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Mujer expuesta a cenizas de carbón en Guayama ahora tiene cáncer

Angie Rivera tiene su vejiga contaminada con tumores malignos. Con tan solo 53 años de edad y un historial sano, no se explica por que desarrolló una enfermedad que generalmente se asocia al tabaco y a personas expuestas a químicos.

'Cuando me enteré lloré y me puse en oración porque no hay explicación, cómo una mujer sana como yo, tengo estos tumores malignos en la vejiga. Y yo trabajé allí hasta antes de enfermarme y durante ese tiempo encontré muchos casos de lupus, condiciones cutáneas, fatiga, mucha asma, cáncer de pulmón', alegó Rivera en entrevista con NotiCel.

Rivera relaciona su enfermedad con el tiempo que trabajó como representante de seguros de salud de una reconocida empresa en varias comunidades aledañas a la planta de carbón de Applied Energy Systems (AES) en Guayama.

'Los médicos me dicen que la condición mía es de persona mayor, viejo, de persona que fuma y está relacionada con la exposición a químicos y no se explica por qué tengo este cáncer porque yo no fumo ni mi esposo fuma, ni estoy expuesta a gente que fuma', recordó esta madre y abuela.

Tanto Angie como su esposo, Edgardo Disdier, señalaron que en el área donde residen cerca del casco urbano de Guayama, han percibido el ambiente contaminado con cenizas de carbón.

'Las cenizas llegan a mi casa y si tocas mi guagua, te das cuenta que está llena de polvo de cenizas, bien blanquito, parece talco. Lo veo cuando me levanto por la mañana, no sé si es porque por la noche cambia la dirección del viento o es por el sistema de filtración de la planta de carbón', señaló Rivera.

De hecho, entre las especificaciones médicas impartidas a esta paciente de cáncer de vejiga está el no ingerir alimentos ahumados, hechos al carbón.

'Es algo extraño, que está fuera de mi entorno, mi hogar, mi familia y yo lo puedo entender (su enfermedad) si fuera por estilo de vida o quizás por genética, pero por algo externo, que esté contaminando', cuestionó Rivera antes de revelar que será intervenida quirúrgicamente en febrero de 2017.

De acuerdo a la fémina, durante su diagnóstico, hecho por el urólogo Alberto Córica del Hospital Episcopal San Lucas de Guayama, también se descubrió un tumor en el riñón derecho que fue extraído meses después.

'Tres tumores en la vejiga y otro en el riñón que medía tres centímetros de diámetro. Lo curioso es que el riñón está funcionando bien', recordó Rivera en compañía de su esposo.

Pero la situación de Angie se complicó, pues sus creencias religiosas como Testigo de Jehová le impedían someterse a una intervención quirúrgica que conllevara trabajar con sangre o cualesquiera de sus componentes.

'Son tres dificultades con las que se encontró el médico en el caso mío y una de ellas era que tenía reforma de salud, había perdido mi plan médico. Yo quería conservar mi riñón porque estaba funcionando bien y otra era que necesitaba un médico que respetara mi posición en cuanto a no usar sangre', explicó Rivera mientras mostraba evidencia médica a NotiCel.

'Gracias a Jehová fui operada por el urólogo oncólogo Antonio Puras en Centro Médico, en octubre 31 [2013]. Pero en mayo de este año volvieron a aparecer esos mostritos, son como repollitos (tumores) en la vejiga, uno al frente y otro atrás, pero no me pudo hacer la biopsia porque el cáncer cuando se toca, se riega más', lamentó la sureña.

Prueba de las alegaciones de Rivera las tiene Humberto Martín Martínez del Frente Afirmación Sureste (FASE), quien se amparó en varios estudios realizados en las comunidades cercanas a la planta AES de Guayama que confirman una alta incidencia de abortos, bronquitis crónica, erupciones alérgicas en la piel, entre otras enfermedades.

'Esto arrojó unos resultados significativos y preocupantes para que el Estado y el Departamento de Salud se interesen y hagan una investigación más profunda sobre el asunto. Por ejemplo, abortos prematuros, gente con padecimientos de asma y aunque no hicieron una investigación específicamente sobre el cáncer, si se reveló una cantidad de gente que padece de cáncer', expresó el líder ambientalista.

Martín Martínez se refirió al estudio realizado por el Programa de Maestría en Salud Pública con especialidades de Bioestadística y Epidemiología de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, bajo la mentoría de los doctores Gilberto Ramos Valencia y Rosa Rosario Rosado.

Datos preliminares de este estudio revelaron que la probabilidad de sufrir un aborto espontáneo es seis veces mayor para las residentes de esta zona de Guayama, en comparación con las mujeres que viven en Fajardo.

Además, la incidencia de bronquitis crónica es nueve veces mayor en los guayameses que en el mencionado pueblo de la zona este del país, entre otros hallazgos.

'Anteriormente a eso nosotros [FASE], como parte de nuestra campaña en contra de los depósitos de cenizas y en contra de la AES en Guayama, mucha gente nos comentó que había calles enteras donde los dueños originales habían muerto de cáncer', reveló.

A esto, añadió que 'no estamos diciendo que todas esas muertes prematuras y que toda esa gente enferma con cáncer es a consecuencia del establecimiento de la AES en el lugar, porque sería injusto. Allí en ese lugar cerca de esas comunidades hay un parque industrial donde hay muchas empresas que han contaminado el área'.

No obstante, Martín sostuvo que el agua potable que reciben los residentes de esta zona proviene de pozos hincados por la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, donde la base está hecha con cenizas de carbón.

'Esa negación que hace AES de que las cenizas son inocuas ni causan un efecto adverso a la salud, eso solo tiene lugar donde el dinero hace que se pueda discutir un asunto como ese', arremetió.

Mientras tanto, Angie Rivera mira al futuro con la incertidumbre de volver a pasar por el viacrucis del cáncer, 'porque esto es doloroso, el cáncer duele y más aún cuando no hay una explicación médica'.

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