Dos familias boricuas sufren la tragedia del tiroteo en Fort Hood
En medio del dolor que embarga a la familia del autor del tiroteo en la base militar Fort Hood de Texas, otra familia boricua sufre con la muerte de una de las víctimas del suceso, el sargento Carlos Lazaney.
El padre de Lópezestimó el viernes que su hijo no podía encontrarse en 'su sano juicio' cuando causó la muerte de tres personas ehirióa otras 16 antes de suicidarse.
'Mi hijo no podía estar en su sano juicio, él no era así', dijo Iván López padre, en un comunicado difundido por la portavoz de la familia, Glidden López Torres.
El padre del militar puertorriqueño describió a su hijo como un hombre tranquilo y familiar, que recibió condecoraciones tras su paso por el Ejército de EE.UU.
También recordó que este recibía tratamiento médico, lo que sumado al fallecimiento de su madre y reciente traslado, pudo haber influido en su conducta.
La tragedia recayó también en la familia deLazaney, de 38 años, uno de los tres fallecidos en el tiroteo y quien era natural del municipio deAguadilla.
Una de las tías de Lazaney, Bernardina Lassarinni, confirmó la consternación de la familia, aunque no pudo precisar si el fallecido era un conocido del autor del tiroteo.
López comenzó su trayectoria en la Guardia Nacional en 1999, en donde permaneció hasta 2010. Fue movilizado en 2006 a la Península del Sinaí para labores de observación en la frontera entre Egipto y la Franja de Gaza, tras lo cual ingresó en el cuartel Fort Bliss (Texas, EE.UU.).
En 2011, fue destinado a Irak por espacio de cuatro meses, aunque no alcanzó a entrar en combate, antes de llegar a Ford Hood en 2014.