Continúa vista preliminar por masacre de Guaynabo
En el tercer día de vista preliminar contra Christopher Sánchez Asencio y Jose Luis Bosch Mulero, imputados por la masacre de Guaynabo, el Ministerio Público continúo con el interrogatorio a dos de los agentes que investigaron el suceso, de forma preliminar, que se reportó entre la noche del 17 y madrugada del 18 de noviembre de noviembre pasado.
A su vez, la licenciada Mayra López Mulero, representante legal de Bosch Mulero, le solicitó a la jueza Sylvia Díaz Solla, de la sala 404 del Tribunal de Bayamón, una resolución en donde la magistrada hizo un recuento del caso el pasado viernes.
Hasta que Díaz Solla no emita ese documento, López Mulero se verá obstaculizada de pedir la inhibición de la jueza, alegando que el tribunal ha prejuzgado el caso.
Mientras tanto, en sala, los fiscales Janet Parra Mercado, María del Mar Ortiz Rivera y Miguel Alameda Ramírez, sentaron a Fabián Caro Muñoz, el retén que recibió, en horas de la madrugada, la llamada de la Policía Municipal de Guaynabo alertando de una supuesta matanza en la Urbanización Versalles en Bayamón.
La información, recibida por Caro Muñoz de una agente municipal, fue notificada al sargento Luis Martínez, de la cuartel de Bayamón Sur, quien se presentó a la urbanización antes mencionada y donde vio a Sánchez Asencio al lado de una Toyota 4 Runner gris 'trasteando con su celular'.
La guagua, de acuerdo al funcionario, estaba localizada justo frente a la casa cuyo propietario era Miguel Ortíz Díaz, patriarca de la familia asesinada. La residencia fue alquilada en verano del 2014 por el hoy acusado.
En su alocución, el uniformado explicó que cuando percibió a Sánchez Asencio, se le acercó, le preguntó si vivía allí y que si había escuchado unos tiros. El imputado negó haber escuchado unos tiros y le indicó que compartía la vivienda con su madre, quien estaba enferma.
De igual forma, narró que Sánchez Asencio, de 27 años, tenía cadillo en sus pantalones y al dar una ronda por el carro, divisó una esponja con lo que parecía ser sangre. Después de una breve intervención, Martínez ordenó el arresto del hombre, pues tenía 'una actitud sospechosa'.
'Se puso nervioso cuando le preguntaba (a Christopher) si había escuchado los tiros', comentó el agente.
El señalamiento de este lunes fue interrumpido en varias ocasiones por fiscalía y defensa, quienes objetaron los argumentos de su contraparte.
Durante la audiencia, hubo una discusión entre Parra Mercado y López Mulero en medio de una aclaración entre arresto y estar bajo custodia.
'A lo mejor la compañera no pudo escuchar la respuesta porque dice que está sorda', sostuvo la fiscal.
A lo que la representante legal de Bosch Mulero contestó en tono de molestia 'la sordera mía no es problema suyo'.
La vista preliminar continuará en la tarde en el centro judicial donde otros cinco testigos se sentarán a declarar.