Surgen varias versiones del 'carjacking' de Casellas
En el sexto día de juicio contra Pablo Casellas Toro, acusado por el asesinato de Carmen Paredes Cintrón, surge otra versión del supuesto 'carjacking' en el que el corredor de seguros estuvo involucrado.
En esta ocasión, tres individuos fueron los que encañonaron a Casellas Toro para robarle. De acuerdo a la versión del agente de la Policía adscrito al 'task force' del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), Rafael Díaz Berríos, el tercer sujeto apuntó con un arma al acusado.
'Me dijo que se levantó temprano, desayunó y se fue al polígono de tiro. Cuando llega, el portón estaba cerrado y escuchó unos impactos de bala. Dos individuos corren hacia él y un tercero lo encañona y le dice que se mueva al asiento del pasajero y le pide el reloj. Ahí trata de abrir la puerta, no abre y se tira del vehículo', detalló el agente de la Uniformada en la sala 706 del Tribunal de Bayamón que preside el juez José Ramírez Lluch.
La versión de Díaz Berríos no concuerda con la del agente del FBI, Rubén Marchand, quien este martes aseguró en su testimonio que la puerta del pasajero no abría por la parte exterior, pero sí por dentro.
Otra de las teorías que se han presentado en el proceso judicial es que un sujeto se montó a su vehículo, le disparó y le pidió todas sus pertenencias. Casellas le indica que en la parte posterior del carro tiene armas de fuego, momento que aprovecha para escaparse y acudir a un área de 'yerbas altas'.
Mientras, otra versión apunta que el imputado escuchó unos disparos, colocó su guagua en 'parking', salió del vehículo y de la maleza sale un hombre trigueño con un arma de fuego.
Todas las versiones señalan a los supuestos criminales como hombres negros y en dos de ellas, los individuos son de nacionalidad dominicana.
El Ministerio Público sentó en la silla de los testigos a Abraham Vélez Robles, un guardia de seguridad que trabaja en un complejo de viviendas cercano a la Urbanización Tierra Alta III, lugar donde ocurrió el asesinato.
De acuerdo al testimonio de Vélez Robles, este escuchó unas detonaciones a las 9:05 de la mañana del sábado 14 de julio y unos 35 minutos después escucha otros dos disparos fuertes. 'Esos sí los pude distinguir', apuntó el hombre frente al fiscal Sergio Rubio.
'Ni una palabra' ordenó el juez Casellas al llegar a la escena del crimen
'Ni una palabra'. Esa fue la orden que impartió el juez Salvador Casellas Moreno a su hijo Pablo justo después del asesinato de su esposa, Carmen Paredes, de acuerdo al testimonio de la teniente de la Policía municipal de Guaynabo, Ivonne García Ortiz.
En el sexto día de juicio contra el corredor de seguros, el Ministerio Público sentó en la silla de testigos a la agente retirada de la Policía municipal, quien aseguró que impartió directrices al juez Casellas para que no entrara a la escena del crimen en la Urbanización Tierra Alta III en Guaynabo.
Según el testimonio de García Ortiz, Casellas Moreno buscaba entrar a la casa de su hijo pero las autoridades no lo permitieron. 'Le dije que no podría permitirle entrar. Me dijo como que, yo soy el dueño de la casa. Yo soy el juez Casellas', declaró la expolicía sobre el momento que el magistrado llegó a la residencia de su hijo.
'No pasó, pero miró', apuntó la teniente retirada tras la instrucción que le dio a Casellas padre en la escena. García Ortiz dijo, además, que aunque la policía intentó interrogar a padre e hijo estos se negaron a contestar.
También expresó que el abogado de la familia, Arturo Negrón García y quien forma parte de la defensa del acusado, llegó a la escena y dio instrucciones para no ofrecer detalles sobre lo sucedido.
La mujer, que no entró a la escena, percibió desde la puerta de la casa que da para la terraza, el cuerpo de Paredes en la silla, con la cabeza hacia atrás y las piernas cruzadas. Asimismo, sostuvo que vio un vaso con jugo, un encendedor y un periódico abierto. 'Noté un redonder pequeño con sangre en el pecho', detalló.
'No había tubos doblados ni sangre', declaró García Ortiz a preguntas del fiscal Sergio Rubio sobre la verja de la urbanización, lugar que de acuerdo a la teoría de Casellas salió a toda prisa el supuesto asesino.
No obstante y pese a la declaración de la vigésima testigo, la defensa de Casellas, encabezada por el licenciado Harry Padilla, mostró imágenes de una parte de la verja en donde los dientes de tiburón están recostados, lo que da oportunidad a una persona a salir sin herirse.
De otra parte, el sargento retirado de la Policía municipal, Edwin Mercado, precisó que halló el cadáver con una bata de dormir y con dos disparos, uno de ellos en el pecho y otro en la frente. El policía se presentó a la escena luego de recibir una llamada al cuartel municipal sobre los disparos la mañana del 14 de julio de 2012.
Ambos agentes coincidieron que en la escena había varios casquillos de bala y en el carro de Casellas observaron un arma, específicamente encima del baúl.
A seis días del inicio del desfile de prueba, la fiscalía, compuesta por Phoebe Isales, Sergio Rubio y Janet Parra, ha interrogado a 21 testigos de 36 que citaron.
El juicio por asesinato en primer grado, violación a la Ley de Armas, destrucción de evidencia y por ofrecer una declaración falsa continúa el jueves en la mañana en la sala 706 del Tribunal de Bayamón que preside el juez José Ramírez Lluch.