Pescadores del Crashboat: 'No han ayudado en nada'
La densa capa de polvo del Sahara dificulta apreciar el horizonte del mar que luce completamente plano, favorable para la pesca. A lo sumo cinco turistas se pasean entre el único árbol de tamarindo que sobrevivió a María el año pasado y el pedazo de muelle que queda en el balneario Crashboat. Los edificios que sirvieron como villa pesquera y cuartos para que los pescadores guardaran sus motores, arpones y chinchorros siguen enterrados en la arena agrietándose con cada bravata, mostrando sus varillas cual arterias, entre muchas menos yolas de las que solían poblar este pedazo de costa.
No muy lejos de la orilla una yola circula las aguas. Ismael Roldán y Bienvenido se preparan para rampear -velar el alza de la marejada para acelerar y atracar en la arena- a su yola Maribel. Ismael es el primero en poner los pies en la arena y comenzar a sacar equipos que va acercando a un solitario vagón enclavado entre las estructuras que a un año del catastrófico huracán no han sido demolidas para limpiar de una vez la zona.
Asomada al interior de la yola pregunto por los primeros que capturan la vista por sus colores: el dorado y las chernas. ¿Y cómo va la pesca desde el huracán?, pregunto a Bienvenido, quien no duda un segundo en contestar 'mala, mala', mientras con la manga de la camisa se limpia el bloqueador solar que el sudor le ha regado por la cara.
Las estructuras sin remover frente a la yola recien llegada pertenecen al Departamento de Agricultura, específicamente el Programa para el Fomento, Desarrollo y Administración Pesquera.
Para justificar la demora en remover estas edificaciones insalvables, el secretario de Agricultura, Carlos Flores, explicó que 'FEMA asignó la demolición y remoción para devolver el área a su estado natural. FEMA hace que el proceso sea más lento porque hay que decirle hasta dónde se van a disponer el cemento, hierro o materiales que contengan asbesto, dónde se van a recibir y disponer, con la evidencia de que pueden recibir ese material, y ellos deben certificarlo. Ya salieron las convocatorias de propuestas para las compañías locales (para realizar estas labores). El Departamento de Agricultura solo tendrá ese predio de arena y estacionamiento porque ya no se puede reconstruir ahí por orden de FEMA'.
Aunque estas estructuras están aseguradas Flores reconoció que, 'a veces no alcanzan ni para puertas o ventanas. Son más bien incidentales. Recibimos una parte pero falta que sea el máximo correspondiente. Cada vez que no pagan el máximo entramos en conversaciones con FEMA, que exige se reclame el máximo. Va lento, como todos los seguros, según ha dicho el propio Comisionado (de Seguros de Puerto Rico, Javier Rivera)'.
El vagón con el cual los pescadores resuelven para almacenar sus equipos lo costeó la Asociación de Pescadores de la Villa del Ojo. Por parte de Agricultura no parecen existir muchas opciones para la veintena de obreros del mar que conforman la asociación en Crashboat.
'Queremos que se continúe la actividad de la pesca, ese es nuestro enfoque', aseguró Flores. Sin embargo, el presidente de la Asociación, Rey Alma, denunció que 'Agricultura nos ha dado la espalda, no han ayudado en nada'.En el estacionamiento contiguo el alcalde de Aguadilla, Carlos Mendez, ofreció una estructura para reubicar la villa pesquera.
'Ya nosotros estamos sacando todo lo que hay dentro (del edificio) para que puedan ubicarse allí. La bola está en la cancha de ellos (la Asociación de Pescadores)', afirmó Mendez, presto al retiro en 2020 luego de 24 años ocupando la poltrona municipal.El Municipio solicita a la Asociación evidencia de incorporación y seguro de responsabilidad para alquilar el espacio con servicios de electricidad y agua a razón de $500 por mes. El Alcalde asegura que el ayuntamiento ya prepara el contrato de arrendamiento y 'pueden mudarse mañana mismo si gustan. Entiendo de esto porque mi papá era pescador', agregó Mendez.
No obstante, el Secretario de Agricultura apuntó que para los pescadores esta opción 'al quedar algo retirado, se complica, pero las agencias reguladoras no darán permiso (de reubicarse en la misma área donde estaban) porque con cualquier marejada pueden volver a perder todo'.
Alma reconoció que la estructura que ofrece el Municipio, frente a la costa reservada para bañistas, no permitiría rampear sus yolas. 'Lo veo difícil, sigo luchando por este lado', admitió el líder de los pescadores, quien hace 30 años forma parte de la Asociación nacida en 1974.
Sobre la cantidad de alquiler que tendrían que pagar para ocupar la estructura ofrecida por el Alcalde, aseguró que pueden costearlo aunque representa un alza a los $275 que se pagaban mensualmente al Departamento de Agricultura. 'Ha sido una Asociación modelo, nunca fallamos en nuestros pagos a Agricultura cuando nos alquilaban', aseguró Alma.
Lea: El doble efecto de María en las costas de Puerto Rico
De otro lado, el empresario local Alfredo Cordero propuso un desarrollo turístico para el área de donde se mudaría la villa pesquera, que incluiría quioscos y restaurantes donde venderían la pesca local.
A la propuesta de Cordero, Flores advirtió que 'todos se tienen que poner de acuerdo. El desarrollo tiene que contar con ellos (los pescadores) porque el atractivo es la pesca fresca. Si no, va a ser un elefante blanco y eso no es lo que busca la gente. Tienen que llegar a un 'happy medium''. A su vez, Mendez aseguró que no ha visto planos ni propuesta formal por parte del empresario, pero dejó la puerta abierta: 'cuando presente, veremos'. No obstante, Alma advirtió: 'no queremos ceder a Cordero. Esto pertenece al pueblo de Puerto Rico'.
Entretanto, Ismael continuó guardando equipo en el vagón donde reconoció que no todas las pertenencias de la comunidad pescadora tienen espacio. A una año de María, 'La mayoría lo que hacen es que van y vienen en carro con todos los equipos, motor, lo que necesiten para el día, y se regresan con todo', dijo.
Por su parte, Bienvenido rehusa poner precio al dorado o las chernas pues pertenecen al cuñado de Ismael, quien en otra yola más alejada de la costa espera atrapar chillos. 'No pude coger nada porque se empezó a meter el agua', cuenta mientras lamentó atracar demasiado cerca a la orilla para voltear la embarcación y evaluar la reparación necesaria.
Observo el altar que alguna vez cobijó a la Virgen del Carmen. Sigue vacío, más de la mitad enterrado bajo la arena. La yola vecina lleva pintado en letras negras el nombre de Carmen. Aunque el mar embravecido por el huracán reclamó la imagen de la patrona de la navegación, sus devotos no olvidaron honrarla el pasado mes de julio, cuando la tradicional ceremonia cumplió 101 años en Aguadilla. Los pescadores siguen confiados en su protección. Sin duda, más de lo que pueden confiar en la parsimoniosa o inexistente respuesta del gobierno a un año del huracán María.
Revisite la historia de hace un año sobre María y la costa aguadillana pulsando aquí.