Esta semana tenemos un tema muy difícil de explicar, especialmente porque no sólo la mascota, sino también su dueño, sufren mucho.

La eutanasia se define como un acto de terminar el sufrimiento en pacientes donde las alternativas médicas se agotaron. Este procedimiento en nuestras mascotas se efectúa con el mínimo dolor, temor y angustia.

La razón principal para la eutanasia es evitar sufrimiento. Un veterinario licenciado es el profesional educado que puede asegurarse que existen signos de dolor y sufrimiento en el animal. En mi carácter personal, con cerca de 15 años en la práctica veterinaria, en muy pocos casos soy yo el que decide eutanisar una mascota. Me parece que es injusto que yo como veterinario, en solo unos minutos de evaluar una mascota, sea el que decida terminar su vida. Lo que usualmente hago es informarle al dueño de la condición real de su mascota, darle opciones médicas (si alguna) y que el dueño sea el que tenga la palabra final y esté de acuerdo con el procedimiento.

Una vez el dueño me autoriza, la meta del procedimiento es hacerlo totalmente indoloro para conseguir rápidamente la inconsciencia y muerte del animal. El animal no debe estar agitado, ni miedoso y de ser necesario se puede sedar antes de inyectar el producto conocido como Euthasol. El mismo es un producto bien fuerte que contiene pentobarbital sodium y phenytoin sodium. Ambos ingredientes activos causan una muerte cerebral, y detienen la respiración y los latidos del corazón de manera instantánea.

El veterinario licenciado luego de administrar el medicamento se asegura que de inmediato no tenga latidos del corazón y que el animal no esté respirando. El cuerpo de la mascota puede ser cremado de manera individual (con devolución de sus cenizas), cremado en grupo, o enterrarlo profundo en algún terreno que le pertenezca al dueño de la mascota.

Toda persona, como yo, quien en algún momento ha tenido que tomar esta decisión sabe lo difícil que es y lo mucho que uno como dueño que ama su mascota sufre durante este procedimiento. Algunas personas prefieren estar presentes, otros prefieren que el veterinario haga el procedimiento en privado. En lo personal, respeto las opiniones individuales de cada dueño y dejo que sean ellos los que tomen esa decisión.

En Puerto Rico actualmente se están eutanisando mascotas por ser de una raza específica (Pit Bulls). Muchos de estos perros tienen dueños responsables que se preocupan por su bienestar, y son animales en perfecto estado de salud y de buena actitud. Esto es preocupante pues se le está asignando la responsabilidad al perro y no a los dueños. Como veterinarios debemos ser responsables al utilizar este procedimiento de eutanasia y hacerlo sólo por razones de sufrimiento severo, condiciones terminal o en algunos casos animales que, aunque han sido entrenados y evaluados por profesionales de conducta, no puede ser domesticado.

También miles de animales en nuestra Isla son eutanisados por abandono y luego de ser recogidos en la calle. Eso lo discutimos anteriormente cuando hablamos de las esterilizaciones. Lo importante que es educar los dueños de mascotas para detener el nacimiento de animales que terminan realengos.

*Espere la sección del Dr. Sosa miércoles alternos al mediodía en Las Noticias Univisión. Puede contactar al Dr. Sosa a través de hospitalparamascotas.com; Hospital Para Mascotas en Facebook; hparamascotas@gmail.com; o el 787-292-0455.