Un jurado encontró en la noche del jueves a Pablo Jose Casellas Toro culpable de tres cargos en su contra por emitir una declaración falsa a agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en ingles) al alegar ser víctima de un "carjacking".

El panel deliberativo, compuesto por ocho mujeres y cuatro hombres, evaluó por 3 horas y 30 minutos la prueba que desfiló en los cuatro días de juicio en su fondo que se celebró en la sala 3 del Tribunal Federal en Hato Rey.

El juez de West Virginia, Joseph Goodwin, señaló la lectura de sentencia para el lunes, 11 de agosto a las 10 de la mañana. El excorredor de seguros podría enfrenar hasta cinco años por cada acusación.

De esta forma, el hijo del juez federal Salvador Casellas Moreno continuará en el Centro Metropolitano de Detención, en Guaynabo, hasta su próxima comparecencia en la corte federal en agosto.

Casellas Toro, de 49 años, escuchó el veredicto junto a su abogado, Francisco Rebollo Casalduc, y no hizo ningún tipo de gesto.

"Irrespectivamente de lo que usted piense de Pablo Casellas, él cuando es acusado de cargos tiene derecho a que un jurado justo e imparcial y sin conocimiento previo del caso evalué esa prueba. Como dijimos en las mociones, en Puerto Rico era imposible encontrar un jurado que no conociera del caso anterior", manifestó Rebollo Casalduc al salir de sala.

Su contraparte, el fiscal del Distrito de Florida del Sur, Michael Gilfarb, se mostró complacido con la determinación. "El jurado ha hablado y estamos satisfechos", apuntó.

Más temprano en el día las partes presentaron sus argumentaciones finales. El primero fue el abogado defensor quien trató de probar que su cliente sí fue víctima de un robo de vehículo a mano armada cuando iba camino al Club Metropolitano de Tiro el 17 de junio de 2012.

"Así como vieron el reguero en el cuarto donde guardaba sus cosas, así trabajaba su mente. A lo mejor se confundió y reportó otras armas robadas", expuso el licenciado al referirse a las dos pistolas que el hijo del juez federal Salvador Casellas Moreno aseguró le habían robado en el supuesto incidente.

Gilfarb, por su parte, contradijo en su totalidad la teoría del licenciado. Cuestionó, en su alocución, por qué las armas que reportó robadas aparecieron en su casa el día que la Policía investigó el asesinato de su esposa.

"Hoy es el día para escribir la verdad. La verdad, como el aceite, sale a flote", comentó el representante del Ministerio Público.