Ante la crisis, apuntan a 'la integración al mundo' a través de la independencia
Mientras transcurría el día festivo en conmemoración de la independencia de Estados Unidos, en la tarde del lunes, 4 de julio, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) unieron voces para clamar por la independencia de Puerto Rico como única respuesta a la crisis económica y a la Junta de Control Fiscal.
Para firmar tratados internacionales, para tener una política monetaria, para sentar las pautas de desarrollo económico y para crear un proyecto de país, la condición necesaria es la independencia. En eso concordaron los cuatro panelistas de la actividad titulada 'Ante la crisis, independencia', creada con el objetivo de aclarar dudas sobre cómo sería Puerto Rico una vez terminada la relación con Estados Unidos.
'La independencia no es separación, es integración al mundo con una red de tratados comerciales', resaltó el economista Francisco Catalá, miembro del PIP.
Catalá también aludió a un miedo - que no es cobardía - que arropa a la masa puertorriqueña cuando se señala la independencia como camino a seguir. Lo comparó con el miedo que puede causar hojas secas que se barren en el suelo cuyo sonido cobra dimensiones desproporcionales en la noche, como un rugido que asusta. 'Para vencer el miedo hay un secreto, para vencer el miedo hay que asomarse a la ventana', dijo el economista.
Una vez se abre la ventana hacia lo que de verdad impera en Puerto Rico y se deja atrás el miedo, a ojos de Catalá, lo que se nota es un Puerto Rico 'que ha perdido durante los últimos años el 8% de su población, un Puerto Rico que se está desdibujando, un Puerto Rico en donde las empresas del extranjero sacan en intereses, dividendos y ganancias más de $30 mil milones anuales'.
'En los últimos diez años de crisis, han sacado $300 mil millones. Esa es la cifra que nos debe avergonzar, no los $70 billones de deuda', afirmó.
Durante el panel que duró más de dos horas, los panelistas denunciaron que más allá de la deuda que ahora se pretende cobrar a través de la Junta Imperial - como le llamaron -, queda pendiente la reparación de agravios de Estados Unidos. Se trata de una deuda ecológica - los estragos a la salud y el ambiente que dejó la Marina de Vieques, por ejemplo - y socioeconómica - todo lo que por años las empresas han sustraído de Puerto Rico -.
Catalá también atendió uno de los temores mayores de los puertorriqueños, que es la posible pérdida bajo la independencia de los beneficios del Seguro Social y Medicaid. El economista estableció que Estados Unidos ya ha sentado precedente pues su programa de seguro social sostiene tratados con más de 17 países - Canadá, República Checa, Polonia, entre otros - cuyos trabajadores han cotizado bajo dos sistemas.
La periodista Maricarmen Rivera, en representación de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico, indagó sobre el hecho de que el viernes había menos gente protestando contra la imposición de la Junta de Control Fiscal que la que había el sábado esperando su turno ante el plan 8.
El secretario general del PIP, Juan Dalmau, reconoció que la realidad es que la economía de Puerto Rico se basa en un diseño completamente dependiente, lo cual llamó una 'manifestación clara del colonialismo'.
'Lo que hay que ver es que en la medida que se rompe con esos ciclos de dependencia estableciendo condiciones apropiadas para el desarrollo de un Puerto Rico independiente... [se pasaría de una] cultura de dependencia a una cultura de asistencia social a una base humana profunda, no reproduciendo los modelos de dependencia', dijo.
Por su parte, el planificador José 'Tato' Rivera Santana señaló el modelo de vivienda cooperativo como una respuesta para atender la crisis de la vivienda en Puerto Rico de forma colectiva. El cooperativismo, que de por sí tiene una raíz comunitaria, es un sector que no ha decrecido en los diez años de crisis económica, apuntó el miembro del MINH, y que 'en una república, tendría un espacio todavía mayor'.
'A nosotros nos han destruido como pueblo y tenemos un problema psicológico de que muchas veces no nos podemos ver como independientes... [Es] el síndrome del esclavo colonizado, que no puede sobrevivir sin el amo que lo oprime', justificó así la economista Martha Quiñones del MINH, la falta de voluntad política para concretar la independencia.
Quiñones dibujó el país bajo la óptica soberana. La economía solidaria como una medida sustitutiva al 'capitalismo explotador' ya se da en muchos pueblos de la Isla fuera del área metropolitana, sostuvo la profesora de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Arecibo. Una planificación integral que no solamente se enfoque en lo económico, sino en lo social, lo ambiental y lo cultural, con la creación de capital desde los comerciantes locales son formas de aportar a la independencia, dijo.
Sugirió también que las empresas extranjeras puedan sentar base en Puerto Rico pero con medidas precisas que les impidan desplazar a los comercios puertorriqueños, que toda investigación que se desarrolle en Puerto Rico se patente en la Isla para que la ciencia prospere, que se desarrollen nuevos modelos de alianzas público privadas que beneficien realmente a los puertorriqueños y que los puertorriqueños discutan un presupuesto participativo anclado en la equidad social.
Dentro del proceso de incorporar el proyecto de independencia en la mentalidad puertorriqueña, la profesora de la Universidad de Puerto Rico destacó la labor de los jóvenes y los llamó 'los valientes del siglo XXI'.
'Esos jóvenes están luchando por sus derechos, ellos quieren quedarse en Puerto Rico construyendo un Puerto Rico diferente. Con nosotros está el miedo y con ellos no. Ellos empezaron a ser más libres que nosotros', manifestó.
Dalmau también tronó en contra de la pregunta recurrente sobre qué ha hecho realmente el movimiento independentista puertorriqueño para lograr concretar su aspiración soberana. El licenciado destacó discursos, documentos escritos, acción cívica y electoral, así como la acción combativa de Rafael Cancel Miranda - quien estaba presente en el público y fue vitoreado - como prueba de 'la desproporción de fuerzas que ha tenido que enfrentar el independentismo puertorriqueño' frente al 'imperio más poderoso de nuestros tiempos'.
El objetivo del panel era 'aclarar dudas sobre cómo funcionará el país cuando se alcance la soberanía y Puerto Rico se una al resto del mundo como nación independiente' con preguntas hechas por periodistas de NotiCel, El Vocero y el Centro de Periodismo Investigativo.
Sin embargo, a juzgar por los aplausos, los vítores y el sentido de esperanza, como bien señaló Catalá, la audiencia repleta del auditorio del Colegio de Abogados estaba compuesta mayormente por simpatizantes de la independencia como el camino a seguir.
'Si hay pueblo alguno que se ha ganado a sangre, sudor y lágrimas su libertad es el pueblo de Puerto Rico. Le ha tocado al independentismo presionar y crear condiciones para que la metrópolis se dé cuenta', concluyó Dalmau, aspirante al Senado por el PIP.