Posponen vista preliminar en caso Guaynabo
La defensa de Christopher Sánchez Asencio y Jose Luis Bosch Mulero, acusados por la Masacre de Guaynabo, no estuvo preparada para atender este martes la vista preliminar, por lo que la jueza superior, Sylvia Díaz Solla, separó dos fechas para esa audiencia en la que se determinará si hay causa para juicio.
Así las cosas, los abogados de defensa y los fiscales deberán estar listos para el 29 de diciembre de 2014 o el 9 de enero del próximo año para la vista preliminar.
En la primera fecha las partes decidirán si ese día se celebra una vista de necesidad donde se determinará si el único sobreviviente de la masacre, un menor de 13 años, testificará o no en cámara cerrada. De la defensa no allanarse al testimonio en cámara privada, entonces la vista preliminar será el 9 de enero.
La representante legal de Bosch Mulero, Mayra López Mulero, considera presentar una moción de la Regla 240, estatuto que permite al psiquiatra del estado evaluar si el imputado está apto para entender el proceso judicial.
'Él joven Bosch Mulero tiene un tipo de situación emocional que me preocupa desde el punto de vista si puede enfrentar el proceso, si está consciente y puede ayudar en la defensa y las alegaciones que se están presentando en su contra', indicó la licenciada sobre el particular a su salida de la sala 706.
'Yo lo que quiero es asegurarme es que este joven tiene las destrezas cognoscitivas mínimas para poder entender el proceso. Si yo me convenzo de eso, pues continuamos de forma común y corriente. Tengo mis dudas y por eso el psiquiatra tiene que pasar juicio sobre su estado', agregó.
El primer señalamiento judicial se atrasó este martes luego que el otro acusado, Sánchez Asencio, no se presentara en sala, pues en la cárcel donde está hay un brote de varicela. El hombre de 27 años será representado por el abogado Orlando Cameron Gordon, quien formó parte de la defensa de Roberto Quiñones Rivera, convicto por el asesinato de la bailarina Yexeira Torres.
La directora médica de la institución penal autorizó el traslado del confinado al centro judicial, luego de determinar que como estaba separado de la población, no tenía probabilidades de contagio.
Los dos hombres llegaron a sala esposados de manos y pies, vestidos con uniforme de reo color azul y a penas miraron al público.
Al salir del recinto, la familia peruana de las dos mujeres asesinadas no emitieron comentarios. Tampoco lo hicieron los padres de Bosch Mulero.
'El Ministerio Público está preparado. La defensa sostuvo que no lo estaba así que se reseñaló el caso', se limitó a declarar Janet Parra, una de las tres representantes de fiscalía.
Los dos imputados enfrentan unos 20 cargos cada uno por asesinato en primer grado, destrucción de evidencia, Ley de Armas, secuestro agravado y conspiración. De ser hallados culpables, se enfrentan a, por lo menos, 400 años de cárcel cada uno.
Los dos hombres confesaron haber asesinado al exmilitar Miguel Ortiz Díaz; su esposa, Carmita Uceda Ciriaco; el hijo de la pareja, Michael Ortiz Uceda y a Clementini Ciriaco López, de 71 años y madre de Uceda Ciriaco; ambas de nacionalidad peruana.