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Juez federal y familiares de Paredes testificarán en caso contra Casellas Toro

El juez federal Salvador Casellas Moreno, así como familiares de la fenecida Carmen Paredes, incluyendo su hermano, su madre y su hija Carolina Casellas Paredes, figurarán como testigos en el juicio por asesinato que se sigue contra Pablo Casellas Toro.

Así se anunció hoy en la sala del juez superior de Bayamón, Jose Ramírez Lluch, quien indicó a los potenciales miembros del jurado que este será un proceso largo y que se preve se extienda por unos dos meses.

'El proceso es largo y nos vamos a extender el tiempo que sea necesario', fueron las primeras palabras del magistrado al primer grupo de cinco paneles en los que había 50 personas.

El juez informó que se escogió el 'método largo', que incluye entrevistas grupales e individuales. En esas entrevistas individuales, es que se atenderá el aspecto del exceso de publicidad que ha tenido el caso, precisó el juez sobre el proceso de desinsaculación del jurado.

En total el ministerio público presentará 68 testigos, los cuales fueron presentados en corte, algunos físicamente allí, otros a través de fotografías.

Entre los testigos están la madre de Paredes Aracelis Cintrón Vázquez, quien no ofreció declaraciones a la prensa y ya no puede hacerlas, pues se encuentra bajo la regla del tribunal. Otro testigo es Jouseph Paredes, a quien le tocó la difícil tarea de identificar el cadáver de su hermana en el Instituto de Ciencias Forenses, tres días después del asesinato ocurrido el 14 de julio de 2012.

También desfilarán como testigos de fiscalía varios agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) Rubén Marchand, Juan Santiago, Víctor López y Matthew Bogel.

Dos fiscales, Gustavo Vélez Acevedo y Miguel Soto Pastrana, también ocuparán el banquillo de los testigos, una vez inicie formalmente el desfile de prueba.

Uno de los entrevistados como potencial jurado dijo que su esposa, una secretaria en el Tribunal de menores de Bayamón, conoce al juez Ramírez Lluch.

Mientras, una mujer informó que era prima segunda de uno de los testigos, René Rodríguez San Feliz. A preguntas del juez, la mujer dijo que cree que algunos testigos pueden mentir y que ser familiar del testigo, a quien no ve frecuentemente, no le impediría llegar a un veredicto que se base de la totalidad de la prueba y no únicamente por creer su testimonio.

El proceso de selección de jurado había comenzado en abril de este año, pero quedó interrumpido por procesos apelativos que llevó la defensa. El proceso se mantuvo detenido desde entonces por complicaciones de salud que enfrentó el acusado, incluyendo un tiempo en el que permaneció en coma.

Hoy Casellas Toro se ve con mejor semblante, pese a que volvió a llegar y estar en el tribunal en silla de ruedas. El acusado evitó a la prensa al entrar por el sótano del tribunal donde ubica la sala de investigaciones subió a un elevador escoltado por alguaciles, sus abogados y dos guardias de seguridad que lo acompañan siempre.

Su principal abogado defensor, Harry Padilla, aseguró a NotiCel que su cliente 'está apto' para ver el juicio y que no debería haber problemas futuros en cuanto a su procesabilidad. Padilla dijo, además, que el aspecto de la publicidad ha afectado 'negativamente' a su cliente.

No obstante, el fiscal Sergio Rubio se mostró optimista en que puedan seleccionar un jurado imparcial.

Rubio recordó que ya el tribunal resolvió que existen los mecanismos para lograr que los 12 miembros seleccionados al panel final de jurado puedan llegar a un veredicto de forma imparcial.

El pasado 1 de octubre, el juez Ramírez Lluch determinó que Casellas Toro estaba apto para continuar con los procedimientos judiciales en su contra, luego de haber estado un tiempo en coma y luego en rehabilitación física.

Casellas Toro está acusado por asesinato en primer grado, violación a la Ley de Armas, destrucción de evidencia y declarar falsamente un delito.

Cuando se determinó causa para arresto en octubre 2012, la fiscal Phoebe Isales explicó que ese último cargo se relaciona con la querella que el imputado presentó ante los agentes del cuartel de Levittown de que supuestamente el 17 de junio (Día de los Padres) le robaron tres armas y fue víctima de una tentativa de asesinato. Entre las armas, que Casellas Toro alegó falsamente que le robaron, se encuentra la utilizada para asesinar a Paredes.

El Negociado Federal de Investigaciones (FBI) mantiene abierta una investigación contra Casellas Toro por mentirle a uno de sus agentes, pero de acuerdo con su director, Carlos Cases, están esperando a que se lleve a cabo el proceso judicial estatal por deferencia y para no influenciar en el caso.

Pablo Casellas (Josian Bruno Gómez/NotiCel)
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