La zona noroeste de la Isla fue testigo entre ayer y hoy del embate de las olas y su efecto sobre las construcciones cercanas a la zona marítimo terrestre.

Los pueblos de Aguadilla y Aguada fueron los que más daños reportaron a carreteras e infraestructura.

La oficial de prensa del municipio de Aguada Berenith Román informó que ya a tempranas horas del día se habían registrado daños en los barrios Carrizales y Espinar.

'La carretera del barrio Carrizales tiene disponible un solo carril y la marejada ha roto la tubería de acueductos y de aguas usadas. El alcalde Manuel Gabina se mantiene al tanto de la situación pues hay un poste de línea de 4000 voltios que está en peligro', indicó Román.

Por otro lado, en Aguadilla se reportaron daños a estructuras ubicadas en el área del estacionamiento de la playa Crashboat. El local utilizado como pescadería quedó inutilizable tras el impacto del oleaje, mientras que el área de los demás negocios quedó inundada, impidiendo su uso. El parque Colón en Aguadilla sufrió daños al paseo tablado, cubriendo el agua toda su extensión y depositando arena por doquier.

Para el conservacionista Hector Varela, la desaparición de las dunas en la costa norte dejó sin protección a esa zona contra las inclemencias del tiempo. En el día de hoy, la playa Middles de Isabela hizo claro el contraste entre la costa erosionada y el área donde la restauración de dunas restó fuerzas al impacto del oleaje.

'Adicional a los mangles y a los arrecifes, las dunas aminoran el impacto de las olas. Lo que vemos hoy es el efecto de su desaparición, estamos hablando que hace años en Isabela había dunas de hasta 100 pies de altura'.

Varela, quien fundó el programa Vida Marina de la Universidad de Puerto Rico en el 2007, opina que es tiempo de repensar la política pública que define lo que es la zona marítimo-terrestre.

'Nuestra definición actual se deja llevar por donde llega la marea alta, de ahí se miden 50 metros hacia arriba y se calcula como área de dominio público donde no se puede construir. De ahí entonces resulta que en eventos históricos como el que estamos viendo, vemos que las dunas que existen se esten moviendo hacia adentro. Es un proceso que es necesario que las agencias reguladoras hagan un estudio exhaustivo para evaluar todo ese movimiento de arena y delimitar la zona,' dijo Varela.

'Con esto que sucede hoy, es algo positivo, porque se puede documentar hasta donde llega el mar y se puede contrarrestar en corte un desarrollo que alegue que no está en área inundable. Es importante que las agencias entiendan que la zona marítimo terrestre va más allá de donde está la duna primaria y esas áreas hay que protegerlas y cuidarlas para que proyectos sin fines de lucro y comunitarios puedan seguir restaurando las costas'.

Según el coordinador del Programa de Tortugas Marinas del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Carlos Diez, los dos nidos de tinglares reportados en Maunabo y Añasco no sufrieron daños por el oleaje. Un tercer nido se estableció en Humacao esta mañana y la temporada de anidaje comienza oficialmente en las próximas semanas.

Al momento, el DRNA no tiene el detalle del impacto del evento pues el oleaje continúa a menor escala. El oficial de prensa del Departamento, Aniel Bigio, informó mediante correo electrónico que una vez culmine, entonces se hará el análisis y habrá detalles más precisos.

'El Cuerpo de Vigilantes comenzó esta mañana a visitar las zonas costeras para evaluar el impacto de la marejada. Luego, rendirán un informe. Ese análisis tambien lo harán los biólogos y tecnicos del DRNA una vez culmine el evento. Sí podemos adelantar que hay daño en infraestructuras y se ha perdido las extensiones de las playas, pero el detalle lo tendremos una vez culmine', indicó Bigio.

'Se espera que la marejada tenga un impacto en las bahías bioluminiscentes (Puerto Mosquito en Vieques y Laguna Grande en Fajardo. Esto se debe a que las corrientes pueden traer organismos que podrían comerse a los dinoflagelados, los que logran la bioluminiscencia. De hecho, para los huracanes Irma y María hubo un impacto, pero con el paso de los días los cuerpos de agua vuelven a su estado natural', agregó.

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