Enfrentarán juicio imputados por la masacre de Guaynabo
Tras cinco días de desfile de prueba en etapa preliminar, la jueza superior Sylvia Díaz Solla encontró este miercoles en la noche causa para juicio contra Christopher Sánchez Asencio y Jose Luis Bosch Mulero, acusados por la masacre de Guaynabo reportada entre el 17 y 18 de noviembre pasado.
Contra los dos imputados, la magistrada de la sala 404 del Tribunal de Bayamón, halló causa por asesinato en primer grado, tentativa de asesinato, secuestro agravado, agresión, destrucción de evidencia, entre otros cargos.
Sánchez Asencio, de 27 años, enfrentaba sobre 20 acusaciones de las cuales una fue retirada. En el caso de Bosch Mulero fueron tres, luego que su representante legal, Mayra López Mulero, solicitara al tribunal reevaluar el cargo de conspiración.
'Yo no voy a pagar una renta con una Intratec y una .45', puntualizó la jueza ante la petición de López Mulero en clara referencia a las armas que las autoridades hallaron en uno de los automóviles estacionados en la marquesina de la casa de Sánchez Asencio ubicada en la urbanización Versalles en Bayamón.
Precisamente esas pistolas fueron encontradas por Héctor Manuel Hernández Santos, adscrito a la División de Homicidios de Bayamón, quien más temprano el miércoles se convirtió en el séptimo testigo del Ministerio Público compuesto por los fiscales Janet Parra Mercado, Miguel Alameda Ramírez y María del Mar Ortiz Rivera.
En su declaración, el funcionario especificó que las armas se encontraban dentro de una mochila azul y negra que ubicaba en la parte posterior del asiento del pasajero de un vehículo Lexus color negro modelo IS250.
'En la parte frontal de la mochilla había una pistola 'Kimber' color gris calibre 45 con cachas color madera y un cargador negro sin municiones. En la parte donde uno guarda las libretas y libros, había otra arma Intratec 9 milímetros con el magacín con 12 balas y otra bala en la recámara', dijo el testigo sobre ese particular.
Durante el quinto día de vista preliminar, también declaró el agente Daniel Pagán Blanco del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Bayamón, quien tomó la declaración jurada al representado por López Mulero.
Pagán Blanco indicó que el hombre de 26 años le narró que salió junto Sánchez Asencio para la residencia de la familia Ortiz Uceda, ubicada en la urbanización Parque de los Frailes. Allí permaneció en el carro mientras Christopher, representado por Orlando Cameron Gordon, pagaba la renta de su casa.
Tras varios minutos en el vehículo recibió un mensaje de texto, se acercó a la puerta de la casa y cuando los propietarios la abrieron, anunció el asalto.
La versión de Bosch Mulero, relatada por el agente, coincide con algunas de las de otros testigos, pero en la suya, se desvincula de los disparos a los cuatro miembros de la familia.
Su historia establece que cuando entró a la casa procedente de la terraza escuchó una detonación. 'Cuando José Bosch va para donde está la señora (Carmita) escucha un disparo y observa a la sala y parecía un ‘splash' de sangre. Ahí sale, coloca las laptops y consolas de videojuegos en la Toyota 4 Runner, regresa a la casa, y ve a las dos señoras y los niños arodillados en la sala y escuchó dos detonaciones', comentó el agente a preguntas de la fiscal Parra Mercado.
Bosch Mulero, según el último testimonio, quitó la caja de cámaras de seguridad que ubicaban en la casa y luego la echó en un contenedor de basura.
Mientras, en el turno de la defensa, su abogada estableció que el hombre recibió instrucciones de otra persona, en este caso, de Sánchez Asencio para ejecutar el anunciado robo lo que se convirtió eventualmente en asesinatos.
A preguntas de López Mulero, el agente aseguró que el exenfermero de un hogar de ancianos le admitió que 'él fue un mero chaperón' (de Christopher), que le manifestó que no lo hiciera y que le dijo que él fue allí (a la casa), pero 'no a hacerle daño' (a los familiares).
La lectura de sentencia será el próximo 5 de febrero y el inicio del juicio quedó pautado para el 2 de marzo.
En ese trágico suceso, uno de los que más ha consternado al país, murieron Miguel Ortiz Díaz, Michaelangelo Ortiz Uceda, Carmita Uceda Ciriaco y Clementica Ciriaco López. A ese incidente sobrevivió un menor de 13 años que fue lanzado por un puente y que eventualmente se convirtió en el testigo principal del caso.
De ser hallados culpables, los acusados se exponen a sobre 500 años de prisión.