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Repletas de contratistas las oficinas de epidemiología regionales

En plena pandemia, el Departamento de Salud cuenta con solo cinco epidemiólogos con puestos de carrera que dan continuidad a los trabajos en la agencia.

La salida del epidemiólogo David Capó como responsable de "liderar los esfuerzos de la Oficina de Epidemiología" del Departamento de Salud dejó otra vez en evidencia el problema que provoca el que la mayoría de los empleados de esta importante división sean contratistas.

NotiCel supo, mediante una fuente, que la agencia solo cuenta con cinco epidemiólogos de carrera y el resto de los empleados en las siete oficinas regionales son contratistas. Es por esto que ha sido tan difícil la comunicación con el Instituto de Estadísticas, por ejemplo, entre otras funciones esperadas de esta división.

Capó decidió ayer no renovar su contrato y regresar a la empresa privada.

El también médico generalista, con un internado en pediatría, comenzó funciones el 1 de abril tras ser recomendado por el "Task Force" Médico, pero hasta el momento no ha cobrado por los servicios prestados mediante contrato de $16,000 al mes.

Capó se limitó a decir a NotiCel que su deseo fue regresar a la empresa privada, pero que colaboraría de manera voluntaria con el secretario de Salud, Lorenzo González Feliciano si este requiere de su ayuda.

Sin embargo, una fuente de NotiCel aseguró que el epidemiólogo decidió no renovar su contrato porque además confrontó problemas como coordinador de la Oficina de Epidemiología durante la pandemia de COVID-19.

De acuerdo a la fuente, Capó, respetado por sus credenciales profesionales, fue visto dentro de la agencia como un "ente externo" y fue excluido de reuniones clave. Capó trabajó en el Instituto Nacional de Salud y con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).

NotiCel supo, a través de la fuente, que el Departamento de Salud cuenta con epidemiólogos pero no con uno experto en situaciones clínicas.

"Hay falta alguien con conocimiento clínico en el grupo. No es lo mismo haber trabajado con el H1N1 que con una pandemia ed COVID-19. El que no lleguen celulares o los 'hotspots' a tiempo a nivel regional sin duda imposibilita el trabajo en medio de una pandemia para establecer los sistemas de vigilancia adecuados y tomar decisiones sobre una enfermedad contagiosa como el coronavirus", sostuvo la fuente sobre los procesos burocráticos con los que se enfrentó Capó, proveniente de la empresa privada y de agencias del Gobierno federal, al llegar a la agencia.

Al preguntarle sobre estas alegaciones, Capó aseguró que las razones para no continuar en la agencia se deben a la necesidad de hacer una transición hacia la empresa privada por compromisos económicos previos que tiene junto a su familia. Dijo que muchos de sus colegas trabajan por servicios profesionales, pero para él es difícil trabajar por contratos de dos meses en este momento. NotiCel preguntó si regresará a trabajar en Abarca Health, la manejadora de beneficios farmacéuticos dónde laboraba, y dijo que hasta el momento no tenía la oferta de volver pero tampoco lo descartaba si le ofrecen la oportunidad.

Agregó que seguirá colaborando de manera voluntaria como otros miembros de la comunidad científica local hacen todos los días para analizar el efecto de la pandemia de COVID-19 en la Isla.

El último epidemiólogo del Estado que tuvo el Departamento de Salud como empleado regular fue el fenecido Johnny Rullán. Después los epidemiólogos han sido contratados por servicios profesionales, incluyendo la predecesora de Capó, la doctora Carmen Deseda, quien fue designada el 23 de enero de 2017 por el entonces gobernador Ricardo Rosselló Nevares.

NotiCel supo que el secretario de Salud, González Feliciano tenía la intención y el deseo genuino de renovar el contrato de Capó para que continuara colaborando con la agencia.

Tiene experiencia como reportera, editora, productora y presentadora de radio y televisión. Su experiencia profesional incluye ocho años como reportera destacada en La Fortaleza y en temas de política y gobierno; y más tarde como editora de medios impresos y digitales en español e inglés. Tiene un bachillerato en periodismo de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.