Las fincas fantasmas de Santini
Los 50 conejos de Felix Marcano se ahogaron. Y perdió plátanos, calabazas, gandules, guanábanas y ajíes que sembraba en el barrio sanjuanero de Quebrada Arenas. Un proyecto de extracción de tierra en propiedades aledañas cubrió el riachuelo que discurre tras su finca, provocando inundaciones de la noche a la mañana.
'Esto se volvió un lago', cuenta Marcano, tras enterarse, por medio del Centro de Periodismo Investigativo, de que el monte convertido en cantera detrás de su casa no podía convertirse en cantera. Esa propiedad es uno de los 684 terrenos en 3,000 cuerdas de valor ecológico que el Municipio prometió proteger, como parte de su propio Programa de Transferencia de Derechos de Desarrollo (TDD).
Marcano, nacido y criado en Quebrada Arenas, no sabía ni siquiera de la existencia de ese plan de conservación Municipal. Se sorprendió al enterarse de que su propio terreno también está incluido en la lista de los que el alcalde Santini alega conservar. Era la primera vez que escuchaba hablar del Programa de TDD. 'Lo oí de ti ahora cuando viniste. Yo no entiendo nada de eso', asegura, y emite una carcajada con un dejo de resignación.
Juan Sánchez fue el gestor del proyecto que durante seis años extrajo tierra en la cantera. Responde categóricamente cuando se le pregunta si el Municipio le había dicho que esos terrenos tenían que protegerse: 'Nunca. Allí fueron técnicos a hacer evaluaciones y no nos dijeron nada', aseguró. La autorización del proyecto de extracción la otorgó el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales.
El CPI comprobó que más de 30 de los terrenos que debían protegerse como parte del Programa de TDD municipal se segregaron, se convirtieron en casas, condominios, negocios y hasta en la cantera que causó la inundación de la finca de Marcano. Así lo revelaron visitas de campo y entrevistas, así como un análisis de una muestra de fotos aéreas que llevó a cabo el CPI junto al consultor Luis García-Pelatti, el CRIM y el US Forest Service.
A 10 años de la implantación del Reglamento de Ordenación Territorial del Municipio de San Juan, éste aparenta no haber cumplido con uno de sus objetivos fundamentales: conservar las 3,000 cuerdas en los barrios del sur de la capital, Cupey, Caimito, Quebrada Arenas y Tortugo, cruciales para la protección de la cuenca del río Piedras, evitar inundaciones en la ciudad y servir de corredor ecológico. Gran parte de los dueños de las fincas no saben de qué se trata este programa.
Entre los propietarios se encuentran el Banco Popular de Puerto Rico y el Gobierno de Estados Unidos, según un análisis de una muestra de los terrenos en el catastro contributivo del CRIM. Estos no han recibido el pago que le corresponde como parte del Programa de TDD, a pesar de que el Municipio de San Juan vendió sus derechos de desarrollo.
El Plan Territorial de San Juan, que aparentemente no está conservando las tierras, se encuentra en etapa de revisión por el Municipio y por la Junta de Planificación. Por ese motivo, la Alcaldía llevará a cabo vistas públicas este 14 de noviembre a las 9 a.m., en el Edificio Roosevelt Plaza de Hato Rey.
Para el resto de la investigación, visite el Centro de Periodismo Investigativo.