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Víctima relata arduo camino en caso de acoso sexual de empleado de AEE (galería)

'Voy a hacer esto en nombre de todas las mujeres', dijo Marcia Gil antes de entrar a la sala del tribunal.

La jueza Dinorah Martin Hau halló causa para arresto contra el empleado de la Autoridad Energía Eléctrica (AEE), José Cordero Pérez, sospechoso de influencia indebida, acoso sexual, alteración a la paz y tentativa de extorsión.

Marcia Gil, de 42 años, ama de casa, con un hijo, fue la querellante. Todo comenzó en mayo del 2014 cuando Cordero Pérez entró por primera vez a la residencia en Aguadilla de la abonada, con la tarea de inspeccionar su contador de energía. Bajo el pretexto de revisarle una posible multa por incumplir con las normas de la AEE, contó Gil, el empleado le pidió el número de teléfono acordando que la llamaría el próximo día laborable.

'No te pongas brava que te corto la luz', y 'pobre de tu novio' fueron las frases que soltó el empleado aquel primer día, compartió Gil. Según la querellante, luego iniciaría un patrón de envío de mensajes, llamadas telefónicas en la madrugada, invitaciones a encuentros a solas, visitas a su casa en y fuera de horas laborables, y fotos de Cordero Pérez, de su rostro, él en calzoncillos, y finalmente, desnudo.

Gil contó que Cordero Pérez la intentó sobornar mediante una invitación a sostener una relación sexual a cambio de quitarle la multa, que alcanzaba la cifra de $6000. 'Prefiero pagar la multa que acostarme contigo', le dijo finalmente Gil, según su versión, luego de un incidente en noviembre. Un mes después le llegó la multa, cuando ya habían pasado ocho meses desde aquella primera inspección. Una investigación por robo de luz se extiende regularmente por un período de dos meses.

Mientras se desencadenaban los incidentes, Gil comenzó a frecuentar oficinas de la AEE, en Aguadilla, Mayagüez, Ponce, Monacillo y San Juan, con la denuncia de que estaba siendo víctima de hostigamiento por un empleado. Gil criticó que los gerenciales se 'pasaron la bola' y le pedían tiempo para resolver la situación mientras Cordero Pérez seguía trabajando. Siete gerenciales declararon a su favor, corroborando dicha información, comentó Gil.

Durante todo el proceso investigativo, de denuncias y querellas, la perjudicada aseguró haber enfrentado la burla y el desdén por ser mujer. 'La AEE me ha maltratado como tú no tienes idea', dijo.

Cuando empezó a amenazar a la AEE con que iría a la prensa a 'armar un escándalo por todas las mujeres víctimas de hostigamiento sexual', un miembro de la Autoridad descartó la amenaza. 'Ay señora, usted no va a ir a la prensa, usted es mujer y va a quedar feo', citó Gil de su memoria.

Además, la licenciada Lucille Borges, abogada de la perjudicada, objetó esta semana la voluntad del Departamento de Justicia para resolver casos de hostigamiento sexual, debido a que en una primera reunión con el fiscal Juan Ramos, se planteó la posibilidad de no radicar cargos por acoso sexual debido a que los hechos podían haber prescrito por haber ocurrido el año pasado.

Desde que emergió su caso esta semana en los medios, Gil parece haber repasado las reacciones de los lectores, que en algunos comentarios la han acusado severamente de 'oportunista', y de utilizar la denuncia por acoso como mecanismo para evadir la multa. 'Yo no me robo la luz. Antes de que me intervinieran, yo pagaba de 200 a 300 dólares, ahora solo pago 90. Si algo hacía mal, lo hacía a favor de la Autoridad', sostuvo.

La investigación a Gil por posible hurto de luz aún prosigue, y se han develado incongruencias en la inspección, como la manipulación o no de cojinetes. 'Ahora la Autoridad se dio cuenta que era un error la multa. Lo último que supe es que me va a llegar una carta... con un descuento en la multa a $900', informó.

Gil informó que posee una maestría en Justicia pero actualmente está desempleada, por eso es ama de casa. Vive sola con su hijo. 'Ha habido tanto abuso de poder', denunció. La Oficina de la Procuradora de la Mujer ha trabajado mano a mano el caso. 'Estoy segura que hay más mujeres víctimas. Hay más mujeres que no se atreven a gritar', concluyó.

Al escuchar la decisión de la jueza, Gil confesó que finalmente siente que se le está haciendo justicia. La jueza le impuso a Cordero Pérez una fianza de $20,000 en los dos cargos graves de intento de extorsión e influencia indebida. La vista preliminar para atender el caso de Cordero Pérez se llevará a cabo el 9 de julio en el Tribunal de Aguadilla.

'En la mañana, me mató el miedo, el miedo a mí me dominó, es bien fuerte porque yo estuve todo el tiempo en el anonimato, pero ya mi cara es pública', dijo Gil. Luego de una pausa, prosiguió. 'Que las mujeres no se callen, que las mujeres griten porque si no, imagínate', hizo el llamado.

 

(Archivo/NotiCel)
Foto:
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