Tan pronto cruzas el portón de la casa de Doña Tomasa Zambrana, en el barrio Almirante en Vega Baja, te topas con tres caballos en los alrededores de su residencia. No tiene luz ni agua potable, además de escasa comunicación telefónica, como muchos de los puertorriqueños en estos tiempos. La falta de servicios esenciales inicia una difícil batalla por sus condiciones medicas.

Sentada en el balcón de su casa, Tomasa recibió a NotiCel, donde explicó la severidad de sus condiciones. A consecuencia de su diabetes, ha desarrollado artritis, neuropatía, nervio ciático, piedra en los riñones y presión alta. Su reclamo es que carece de los medicamentos.

'Ahora mismo yo no tengo un glucómetro. Estoy sin nada, vamos a decir', dijo Tomasa luego de recibir a varios doctores el pasado miercoles.

Su casa tambien empieza a sucumbir, poniendo en jaque más aún su salud. 'Tengo todos esos cuartos en hueco, se me están cayendo los cantos del techo, las puertas las tengo un poco destruidas', confesó.

Tomasa, quien vive con uno de sus hijos, sigue sorprendida por el paso del huracán María, catalogándolo como algo nunca antes visto. 'Fue muy horrible, me partieron los árboles. Tuve que sacar los caballos y se le cayó el rancho a los caballos, son de carrera', contó la femina.

'Estoy sin nada, necesitaría bastante ayuda...', concluyó con una tono de incertidumbre.