Puerto Rico ensayó una red eléctrica a prueba de huracanes
Zory Perez salió a la calle a buscar a sus padres despues del huracán María, y vio que las aspas de los molinos de viento levantados sobre los llanos agrícolas del pueblo de Santa Isabel estaban detenidas. A pesar de haber sobrevivido ráfagas de 155 millas por hora, los aparatos lucían como moles inservibles, símbolos de la falta de adaptación del sistema electrico de Puerto Rico ante el cambio climático.
Las horas corrían contra la salud de su madre, quien necesitaba encender la nevera para refrigerar la insulina con la que trata la diabetes. 'Todo el mundo en el pueblo preguntaba lo mismo', contó Perez, ''¿Por que no prenden los molinos? ¿Por que no prenden los molinos?''. Diez días despues del fenómeno atmosferico, todavía sin electricidad, sus padres tuvieron que abandonar el País.
Al oeste de la Isla, el pueblo de Mayagüez tenía electricidad en el casco urbano y contaba con dos hospitales totalmente energizados, a sólo cuatro días del huracán. En la marquesina del teatro que se ubica a pasos de la plaza, un mensaje daba testimonio de la situación: 'Mayagüez de pie y firme, Puerto Rico se levanta'.
El municipio es el único en el País que cuenta con una minired electrica permanente que permite operar con autonomía durante eventos extremos. Una planta generadora con gas, situada en la zona portuaria, envía la electricidad por líneas soterradas hasta el casco urbano. Desde esa red de transmisión salen cables conectados a postes que distribuyen energía a casas, comercios y áreas públicas. Por generar la energía cerca de los puntos de consumo, las líneas de distribución de esta red se reparan más rápido en caso de que un evento extremo las dañe, mientras que las líneas de transmisión soterradas son más difíciles de destruir por los vientos, lo que hace este tipo de sistema idóneo para un escenario de cambio climático, con huracanes más frecuentes e intensos.
A petición del alcalde de Mayagüez, Jose Guillermo Rodríguez, el sistema fue diseñado con la colaboración de la administración municipal, la Autoridad de Energía Electrica (AEE) y el gobierno central hace 20 años, despues de que el huracán Georges dejara el pueblo a oscuras. En aquel momento no se hablaba de pequeñas redes ni de resiliencia, pero la necesidad les indicó el modelo. Y, cuando llegó María, les funcionó.
Una minired permite generar, transmitir y distribuir electricidad cerca del punto de consumo, en zonas urbanas y pueblos. Mientras que las microredes siguen un modelo en una escala aún más pequeña, por ejemplo, conectando una casa con otra. Estos sistemas, así como la instalación de centros para almacenar energía, habían sido hasta entonces meras propuestas de los expertos que hablaban de mejorar el sistema electrico para evitar desastres en el futuro. Hasta que las premoniciones de lo que podía pasar se concretaron tras el huracán en el segundo apagón más grande de la historia del mundo, según lo documentó en 2018 la firma de investigación económica Rhodium Group.
Estas medidas de resiliencia, las pequeñas redes y el almacenamiento de energía con baterías, las contempló el plan fiscal de la AEE sometido por el gobernador Ricardo Rosselló a la Junta de Control Fiscal, el ente federal nombrado por el Congreso de EEUU para que el Estado Libre Asociado pague su deuda. Ese plan fue enmendado en abril de 2018 por la Junta e impuesto a esa agencia, y mantuvo esas medidas.
Lo mismo propone el Grupo de Trabajo de Resiliencia Energetica de Puerto Rico, formado por el gobierno federal, el local y el del estado de Nueva York, junto con organizaciones privadas como Con Edison, que fue contratada para dar apoyo en la restauración del sistema electrico. Crearon un plan para levantar un sistema que pueda sobrevivir huracanes de las categorías 4 y 5, las más extremas. Todas estas entidades afirman que las baterías y las pequeñas redes electricas pequeñas son el mejor camino.
Las empresas Tesla, del inventor Elon Musk, la alemana Sonnen, y la empresa Fluence (AES- Siemens), están en competencia por el mercado de almacenamiento de energía en Puerto Rico. Las primeras dos han mostrado interes de participar en una convocatoria para instalar baterías que den apoyo a un proyecto de desarrollo económico en las instalaciones de la antigua base naval de Roosevelt Roads en el municipio de Ceiba, confirmó la Oficina Estatal de Política Pública Energetica (OEPPE). Fluence está en conversaciones con la Junta de Control Fiscal y con la AEE para ofrecerle un sistema de almacenamiento a nivel industrial, confirmó la empresa al Centro de Periodismo Investigativo (CPI). El desarrollo de infraestructura de almacenamiento de energía podría representar un mercado con inversiones de más de $250 millones en cinco años, según proyecta el plan fiscal.
El país aún está lejos de moverse a un modelo resiliente. El gobernador ha dicho que, ante la lentitud de los fondos prometidos por el gobierno federal para la reconstrucción, las labores de la AEE y del Cuerpo de Ingenieros se limitan a levantar el mismo sistema electrico que había destruido el huracán.
'En ausencia de fondos federales sustanciales para los esfuerzos de reconstrucción, las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Resiliencia Energetica de Puerto Rico no podrán ser implementadas', alegó Rosselló en el plan que sometió a la Junta. A eso hay que añadir que el gobernador y el Departamento de Energía de EEUU parecen enfrentados respecto a quien tiene la encomienda de diseñar un nuevo sistema electrico. Mientras que Rosselló dice que su propuesta está contenida en el proyecto de ley para privatizar la AEE, la agencia de energía federal se encuentra creando un nuevo prototipo: un modelo que se va a ensayar en Puerto Rico con miras a ser replicado en EEUU, Canadá y Mexico, según explicó Bruce J. Walker, representante del Departamento de Energía federal, en una convención del sector de baterías y almacenamiento que se llevó a cabo del 18 al 20 de abril en Boston.
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