Aunque reconoció que hubo una merma estudiantil de 10,000 alumnos en el sistema universitario público, el presidente interino de la Universidad de Puerto Rico, Miguel Muñoz, rechazó que esa reducción se deba a la implantación de la llamada 'cuota de la discordia' de $800 que impuso gobierno de Luis Fortuño.

Pese a la implantación de la polémica cuota que provocó una huelga de varios meses, en las vistas de presupuesto en la Cámara de Representantes esta mañana, Muñoz adelantó que solicitará un préstamo al Banco Gubernamental de Fomento (BGF) para cubrir gastos operaciones para el año fiscal 2011-2012.

'No, definitivamente. La merma estudiantil es producto de la inestabilidad y el desasosiego que hubo en la Universidad de Puerto Rico… un padre que ve todo lo ocurrido en la Universidad de Puerto Rico no se va a sentir seguro de enviar a sus hijos a estudiar aquí. Si fuera la cuestión económica, cómo es que se van a pagar tanto por crédito a una universidad privada cuando aún con la cuota es mucho más barato estudiar en la Universidad de Puerto Rico', dijo Muñoz en un aparte con la prensa.

Muñoz indicó que no habrá aumentos para los profesores ni para los empleados no docentes, pero aún así defendió el préstamo que hará al BGF por entre $100 millones y $150 millones.

'Hay una deficiencia, no tenemos todos los recursos para cumplir y completar las operaciones que tenemos ahora y estamos operando con una línea de crédito', destacó y regresó a toda prisa al salón de audiencias de la Cámara.

'Manteniendo las medidas de control de gastos adoptadas desde el año fiscal 2010-2011, la insuficiencia neta se estima en unos $50 millones. Esperamos poder sufragarla mediante un aumento y extensión de la línea de crédito con el BGF de 100 a 150 millones', precisó Muñoz en su ponencia ante los miembros de la Comisión de Hacienda cameral.

La Oficina de Gerencia y Presupuesto consolidado para la UPR de $1,407 millones.

Las reacciones de los presidentes de la Asociación de Profesores Puertorriqueños Universitarios (APPU) y la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND) no se hicieron esperar y aseguraron que la estrategia del gobierno es privatizar o achicar la universidad eliminando recintos.

'La verdad es que tal parece que el presidente interino está viviendo en un país completamente distinto al que el resto de la comunidad universitaria. Este panorama que él presenta con este presupuesto que han establecido, está lleno de espacios vacíos. No hubo ningún tipo de participación de la comunidad universitaria (en su confección). Interesantemente presenta unas insuficiencias que no fueron presentadas por los recintos para los distintos informes a la Middle States', dijo Lida Orta Anes, presidenta de la APPU.

También criticó que continuen limitando las compensaciones por salarios, los beneficios económicos y las aportaciones al plan médico. 'No entendemos qué más ellos quieren cortar con respecto a los docentes, han eliminado contratos, han eliminado plazas, han eliminado sesiones. A dónde se van a ir los estudiantes? Ellos los están eliminando', afirmó.

'Ahora viene a decir que (los ascensos) no los va a honrar, para qué entonces quiere una línea adicional de 50 millones. No entendemos el panorama que están presentando y me parece que viene a desestabilizar mucho más de lo que está la comunidad universitaria', destacó Orta Anes, quien atribuyó las acciones de la administración a 'elementos político partidistas'.

'Aquí hay una estrategia de achicar la universidad que responde a la política partidista a la que está respondiendo la administración de la universidad en estos momentos. Es clara, no tenemos duda que el impacto para la docencia es grandísimo y ya ellos establecieron que va a haber cientos de plazas menos para el presupuesto del 2012, o sea que ellos están contando con que ese achicamiento se va a dar', sostuvo.

Mientras, el presidente de la HEEND, William Jiménez, adelantó nuevos conflictos obrero patronales tras el presupuesto solicitado y la negativa a negociar nuevos aumentos salariales.

'Queda claro que aparenta que va a haber una merma nuevamente en los ingresos de la Universidad, toda vez que la Legislatura no tiene la intención de restituir los dineros que se le quitó a la universidad por virtud de la Ley 7 (de emergencia fiscal). Eso tiene que estar claro. Por otra parte, también está claro de que hubo una merma estudiantil… es importante destacar que la mayor parte de los ingresos de la universidad no tienen que ver ni están relacionados con la matrícula. La matrícula es un ingreso nominal dentro de la totalidad de los ingresos de la universidad que fundamentalmente provienen de la fórmula y de fuentes externas', explicó Jiménez.

'Esto del aumento y de la llamada cuota de estabilización posiblemente es parte de la estrategia que se ha diseñado para provocar una reducción en el estudiantado y por ende provocar una reducción del aparato universitario. Tienes menos estudiantes, por ende vas a tener menos profesores, por ende vas a tener menos trabajadores y vas a poder cerrar y consolidar recintos. Aparentemente eso es esta estrategia', indicó Jiménez.

También cuestionó para qué va a servir el nuevo préstamo si ya el presidente interino consignó ante la Legislatura que no habrá aumentos salariales.

'Es preocupante que continúe una reducción de los beneficios marginales de los empleados, particularmente del plan médico que en realidad es provocar una precarización de los trabajadores universitarios. O sea, ya que nos han empobrecido reteniendo nuestros salarios, ahora quieren darnos un plan médico que tampoco reúna las expectativas de los trabajadores. Y cabe preguntarse para qué queremos 150 millones adicionales si se están reduciendo gastos en la universidad', afirmó.

'Ciertamente tenemos que anticipar la posibilidad de conflicto porque tenemos que preguntarnos hasta dónde y hasta cuándo van a seguir empujando a los trabajadores universitarios y hasta dónde nos tenemos que sacrificar cuando la realidad es que la alta gerencia de la universidad no se ha sacrificado realmente', sentenció Jiménez.