Acusado se inculpó de crimen de Yexeira, según su madre
Casi una admisión de culpabilidad fueron las expresiones que Roberto Quiñones Rivera le hizo a la madre de la bailarina desaparecida, Yexeira Torres Pacheco, cuando, a seis días de su desaparición, el finalmente respondió telefónicamente a las miles de llamadas de la mujer.
'Iris, yo no quería que las cosas fueran así. Yexeira tiene que aprender a respetar. Si le pasó algo bien merecido se lo tiene', fueron las palabras que el exnovio de Torres Pacheco utilizó, según contó hoy la madre de la joven, Iris Pacheco, al ser interrogada por la fiscalía en Tribunal de Carolina.
La progenitora deJessie, como le decían a Yexeira cariñosamente, confrontó con angustia al acusado de haber asesinado y desaparecido a su hija, cuando recordó que el sábado 29 de octubre del año pasado, desesperada por haber buscado día y noche a su 'nena', decidió 'explotarle el celular'.
'Decidí mandarle mensajes constantemente. Mis mensajes eran de suplica. Le decía 'Jessieeeeeee'; 'Ponme a mi hija al telefono'; Roberto qué hiciste con mi hija?'; 'Puñeta, quiero escuchar su voz''.
La mujer dijo que también telefoneaba a su hija pero, a diferencia del celular de Quiñones Rivera, el de la joven iba directo al correo de voz.
Ese mismo día, doña Iris dijo haber roto la puerta trasera de la casa que alquilaban Yexeira y Roberto para toparse con que ni el labrador llamado 'Woody', ni ninguna de las pertenencias del acusado estaban en el lugar, incluyendo sus altares de Santería.
En el estrado, Pacheco además indicó que 'tampoco estaban la lavadora y secadora recién compradas por Roberto...Había una mancha roja donde había agua que salía de donde estaba la lavadora y dije 'aquí alguien se cortó porque eso parece sangre''.
Pacheco reveló que cuando en el 2010 su hija conoció a su expareja a través de una red social, éste vestía de blanco y comía del piso como parte de sus rituales, e incluso, la joven viajó con él a Cuba 'para hacerse un santo'.
Varias anécdotas en el testimonio de la mujer ponían en evidencia el carácter volátil del imputado. Pacheco dijo que hasta la mamá de Quiñones Rivera un día le advirtió que 'él es muy explosivo'. Hecho que ella misma corroboró la vez que Quiñones Rivera le escondió el celular a su hija y ante el desespero de la joven, la mujer le reclamó y este le contestó:
'A las personas hay que enseñarlas a respetar y si hay que darles, hay que darles. Si para corregir hay que pegar, hay que pegar'.
Días antes de su desaparición, la bailarina se había ido de su casa a vivir en una tienda de la cual era propietaria y le había dicho a su mamá que 'ya no aguanto más a Roberto. Me tiene harta, me asfixia. Me chequea el celular. A las 2 de la mañana me estaba chequeando la computadora...Cuando voy a salir se tira al piso y finge un ataque cardiaco. Yo tengo que pensar, porque voy a dejar a Roberto'.
Poco después la joven de 24 años confesó que el día antes había llegado a su residencia en Villa Carolina y había encontrado al hombre tratando de ahorcarse.
Pacheco también narró la vez que a la casa de la abuela de Yexeira hubo una llamada tarde en la noche en donde se escuchaban gritos que, según describió el primo de la joven, 'era Roberto dándole una pela a Yexeira'.
Cabe señalar que el imputado, también expolicía, tiene antecedentes criminales por poseer sustancias controladas y violación de ley 54 de violencia doméstica.
El turno de preguntas de la fiscal Alma Méndez terminó con la madre exaltada, implorándole al acusado que le devolviera a su hija y acusándolo de asesinarla.
El último día que Pacheco supo de la hija, que la llamaba todas las noches para pedirle la bendición, fue el lunes 24 de octubre del 2011.
'Hasta el día de hoy no la he visto y la busco bajo tierra, cielo y mar', susurró llorosa la mujer.
El contrainterrogatorio de la defensa continuará el próximo viernes.