Lento P.R. con los cumplimientos federales para manejo de ébola (galería)
Las regulaciones federales para la administración de salud requieren que el personal involucrado en manejo de emergencias medicas y en las salas de emergencia en los hospitales sea adiestrado en el proceso de descontaminación y control de enfermedades infecciosas como el ebola.
Sin embargo, el cumplimiento con este requerimiento se da a paso lento en Puerto Rico. En el Centro Medico, principal institución hospitalaria del país, una decena de enfermeros y enfermeras abordados por este diario, por separado, afirmaron tener total desconocimiento sobre los protocolos para lidiar con el ebola.
Mientras, una fuente interna aseguró que la Administración de Servicios Médicos (ASEM) ni siquiera ha enviado un correo electrónico de orientación a la Facultad Médica. La situación en varios de los principales hospitales privados de la Isla es similar, según dijeron bajo condición de anonimato empleados de entrevistados.
Pese a que el Estado ha jurado que está listo para atender cualquier eventualidad de un caso de ébola, el proceso de adiestramiento y divulgación de información ha sido lento, a juicio de los administradores de salud y el personal médico entrevistado.
Algunos hospitales cuentan con el material técnico para protegerse del contagio, pero los esfuerzos para preparar a los recursos humanos han estado poco estructurados o inexistentes en las instituciones privadas y públicas, según fuentes de NotiCel.
Por su parte, el Departamento de Salud ha compartido unas guías y desarrollado unas normas institucionales para el control de las infecciones, mas muchas de esas normas permanecen en papel. Tan reciente como el viernes, se envió comunicación a los directores de departamento y jefes de residencia en San Juan exhortándoles a compartir la información con el personal. Se les notificó que 'en los próximos días' se coordinarán orientaciones y prácticas.
Recientemente, la epidemióloga del Estado, Brenda Rivera reconoció que pudiera llegar un caso de ébola a Puerto Rico, aunque 'hay poca probabilidad'. La preocupación mayor es que llegue a través del Caribe, ya que Puerto Príncipe tiene vuelos directos a África.
'Lo importante es estar preparados y que el personal médico se sienta cómodo', reiteró en esa ocasión.
Bayamón decidió tomar el asunto en sus propias manos.
'Entendimos que en cumplimiento con las regulaciones federales, teníamos que estar un poquito mejor preparados', expresó el doctor Carlos Santiago, director de salud de Bayamón, el único municipio que ha anunciado hasta la fecha un esfuerzo.
A nivel municipal, las oficinas de emergencias médicas y manejo de emergencias se han recostado del Estado, tanto para el establecimiento del protocolo como para el adiestramiento de su personal. El Municipio de Bayamón ha sido el único que ha capacitado a veinte manejadores de emergencia en operaciones de desperdicios peligrosos y respuesta de emergencia. Este lunes hicieron incluso un ejercicio práctico, que incluyó tanto el uso de vestimenta protectora, como la transportación del paciente en una ambulancia con protección biológica, y finalmente, la descontaminación de los paramédicos, que tuvieron el contacto inicial con el paciente.
El ejercicio demostró lo riguroso del protocolo establecido por la Administración de Seguridad Ocupacional y Salud (OSHA, por sus siglas en inglés), y arrojó dudas sobre la capacidad del Estado para cumplir a cabalidad con ello.
La respuesta de emergencia a un caso de ébola requiere que la unidad de materiales peligrosos prepare una ambulancia para poder transportar a un paciente, sin que la unidad se contamine. El profesor Jorge Ortiz, del Instituto de Educación Ambiental (Ineda) de la Universidad Metropolitana, explicó que cualquier cosa o persona que entre en contacto directo o indirecto con un paciente de ébola está contaminada. Sin embargo, el contagio ocurre únicamente cuando el germen patógeno entra en contacto con los fluidos corporales.
Ortiz explicó que los paramédicos que respondan al llamado deben primero hacer una serie de preguntas u observaciones para identificar si se trata de un sospechoso de ébola, previo a montarlo en la ambulancia. De otra forma, esa ambulancia se convierte en un escenario peligroso por contener contaminación biológica. Luego, se prepara una cámara aisladora y se inicia un proceso de descontaminación a todas las personas que hayan tenido contacto con el paciente. La descontaminación requiere de remover la ropa, así como de un lavado con agua y solución hipoclorito.
Esta iniciativa atiende, sin embargo, tan solo el 10% a 20% de los pacientes que llegan al hospital por manejo de emergencias. La mayoría de los pacientes llega directamente al hospital con síntomas que bien pudieran ser comunes a cualquier otra enfermedad. Ahí es que está el mayor riesgo de contagio, que el personal médico buscaría evitar con una serie de preguntas durante el registro inicial. La pregunta primordial es si la persona ha viajado recientemente al este de África.
Mientras, en la oficina administrativa de la Sala de Emergencias del Centro Médico, la secretaria preparaba un documento para registrar los pacientes sospechosos por ébola, en los pasillos del edificio imperaba el desconocimiento.
Cada uno de los enfermeros y enfermeras que fueron abordados por este diario, dijeron que aún no habían recibido capacitación sobre el tema. Aseguraron que ya la gerencia había comenzado a ofrecer los adiestramientos, pero desconocían cuándo les correspondía, ni pudieron nombrar a algún compañero que ya lo hubiera tomado.
*Omaya Sosa Pascual colaboró con esta historia.