Juego de palabras en el CEN
Como si se tratase de un juego de palabras, funcionarios de alta jerarquía insisten en que las casi 10 mil cuerdas que comprenden la llamada 'Gran Reserva del Noreste' fueron designadas como reserva natural, al mismo tiempo que reconocen que son simplemente un área de planificación especial.
Es una reserva natural?, preguntó NotiCel al presidente de la Junta de Planificación (JP), Ruben Flores Marzán.
'Seguro que sí', afirmó el titular de la agencia sobre las 9,932 cuerdas que componen la Gran Reserva del Noreste y en las que residen unas 6,700 personas, ubican tres urbanizaciones, cientos de viviendas rurales y varias gasolineras.
Sin embargo, en el glosario de términos de los reglamentos de ubicación de la misma JP una reserva natural se define como 'aquellas áreas designadas que por sus características físicas, ecológicas, geográficas y por el valor social de los recursos naturales existentes en ellas, ameritan su conservación, preservación o restauración a su condición natural'.
Según se desprende de los propios documentos de la JP, el gobierno sólo designó como reserva natural 4,125 cuerdas. De estas, unas 547 ya estaban protegidas desde hace más de una década, como parte de la Reserva Natural Las Cabezas de San Juan y de Seven Seas.
Grupos que persiguen la protección del Corredor Ecológico del Noreste (CEN) denunciaron que el propósito de la administración Fortuño es causar confusión con información falsa para beneficiar a los proyectistas que pretender desarrollar en la zona.
'Todo este montaje es para tratar de desenfocar la atención de que quitaron más de 450 cuerdas de terrenos del Corredor que sí habían sido designadas como Reserva Natural en el 2008 y que coinciden perfectamente con los proyectos residenciales y turísticos que llevan proponiéndose en esta zona como el San Miguel Four Seasons Resort y Dos Mares Resort que ahora se llama Tinglar Bay Resort and Spa', sostuvo Carmen Guerrero, portavoz de la Coalición Pro CEN.
En un intento por aclarar el valor de los terrenos, Flores Marzán apuntó a que los ambientalistas 'están entendiendo esto de la manera que no es' y reconoció que la Gran Reserva es tan solo 'un área de planificación especial'.
'Eso va por encima de cualquier cosa. No permite centros comerciales, casas, ni campos de golf', añadió.
No obstante, contrario a las reservas naturales, las áreas de planificación permiten consultas de ubicación a través de la JP. Esto, mediante el Plan de Usos de Terrenos.
Un estudio de US Forest Service reveló que, precisamente, esas consultas de ubicación han permitido el desparrame urbano alrededor de El Yunque porque el 85% de los proyectos que aprobó la JP en los municipios aledaños no cumplían con los usos de terrenos que se supone hubiera ahí.
'La propia Junta no ha cumplido con las leyes y reglamentos de esas áreas. Así que no podemos esperar mucho de esta Junta' argumentó la planificadora ambiental.
Guerrero además recordó tanto la Cuenca Laguna Tortuguero, como la Parguera y Piñones son áreas de planificación especial en las que se ha permitido la construcción de proyectos residenciales, industriales, comerciales y hasta la ubicación de canteras.
Por otra parte, Flores Marzán aseguró a NotiCel que hasta el momento no se han recibido solicitudes de permiso para desarrollar proyectos en los terrenos de la Gran Reserva.
Al comienzo de la administración Fortuño, el Gobernador derogó la designación de la Reserva Natural CEN que comprendía unas 3,057 cuerdas.