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Entre vino y paella, republicanos boricuas esperan que 'nos toque algo' con Trump

Washington, DC - A fuerza de vino y ron, los puertorriqueños republicanos en la Gala Latina en la víspera de la investidura del Presidente electo Donald Trump celebraron que ahora su partido tenía control de ambas cámaras del Congreso y de la tan ansiada Casa Blanca.

Claro que entre los canapés y los tragos, se dio cita la política. En la sala repleta del lujoso hotel Mandarin Oriental, mientras se bailaba al son de La Vida es un Carnaval de Celia Cruz, ya pasaban lista de lo que quieren de Trump cuando enfoque su mirada hacia Puerto Rico.

Un churro rico con 'dip' de chocolate? Hay que asegurar la equidad en los fondos de salud al desaparecer o cambiar Obamacare.

Un poco más de la paella sabrosa? Hay que lograr que parte de los nuevos fondos propuestos para la infraestructura lleguen a la isla.

Un vinito para bajar las lascas de cerdo al horno? Hay que lograr la estadidad. La estadidad, la estadidad.

Con cada trago, reinaba más el optimismo.

'Para mí principalmente quiero conseguir la estadidad para Puerto Rico y creo que ahora se va a poder lograr algo', expresó la empresaria Zoraida Fonalledas, quien es parte de la directiva nacional del Partido Republicano.

Por qué? Señaló el control republicano de las ramas ejecutivas y legislativas en Washington, el plebiscito avalado y autorizado por el Congreso en el 2014 que espera llevarse a cabo este año, y el rechazo en las negociaciones sobre la plataforma del partido republicano de un esfuerzo por incluir una definición del Estado Libre Asociado en el plebiscito.

Se logró ese rechazo en la plataforma, expresó, al negociar con los simpatizantes de Trump en el comité nacional y acordar apoyar puntos de interés de ambas partes. El liderato republicano en la isla no había apoyado a Trump en las primarias, pero Fonalledas afirmó que ahora la relación con la gente de Trump es buena y de mucha apertura.

'Asi es que uno logra llegar a la equidad', enfatizó Fonalledas. 'El voto es lo que cuenta para negociar bien'.

La Gala Latina Inaugural 2017 fue una de las galas no oficiales de la noche del jueves, convocada por el Concejo Asesor Hispano de Trump y el Comité Hispano de Política Pública, en conjunto con el Fondo del Liderazgo Hispano del Congreso (CHLI).

El congresista republicano boricua de Idaho, Raúl Labrador, fue presidente honorario de la gala y otros seis puertorriqueños figuraron entre los anfitriones.

A diferencias de las galas hispanas o latinas en ocasiones de las investiduras del Presidente Barack Obama, que se convirtieron en bailes y conciertos con artistas latinos de gran renombre, esta gala fue más pequeña.

Pero le sirvió de oportunidad para, entre Cuba libres y tazas de chocolate caliente mejicano, hacer inventario de los acuerdos y las discusiones de una semana muy activa para los líderes puertorriqueños en Washington.

El secretario de Estado, Luis Rivera Marín, como líder de un comité nombrado por el gobernador Ricky Rosselló sobre el tema de salud, tuvo varias reuniones con agencias del gobierno federal para ver maneras de asegurar que se reemplacen los $1,200 millones en fondos de Medicaid que recibe la isla y que se agotarían antes de fin de año.

El secretario del Tesoro saliente, Jack Lew, le advirtió al presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, la semana pasada que es indispensable lograr la equidad en fondos de salud para Puerto Rico para ayudar a la isla en su esfuerzo por atender la crisis fiscal por la cual atraviesa. Rivera Marín y otros miembros de su comité auscultaron varias opciones en Washington en estos días en aras de brindarle un informe a Rosselló la semana entrante.

Para el exgobernador Luis Fortuño, se debe hacer énfasis en el desarrollo de la infraestructura, lo cual crearía empleos en la isla. Alcaldes novoprogresistas y populares que llegaron a Washington para asistir a la reunión de invierno de la Conferencia de Alcaldes de los Estados Unidos se reunieron con la comisionada de Puerto Rico en Washington Jenniffer González y representantes de varias agencias federales para ver cómo encaminar algunos de estos proyectos.

Por ejemplo, en Ceiba, se busca convertir el aeropuerto de la antigua Base Naval Roosevelt Roads en un aeropuerto de carga. En Aibonito, hay que buscar los fondos para terminar la carretera PR 10 para que conecte de forma segura al norte y sur de la isla. En Utuado, buscan recursos para mejorar la colección y el paso de más agua al supertubo.

Entre saludos y sonrisas, los alcaldes de ambos partidos también compartían en la gala, repasando sus conversaciones con la comisonada González y recalcando sus promesas de trabajar juntos en estos proyectos independientemente de sus diferencias ideológicas.

Absorbiendo parte de ese optimismo, sobre los fondos que propone Trump para infrasestructura, Fortuño, entre sorbos de vino, comentó 'ojalá nos toque algo'.

'Siempre he estado optimista cuando hay una nueva administración, y la realidad es que la economía nacional ha tenido un crecimiento raquítico,' explicó Fortuño. 'Ojalá que estos cambios vayan bien para Puerto Rico. Trump no va a echar Puerto Rico hacia un lado por no haberlo apoyado en la campaña'.

Otros manifestaron algo mucho más allá del optimismo.

'Yo estoy sumamente feliz,' exclamó José Fuentes Agostini, exsecretario de Justicia de Puerto Rico, quien fue el enlace de los republicanos en la isla con la campaña de Trump.

'Finalmente vamos a cambiar este país y ponerlo en la dirección correcta,' afirmó Fuentes Agostini, refiriéndose a los Estados Unidos. 'Nos estaban llevando a un camino totalmente socialista y volvemos ahora a lo americano, la libre empresa, el bajar los impuestos, el apoyar a los pequeños negocios'.

Considera que el problema principal es el status político ya que, según él, sin un cambio no se puede arreglar la economía. Añadió que los planes de Trump de instituir una reforma contributiva e invertir en proyectos de infraestructura creará empleos en Puerto Rico.

Fuentes Agostini afirmó que ha hablado directamente con el empresario y ahora Presidente Trump, quien ha tenido negocios en Puerto Rico, sobre el status político y los problemas económicos de la isla y que podrá seguir asesorándolo ya estando en la Casa Blanca.

'Trump conoce la isla y está al tanto de los problemas', aseguró Fuentes Agostini. 'Si alguien sabe arreglarlo es él'.

Vea también:

La noche de gala de los latinos por Trump (galería)

El exgobernador Luis G. Fortuño y el secretario de Estado, Luis G. Rivera Marín. (Juan R. Costa / NotiCel)
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