Combatir el legado dejado por Hector O'Neill García, uno que dejó al Municipio de Guaynabo con un deficit de $6.4 millones, demandas, y una retahíla de contratos y puestos de confianza, ha sido y continuará en la agenda del nuevo incumbente, Ángel Perez Otero, quien presentó su primer Mensaje de Presupuesto ante la Legislatura Municipal.

Según dejó saber a los presentes, los pasados meses ha implementando medidas de ahorro en la administración del ayuntamiento, y el 62% de esos esfuerzos se centran únicamente en la Oficina del Alcalde.

'Si no hubiese sido porque llegáramos y comenzáramos a ajustar los gastos del municipio, este año cerraría con un deficit de $25 millones', declaró Perez Otero en una mesa redonda con la prensa.

Ejemplo de ello es el hecho de que O'Neill García, a lo mínimo, destinaba $3.1 millones en su nómina de confianza, que se traducía a 33 personas. La Legislatura Municipal, por su parte, para el 1 de julio de 2017, aprobó incrementar el número a 48 personas, lo que elevaría el gasto a $3.3 millones, cifra que no incluía el salario del ejecutivo municipal.

A esos fines, Perez Otero detalló que redujo no ha ocupado todos los puestos disponibles, pues actualmente cuenta con 38 miembros de confianza, lo que representa un ahorro de 25% en este renglón.

Del mismo modo, recortó el gasto de contratación en un 20% y congeló plazas. Los puestos de administrador municipal y director de operaciones, mencionó, permanecen vacantes, ya que la vicealcaldesa y el, como alcalde, se encargan de completar estas tareas.

Según descubrió, su predecesor, quien horas más temprano tuvo su lectura de acusación por siete cargos criminales, entre los que se encuentran actos lascivos y maltrato, mantenía una escala de salarios exhorbitante para sus ayudantes especiales.

Bajo el mandato de O'Neill García, entonces, un empleado de este tipo podía ganar un mínimo de $4,400 y un máximo de $10,400 al mes.

Sin embargo, con la llegada de Perez Otero, la base fue disminuida a $2,800 y su tope a $6,289.

Los datos fueron corroborados con una auditoría, a cargo de Ortiz Rivera Rivera y Compañía, la misma empresa que ha laborado en el municipio por los pasados años.

Aquí algunos datos que se destacan de su mensaje:

Presupuesto 2018-2019: $128.4 millones de fondos ordinarios, $37.9 millones de otras fuentes financieras destinadas al pago de la deuda y $11.8 millones de fondos federales.

Garantiza $8.3 millones para el pago de pensionados en Guaynabo.

Asignó cerca de $1 millón para el bono de verano, lo cual lo asegura para el año en curso y el próximo verano.

Entregará el Bono de Navidad del año en curso.

Reducción de 25% en el presupuesto de la Oficina del Alcalde, lo que iguala a $1.16 millones.

De cara al año fiscal en curso, se sobreestimaron los ingresos en $30 millones en el Municipio por la pasada administración, por lo que el municipio se encuentra en deficit de $6.4 millones. Más aún, los activos del municipio se redujeron en $9 millones.

Guaynabo tenía $23.9 millones en el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) para obras y mejoras permanentes. Sin embargo, el BGF se fue a quiebra y el municipio perdió ese dinero. En ese aspecto, se afectó el desarrolló del Museo de la Música. Sin embargo, Perez Otero se comprometió con encontrar los fondos necesarios.

Deuda Municipal principal asciende a $273,575,000, sumado a $144.3 millones en intereses. A esos fines, el municipio destinará $126 millones hasta el 2021 para emitir esos pagos.

Otras deudas suman $3 millones a esa cifra y, en caso de que los debitos con otras agencias se liquiden, el monto subiría a $62.5 millones. Esto incluye agencias gubernamentales y demandas pendientes.

Tras la experiencia del huracán María, se vislumbra la duplicación del costo del seguro municipal, lo que representaría entre $1.5 millones y $2 millones al año.

El parque forestal La Marquesa continúa cerrado hasta nuevo aviso, al igual que el Centro Bellas Artes.

El Guaynabo del futuro

Aunque el alcalde reconoció que el municipio cerrará con un deficit operacional, se mostró confiado en que las medidas de ajuste continuarán su efecto positivo en las arcas. Es por eso que apostará a la inversión y a la creación de empresas y viviendas.

'Hay 38 proyectos comerciales o industriales y cerca de cuatro proyectos de urbanización nuevas. De igual forma, se han adjudicado 177 permisos de uso, donde 12 de ellos son para Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs). Esto es la genesis, junto a los esfuerzos del gobierno central, para crear una oficina para agilizar los servicios a las PyMEs', afirmó Perez Otero.

En ese aspecto, el alcalde fue enfático en que no vislumbra un aumento de contribuciones, mucho menos reducción de jornada ni beneficios laborales para los 2,000 empleados del municipio.

'No hay aumentos a impuestos. Mi gente está dispuesta a hacer más con menos', aseguró.

En los planes inmediatos se encuentra la expansión del área industrial, el desarrollo de las fincas del ayuntamiento y la creación o expansión de centros comerciales.

Igualmente, Perez Otero espera que Guaynabo se convierta en una 'ciudad inteligente' a largo plazo. Es decir, una que adopte la energía alternativa, las micro redes y sistemas de comunicaciones eficientes.

'Quiero levantar un nuevo y mejor Guaynabo', clamó el ejecutivo municipal, similar a las palabras del gobernador Ricardo Rosselló Nevares quien ha reiterado su interes de construir un nuevo Puerto Rico.