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'Él era la luz en la calle y la oscuridad en mi casa'

'Él era la luz en la calle y la oscuridad en mi casa'. Con esas palabras, María Eugenia González describió a su aún esposo, el profesor Samuel Figueroa Sifre, a quién le imputa haberla maltratado verbal, física y emocionalmente.

González narró a NotiCel el maltrato que sufrió desde que comenzó una relación con Figueroa Sifre, quién es sociólogo y se desempeña como director de la Comisión para la Prevención de la Violencia (COPREVI), ubicada en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Cayey.

En el 1994 fue el primer intento de González por salir de esa relación en la que era víctima de violencia doméstica. Aunque en aquella ocasión presentó una querella en la Policía y Figueroa Sifre estuvo 4 horas preso, desistió de radicarle cargos por Ley 54, aduciendo que varias personas le recomendaron que no lo hiciera.

A raíz de este incidente estuvieron separados, hasta que en el 2000 se reconciliaron. González expuso que al principio todo marchaba bien, pero posteriormente todo volvió a ser lo mismo.

Durante todo este tiempo sufrió episodios de depresión, requirió ayuda psicológica y psiquiátrica e intentó las terapias de pareja para salvar su matrimonio.

'Nosotros tenemos un hijo que ahora tiene 18 años y yo quería que esto funcionara', planteó González.

Afirmó que se sentía humillada por el trato diario que recibía de Figueroa Sifre, quién también es director del Programa de Estudios de Honor del Recinto de Cayey.

'Mientras yo estaba deprimida, él estaba escollando, él decía que a ti nadie te va a creer', apuntó González.

La mujer sostuvo que Figueroa Sifre le restringía que saliera fuera del hogar y que hasta llegó a temer por su vida.

'Uno el mecanismo para sobrevivir es que minimiza las situaciones para minimizar el dolor', observó.

Cuando comenzó a asistir a la Iglesia Metodista indicó que sintió un despertar.

'Al comenzar a confrontarlo y a exigir, la violencia se tornó más sutil y manipuladora', puntualizó.

Sin embargo, no fue hasta febrero del 2012 cuando González comenzó a salir de este ciclo de violencia doméstica. Esto ocurrió cuando confrontó a Figueroa Sifre al enterarse que le era infiel y que tenía un hijo de un año que procreó en una relación extramarital. Tras reclamarle, abandonó el hogar.

'Nosotros vivíamos dentro de la Universidad y él me dice que no le dijera a nadie porque me iba a sacar de allí', detalló.

González ignoró su amenza y se comunicó con el rector del Recinto, Juan Varona, pero no le creyó.

Al Figueroa Sifre enterarse de que se había comunicado con Varona, 'me hace una amenaza por teléfono y me dice 'yo te voy a destruir''.

Es ahí donde empezó su lucha legal contra Figueroa Sifre, que acabó con una orden de protección emitida el pasado 28 de marzo por parte de la jueza Vanessa Sánchez Velázquez, del Tribunal de Primera Instancia de Cayey.

En la orden reza que 'las partes llevan casados aproximadamente 20 años. A partir del primer año de casados, el peticionado comenzó un patrón de maltrato verbal, físico y emocional contra la peticionaria. Consistente en que le decía palabras soeces, tales como 'loca, desquiciada y estúpida', entre otras. Además la devaluaba como mujer y la hacía sentir como que no valía nada'.

De otro lado, añade que 'a partir del quinto año del matrimonio, la peticionaria comenzó a ser víctima de agresiones físicas por parte del peticionado, consistente en empujones, jamaqueones y bofetadas en la cara, entre otras'.

A consecuencia de la expedición de la orden de protección, González solicitó a Varona el pasado 24 de mayo que se activara la Política y Procedimientos para Manejar Situaciones de Violencia Doméstica y/o Relacional, Agresión Sexual y de Acecho de la Universidad.

'El Rector me ha ignorado, no me ha dado audiencia', sentenció.

Dice que desde entonces ha sufrido maltrato institucional y hostigamiento por parte de terceros. No obstante, pese a la dejadez de Recinto, todavía no se ha comunicado con la administración de la Universidad de Puerto Rico.

Por lo pronto, Figueroa Sifre presentó una demanda de divorcio bajo la causal de ruptura irreparable. González la contestó con una demanda de divorcio bajo la causal de adulterio y trato cruel el pasado 8 de junio en el Tribunal de Guayama.

González manifestó que lo más que le indigna es que Figueroa Sifre no ha recibido ninguna sanción disciplinaria y que incluso ha seguido en los medios hablando sobre violencia doméstica con su historial.

Entretanto, NotiCel contactó a Figueroa Sifre para dialogar sobre estas imputaciones, pero manifestó: 'no tengo ningún comentario en este momento, hasta tanto lo consulte con mis abogados'.

Por su parte, la licenciada Evelyn Jiménez, abogada de Figueroa Sifre, despachó el asunto diciendo a este medio digital que 'hay una solicitud que hace la dama de Ley de Violencia Doméstica, en dos ocasiones han habido determinaciones de no causa, porque el mismo Tribunal entiende que no ha mediado violencia doméstica en el presente caso'.

De otro lado, cuando se le cuestionó cómo se explicaba la orden de protección emitida el pasado 28 de marzo por la jueza Vanessa Sánchez, esta señaló que 'hay un mecanismo del sistema de la Rama Judicial que una vez se radica un caso criminal, a lo que se ve el trámite de vista preliminar y vista preliminar en alzada, se emite una orden de protección concedida por el Tribunal, y esa es la orden que está concedida, solicitada por el Tribunal, no hay una orden solicitada por la dama'.

Al tiempo que aprovechó para hacer una amenaza por si se publicaba alguna información por el caso de violencia doméstica que enfrenta su representado.

'Te adelanto una cosa, él no es figura pública, así que cualquier comentario sobre mi cliente, nosotros obviamente tomaremos las medidas necesarias, él es una persona privada, no es una figura pública, no estamos hablando de un artista, ni nada por el estilo', puntualizó.

Sin embargo, no quiso emitir más comentarios cuando este medio digital le recordó que el profesor Figueroa Sifre ha hecho múltiples apariciones en los medios hablando sobre la violencia, entre ellas la violencia doméstica, y que la intención era que él aclarara la información sobre las alegaciones que hace su propia esposa.

'Sobre eso nosotros no vamos hacer ninguna contestación, excepto que no sea la sentencia dictada por el tribunal en dos ocasiones con determinación de no causa', determinó.

Pese a varios intentos no fue posible conseguir a Varona.