los vínculos de amistad y solidaridad entre Francia y Puerto Rico mediante, entre otros, clases de francés, certificaciones, talleres de pedagogía y eventos culturales.
Comparación de temperaturas de invierno entre San Juan y el norte de Francia - NotiCel_6148